El ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad Malki, ha acogido con beneplácito esta declaración y ha pedido a la comunidad internacional que impida que este plan se lleve a cabo

La anexión israelí de parte de Cisjordania sería “un apartheid en el siglo XXI”, según la ONU

PHOTO/VIOLAINE MARTIN - La embajadora austríaca Elisabeth Tichy-Fisslberger, presidenta del Consejo de Derechos Humanos

"Estamos en una encrucijada. Un camino conduce a una sociedad unida con una verdadera democracia, igualdad civil y nacional, mientras que el otro se dirige hacia el odio, la violencia, la anexión y el apartheid.  Estas fueron las palabras utilizadas por Ayman Odeh, diputado de la Lista Unida árabe, tercera fuerza del Parlamento israelí durante una manifestación contra los planes del país liderado por Benjamin Netanyahu de anexionar partes de Cisjordania, incluido el valle del Jordán. La ONU ha seguido esta misma retórica y ha advertido de que estos planes “son una visión de un apartheid en el siglo XXI” y “violan el derecho internacional”. 

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU – un organismo intergubernamental compuesto por 47 Estados responsables de la protección de los derechos humanos a lo largo y ancho del planeta – ha emitido un comunicado este martes en el que aseguran que “la anexión de un territorio ocupado es una grave violación de la Carta de Naciones Unidas y de los Convenios de Ginebra”. Asimismo, en esta misma declaración han señalado que esta propuesta “es contraria a la norma presentada por el Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU de que la adquisición de territorio por la guerra o la fuerza es inadmisible”. “La comunidad internacional ha prohibido la anexión precisamente porque incita a las guerras, la devastación económica, la inestabilidad política, los abusos sistemáticos de los derechos humanos y provoca el sufrimiento humano generalizado”, han subrayado. 

Mapa de Israel y Cisjordania

La ONU considera que los 53 años de ocupación israelí son “fuentes de profundas violaciones de los derechos humanos del pueblo palestino” como, por ejemplo, la confiscación de recursos naturales, la demolición de viviendas, el traslado forzoso de población, el uso excesivo de la fuerza y la tortura, la explotación laboral, las infracciones extensas del derecho a la intimidad o las restricciones a los medios de comunicación y a la libertad de expresión. El panel de expertos de Naciones Unidas ha criticado la criminalización que sufren los defensores de los derechos humanos que denuncian las violaciones  que sufren los civiles en esta región y ha advertido de que “estas violaciones se intensificarán tras la anexión” . 

“La ocupación israelí ha significado la negación del derecho a la autodeterminación de los palestinos”, han aseverado. El derecho de libre determinación de los pueblos es el que permite a un pueblo decidir sus propias formas de Gobierno, así como perseguir su desarrollo económico, social y cultural, sin injerencias de ningún actor externo.  La ONU teme que la Ribera Occidental se convierta en “un Bantustán palestino”, es decir, “una isla de tierra sin conexión territorial con el mundo exterior y rodeada por Israel”. Los bantustanes  – uno de los mayores ejemplos de la segregación racial impuesto en Sudáfrica – son territorios autónomos creados durante el apartheid para separar a los negros de la población blanca y privarles de esta forma de sus derechos. 

Manifestantes se reúnen en la Plaza Rabin de Tel Aviv el 6 de junio de 2020 para denunciar el plan de Israel de anexionar partes de la Cisjordania ocupada

“Israel ha prometido recientemente que mantendrá un control de seguridad permanente entre el Mediterráneo y el río Jordán. La mañana siguiente a la anexión sería la cristalización de una realidad ya injusta: dos pueblos que viven en el mismo espacio, gobernados por el mismo estado, pero con derechos profundamente desiguales. Esta es una visión de un apartheid del siglo XXI”, ha denunciado la ONU en la declaración emitida este martes. A lo largo de medio siglo, la ocupación de Cisjordania —incluida Jerusalén Oriental en 1980 — y la Franja de Gaza por Israel ha sido criticada tanto como por la ONU como por otras organizaciones internacionales como Amnistía Internacional.  El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha condenado enérgicamente las anexiones de estos territorios ocupados -- Jerusalén Oriental en 1980 y los Altos del Golán sirio en 1981—por ser “ilegales”, así como los asentamientos israelíes descritos por la Naciones Unidas como “una violación flagrante del derecho internacional”. Sin embargo, la comunidad internacional no tomó ninguna medida significativa para oponerse a las acciones de Israel. 

“Esta vez tiene que ser diferente”
Los manifestantes se reúnen en la Plaza Rabin de Tel Aviv el 6 de junio de 2020 para denunciar el plan de Israel de anexionar partes de la Cisjordania ocupada

El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional para que esta vez sea diferente. “La comunidad internacional tiene la solemne responsabilidad jurídica y política de defender un orden internacional basado en normas, de oponerse a las violaciones de los derechos humanos y los principios fundamentales del derecho internacional y de hacer efectivas sus numerosas resoluciones que critican la conducta de Israel en esta prolongada ocupación”, han declarado a través de un comunicado oficial. 

Asimismo, la ONU ha instado a los estados a “no reconocer, ayudar o asistir a otro Estado en ninguna forma de actividad ilegal, como la anexión o la creación de asentamientos civiles en territorio ocupado”. Las lecciones del pasado son claras, según Naciones Unidas, quien ha puesto de manifiesto la necesidad de apostar por la rendición de cuentas y el fin de la impunidad, en vez de juzgar  sin actuar, ya que “la crítica sin consecuencias no impedirá la anexión ni pondrá fin a la ocupación”. 

Durante esta reunión, los más de 40 representantes de los Estados encargados de velar por el cumplimiento de los Derechos Humanos han mostrado su preocupación por el papel de Estados Unidos “en el apoyo y fomento de los planes ilícitos de Israel para seguir anexionando territorio ocupado”. “En muchas ocasiones durante los últimos 75 años, Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en el avance de los derechos humanos mundiales. En esta ocasión, debería oponerse a la inminente violación de un principio fundamental del derecho internacional, en lugar de instigar activamente su violación”, han afirmado. Entre los expertos encargados de elaborar esta declaración se encontraba Michael Lynk, relator especial de la ONU para Palestina. 

Una vista muestra el asentamiento israelí de Har Homa al fondo, mientras que las casas palestinas se ven en primer plano, en la Cisjordania ocupada por Israel, el 19 de mayo de 2020
Palestina aplaude esta declaración y pide colaboración internacional 

El ministro de Asuntos Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riyad Malki,  ha acogido con beneplácito esta declaración, al mismo tiempo que ha pedido a la comunidad internacional que impida que este plan se lleve a cabo.  Malki ha dado las gracias a la ONU por “haber aclarado el papel desempeñado por EEUU al alentar a cometer estos crímenes, incluidos los planes ilegales de anexionar más tierras, y al conceder a la ocupación y a sus funcionarios inmunidad e impunidad”, ha dicho en declaraciones que han sido recogidas por la agencia palestina de noticias Wafa. 

Malki también ha instado a la comunidad internacional a “asumir responsabilidades y atender al llamamiento de los expertos” para poner fin al plan de anexión de Israel. Asimismo, el diplomático palestino ha pedido a los estados que impongan sanciones a Israel, “incluso sobre las armas y el equipo que este país utiliza contra el pueblo palestino”. 

El presidente palestino Mahmud Abbas pide a la gente que use máscaras protectoras mientras camina por una calle de la ciudad de Ramallah

El plan de anexión israelí extendería la soberanía a gran parte del Valle del Jordán y los más de 235 asentamientos que existen en la Ribera Occidental, es decir, el 30 % de este territorio. La anexión de parte de Cisjordania territorio fue respaldada por el Plan de Paz y Prosperidad de los Estados Unidos, publicado a finales de enero de 2020.

La nueva propuestas de Netanyahu: un plan escalonado en dos fases 
 El presidente de los Estados Unidos Donald Trump mira al primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu durante una conferencia de prensa conjunta el 28 de enero de 2020

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, explicó este lunes que los planes del Gobierno israelí para anexionar parte de Cisjordania, podrían ser aplicados “por etapas”. Según el plan de Netanyahu, la primera etapa consistiría en la aplicación de la soberanía a los asentamientos situados en los alrededores de los grandes bloques de Judea y Samaria, es decir, en un 10% del territorio, frente al 30% que propone el plan Trump. 

Posteriormente, Netanyahu pretende acercarse a la Autoridad Palestina para pedir la reanudación de las negociaciones para un acuerdo de paz. Si estas conversaciones no avanzan, Israel procederá a la segunda etapa que consiste en aplicar la soberanía al total de los territorios, según ha explicado el digital Israel Hayom. Por el momento, la idea está todavía sobre la mesa y no se ha diseñado una hoja de ruta para poner en marcha este plan. La anexión de Cisjordania, prevista para el mes de julio, forma parte del acuerdo entre Netanyahu y Gantz para la formación de un Gobierno de unidad. 

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