Karim Benzema: no tiene el Balón de Oro, solo trabajo, calidad y discreción

El jugador francés de ascendencia argelina está maravillando al mundo del fútbol con su nivel de los últimos cinco años.

Según dijo ayer su entrenador Carlo Ancelotti, es un ejemplo para sus compañeros dentro y fuera del campo. Ejerce de capitán con humildad, profesionalidad y mucha calidad.
Desde la salida de Sergio Ramos, que tanto dio al Real Madrid y que tanto ha dejado de recibir, porque él ha querido y por la mala gestión económica de su entorno, los capitanes actuales son un ejemplo de profesionalidad y amor al club.

Tanto Marcelo, primer capitán, que no ejerce en el campo, por no ser titular, pero que es un ejemplo de buen compañero y de discreción, como Nacho Fernández, tercer capitán y jugador de la cantera que siempre cumple le pongas donde le pongas, demuestran que han asimilado los valores del club y son un ejemplo para sus compañeros.

Karim, segundo capitán, pero ejerciendo en el campo la mayoría de los partidos de primer capitán, se va a convertir en uno de los grandes capitanes que quedará para la historia del equipo blanco, como Raúl, Casillas, Hierro, Camacho, Amancio, Zoco, Gento, etc.

Cuando llegó al Real Madrid fue un jugador cuestionado. Los aficionados blancos no entendían su juego y le acusaban de indolente y de no ser lo suficientemente efectivo de cara a la portería rival para ser un 9, un delantero centro.

Además, el haber sido un fichaje directo de Florentino Pérez, a veces denominado un capricho del presidente que no tenía nivel para jugar en el mejor equipo del mundo, no ayudaba.
Llegó en la temporada 2009-2010 al Real Madrid y ha sido nominado al Balón de Oro en diez ocasiones.

Hubo un hecho que no sabemos si le condicionó para bien o para mal. Viendo los últimos tres años, da que pensar que para mal y es su coincidencia en el club blanco con Cristiano Ronaldo.
Los dos llegaron el mismo año y Karim siempre estuvo a la sombra del astro portugués, que a base de goles se hacía imposible competir con él en protagonismo. Estuvieron juntos hasta la temporada 2017-2018 y muchos creemos que gran parte del éxito de Cristiano en el Real Madrid se debió a la aportación de un Karim generoso, trabajador, que le abría espacios y le generaba las ocasiones de gol. Un escudero de lujo que junto con Modric, Kroos, Ramos, Marcelo, etc., deleitaron con grandes temporadas bañadas de títulos.

Cuando se marcha el portugués todas las miradas se centraron en el galés Gareth Bale. Muchas veces se hablaba del potencial de Bale y de su poco protagonismo por la presencia de Ronaldo. La temporada 2018-2019 era su oportunidad, pero no ha recogido el testigo de Cristiano y poco a poco de ha ido diluyendo y enfadando a la afición con su afición al golf.
Tanto al portugués como al galés, como al sevillano les ha fallado el no tener claro lo que realmente quieren a nivel deportivo y profesional. Cosa que otros jugadores del club lo han tenido muy claro como Modric, Kroos, Courtois, Casemiro, Militao, etc. Incluso los que no son habituales en las alineaciones como Nacho o Marcelo mantienen un comportamiento ejemplar cada día con trabajo y discreción.

Dentro de este grupo está Karim Benzema que durante los más de diez años que lleva en el club ha sabido adaptarse a todas las situaciones y ha tenido muy claro siempre lo que quería. No es otra cosa que triunfar en el Real Madrid a base de trabajo y profesionalidad. Hace unos años, cuando se acercaba a la treintena cambió sus rutinas y hábitos alimentarios para mantener un tono físico que le permitiera competir al máximo nivel.

No solo lo ha conseguido, sino que ha mejorado en todo. La definición de ayer de Ancelotti: “Karim es como el vino, mejora con los años”, es una realidad, pero basada en el trabajo, en llevar una vida de deportista de élite y por supuesto atesorar una calidad que algunos no veían hace unos años, pero que hoy nadie discute.

En los últimos años el delantero madridista ha suplido a un Cristiano Ronaldo que no era fácil sustituir. No solo aporta goles, sino trabajo. Ayer, frente a un Chelsea a priori superior físicamente al Real Madrid por juventud, Karim dio una “master class” de cómo rematar de cabeza; en carrera, con escorzo, pero también de trabajo al presionar al portero rival y hacerle cometer errores. No es la primera vez, que se lo digan Donnarumma o Karius.

Esta calidad y este trabajo lo completa con un amor a su profesión y, sobre todo, a su club.

Esto es lo que se desprende de sus declaraciones. Sus renovaciones han sido discretas y muy ágiles. Su ultima declaración tras renovar fue: “Es un sueño para mí jugar en el Real Madrid y tengo suerte cada día de poder vivir este sueño en el mejor club de fútbol del mundo. Cada día aquí para mí es disfrutar y voy a seguir trabajando y sintiéndome feliz jugando y entrenando para hacer historia en el club”.

En 2021 cuando fue preguntado por la prensa por su renovación simplemente dijo: ”Si el presidente me quiere renovar, aquí estoy, la puerta está abierta”

Nunca hubo problemas de dinero en su renovación. Gana ocho millones. No está entre los jugadores mejor pagados del Real Madrid, pero sin lugar a duda está entre los más queridos.
El madridismo tiene un gran ídolo para rato y no solo el madridismo, a nivel mundial el cariño que profesa a todo el mundo del fútbol es cada día mayor.

¿El Balón de Oro? Pues quizás se lo darán algún día, pero no es importante. Karim tiene el cariño y la admiración de la gran mayoría de los aficionados, madridistas y no madridistas.

Ayer en Stamford Bridge no se le aplaudió como se debía al retirarse. Si hubiera sido en uno de los grandes templos del fútbol como Old Trafford, el Juventus Stadium, el Allianz Arena, San Mamés o incluso el Camp Nou hubiera salido del campo entre aplausos como pasó con jugadores como Cristiano Ronaldo en Turín, Ronaldo Nazario en Manchester, Ronaldinho en el Bernabéu, Laurie Cunningham en Barcelona o Modric e Iniesta en varios estadios.

Karim Benzema, gran capitán, ídolo de la afición y grandísimo jugador merecedor de todos los premios.