La cultura rusa se ha visto expuesta a numerosas sanciones tras el conflicto en Ucrania

José Manuel Cabra de Luna: “No se consigue ayudar más solo por silenciar más”

Exhibition of the Russian Museum in Malaga

José Manuel Cabra de Luna: “Los pueblos muchas veces no son sus gobernantes” 

“La cultura es el mayor depósito de dignidad que tienen los pueblos. Muchas veces el poder, poderes espurios, intentan gobernarla, dominarla, domeñarla, pero la cultura siempre resurge porque es el mayor exponente de libertad”. Son las palabras del presidente de la Real Academia de Bellas Artes y pintor, José Manuel Cabra de Luna, expresadas en el pleno extraordinario del Ayuntamiento de Málaga en defensa del Museo Ruso que alberga la ciudad

Museo de Ruso de Málaga

La institución, la cual lleva abierta desde 1895 y fue fundada por el último zar ruso - Nicolás II-, se convirtió en un tema de debate en la ciudad andaluza - a pesar de las numerosas condenas del centro cultural malagueño a la invasión de Ucrania - debido a su conexión cultural con Rusia. 

Esta pinacoteca ha albergado a numerosos autores rusos desde su inauguración - incluso a aquellos que fueron censurados por la URSS- y es la única que se encuentra en Europa fuera de las fronteras rusas. Pero, mientras dure el conflicto entre Ucrania y Rusia, el museo se encontrará en un estado de hibernación, debido a que no podrá recibir más colecciones por las sanciones. Sin embargo, nacieron algunas voces dentro y fuera de la política malagueña que exigían el cierre del museo como repulsa a la invasión rusa. 

Olga Luvakova, una residente rusa y profesora de inglés en Málaga, respondía a esas peticiones en ese mismo pleno entre lágrimas: “La guerra pasará, ¿pero que quedará? ¿El vacío? ¿El odio?... Yo pienso que en estos días el Museo Ruso y la ciudad de Málaga pueden enseñar a todo el mundo que el arte y la cultura están por encima de todo, por encima de la política”.  

Es este odio y repulsa hacia la cultura rusa lo que se está expandiendo como una epidemia por toda Europa desde que comenzó la invasión a Ucrania, provocando una fuerte ola de rusofobia. 

La guerra contra Dostoievski 

El pasado 2 de marzo sorprendía la noticia sobre que la Universidad Bicocca en Milán había decidido aplazar una serie de conferencias y cursos sobre Fiodor Dostoievski y Rusia impartidas por el estudioso italiano Paolo Nori. El correo enviado por la universidad excusaba la prórroga del curso con “el objetivo” de evitar “cualquier forma de controversia, especialmente a nivel interno, en este momento de gran tensión".   

Paolo Nori hablando

Tras esto, el escritor y experto en la cultura rusa explicaba en sus redes sociales que lo que estaba ocurriendo en Ucrania era “horrible”, pero que le parecía ridículo censurar un curso por ello. También expresó que “no sólo ser un ruso vivo es un delito en la Italia actual, sino que también lo es ser un ruso muerto, que cuando estaba vivo en 1849 fue condenado a muerte por haber leído algo prohibido. Que una universidad italiana prohíba un curso sobre un autor como Dostoievski es algo que no puedo creer, y cuando leí este correo electrónico no me lo creí". 

El vídeo se expandió rápidamente en las redes, provocando infinidad de interacciones. Esto provocó la rectificación de la universidad, la cual publicó un comunicado anunciando que había restablecido el curso. Pero Nori se negó a impartirlo, tras una reunión con el pre-rector de la Universidad quien había explicado que el aplazamiento se debía a que la universidad quería que se incluyera algunos “autores ucranianos” junto con Dostoievski. El estudioso explicó que “desgraciadamente, no conozco a ningún autor ucraniano, así que les libero del compromiso adquirido y el curso que debería haber hecho en Bicocca lo haré en otro lugar"

Foto de Fiodor Dostoievski

Sin embargo, la batalla contra Dostoievski en Italia no se quedó simplemente en esta anécdota. El mismo 2 de marzo, tras la viralización del vídeo, el alcalde de Florencia, Dario Nardella, hizo público en su cuenta de Twitter que le habían pedido que “tirara” la estatua de Dostoievski de la ciudad. El alcalde explicó en ese mismo tuit que no debíamos confundirnos, pues “esta es la guerra loca de un dictador y su gobierno, no de un pueblo contra otro. En lugar de borrar siglos de cultura rusa, pensemos en detener a Putin rápidamente"

La estatua, que rinde homenaje al escritor, fue donada por el Gobierno ruso el año pasado por el 200 aniversario de su nacimiento. El escritor había tenido un vínculo especial con la ciudad italiana, la cual visitó dos veces y le sirvió de inspiración para terminar su obra titulada ‘El idiota’

Cuando Tchaikovski dejó de sonar  

La semana pasada, el director de la orquesta de la filarmónica de Cardiff, Martin May, decidió retirar al compositor ruso, Tchaikovski, del próximo programa debido al conflicto con Ucrania. Según la nota de prensa publicada en la página web del St David’s Hall, “la orquesta filarmónica de Cardiff [...] considera que el programa anunciado anteriormente, incluida la Obertura de 1812, es inapropiado en este momento”. También explicaba que, en vez de Tchaikovski, la orquesta sustituirá el programa por otro centrado en la Obertura nº8 del compositor checo Antonín Dvořák. 

Esta situación no tardó en viralizarse y suscitar las críticas tanto fuera como dentro de la isla inglesa. La decisión sorprendía, sobre todo, porque el compositor fue conocido por criticar duramente el nacionalismo ruso en su época. El editor de la revista estadounidense Reason, Billy Binion, hizo hincapié en este hecho y tildó de irónica la situación. También resaltaba que el músico ruso “murió hace más de un siglo”, y calificó como una locura la retirada de Tchaikovski. Binion terminaba el tuit explicando la necesidad de la cultura y “más en tiempos como estos"

Cuadro del compositor Tchaikovski

El Teatro Real de España también se manifestó sobre esta decisión. El director general, Ignacio García-Belenguer, habló durante una rueda prensa sobre la cultura de la cancelación. Este expresó el sin sentido de la decisión y que la institución española se debía a “los artistas”. También explicó, según informó la agencia de noticias Europa Press, que “el Teatro Real ya decidió cancelar las funciones del Ballet Bolshoi de Moscú porque ahí sí estaba detrás el Gobierno ruso. Condenamos la decisión (de invadir Ucrania) de los dirigentes rusos, pero una cosa es eso y otra son los artistas"

Una decisión parecida a la de la orquesta inglesa fue la del presidente de la junta de la Filarmónica de Chubu en Japón, Takahisa Kato, quien retiró la Obertura de 1812. Kato justificó la acción diciendo que “si bien hay personas que pueden apreciarlo puramente como música, hay otros que podrían preguntarse por qué realizaríamos un himno de victoria ruso"

Artistas rusos y posicionamiento 

Numerosos artistas rusos están viéndose obligados a explicar su posicionamiento sobre la situación de Ucrania. El director de ópera Andreas Homoki explicaba en el New York Times que esta situación era totalmente nueva para los artistas rusos, y que “la política nunca había estado en nuestras mentes así”

Los artistas y las instituciones están desconcertados al verse obligados a renunciar a todos aquellos vínculos culturales que habían conseguido tras la caída de la URSS. El director de Ópera en París, Alexander Neef, explicaba para el New York Times que no se podía sospechar de todo el mundo, y que “no se pueden exigir declaraciones de lealtad o condenas de lo que está pasando”

Rusofobia y cultura de la cancelación 

Estos casos expuestos han suscitado numerosos debates sobre si estas sanciones a la cultura son efectivas o no contra Rusia, y cómo afecta a nuestra sociedad. La situación de Ucrania ha incrementado el rechazo a la sociedad rusa y su cultura, y estas situaciones pueden acrecentar estos sentimientos de odio

La semana pasada numerosas asociaciones rusas en España informaban sobre el aumento de la rusofobia en el país. Radio Televisión Española mostraba en una publicación, como varios niños de origen ruso habían sido llamados “asesinos” por sus propios compañeros de clase a raíz de la invasión de Ucrania. 

Jose Manuel Cabra de Luna durante su discurso en el Ayuntamiento de Málaga

Desvincular a la cultura rusa de la guerra en Ucrania es importante para evitar lo ocurrido con otros conflictos. Para evitar la estigmatización de una sociedad por decisiones políticas. José Manuel Cabra de Luna terminaba su discurso en el pleno Málaga explicando que “solidaridad toda, pero no se consigue ayudar más por silenciar más [...] y que la cultura necesita manifestarse, necesita llegar al corazón de la gente puesto que el alma de los pueblos está ahí representada”

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