El complejo de seguimiento espacial de Robledo de Chavela en Madrid ha recibido las primeras señales de vida de la cápsula espacial

La astronave Orión de la misión Artemis I de la NASA ya viaja hacia la Luna

photo_camera PHOTO/NASA-Bill Ingalls - Del tamaño de un edificio de 48 plantas, el SLS, el lanzador espacial más potente del mundo, ha despegado a las 07:48, hora peninsular española, las 01:48 de la madrugada en el Centro Espacial Kennedy de Florida

Dice el refranero español que “a la tercera va la vencida”. Y así ha sido. El vuelo inaugural del programa Artemis que abre el camino de retorno de los seres humanos a la Luna ya es una realidad. La humanidad acaba de iniciar el camino de retorno al satélite natural de la Tierra.

Con una demora de 44 minutos sobre el horario oficial previsto, el despegue de la misión Artemis I que protagoniza el SLS, el cohete más poderoso del mundo, se ha producido el 16 de noviembre a las 07:48, hora peninsular española, las 01:48 de la madrugada del mismo día en Florida. 

El presidente Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris y el administrador de la NASA, Bill Nelson ‒amigo personal de Biden‒, han debido lanzar un suspiro de alivio cuando han visto como la potente llamarada del colosal lanzador espacial de nombre SLS, ‒de 98 metros de altura y del tamaño de un edificio de 48 plantas‒ se elevaba más y más en el oscuro cielo nocturno de Florida.

Foto2NasaLunaArtemis1ExitoLanzCreNasa

Las mismas emociones y sensaciones habrán sentido los directivos, ingenieros y técnicos que trabajan en la misión Artemis I, los miles de funcionarios y contratistas de la NASA, los congresistas, senadores e invitados de la Agencia presentes en el Centro Espacial Kennedy. Y los comentaristas de radio y televisión y decenas de miles de espectadores presentes en las inmediaciones de Cabo Cañaveral, y los millones de norteamericanos y personas de todo el mundo que han escuchado o contemplado en directo desde sus hogares el histórico lanzamiento.

La demora sobre el horario oficial se ha debido “a un problema provocado por la pérdida de la señal radar de las comunicaciones que garantizan el seguimiento del SLS y la nave espacial Orión”, ha comunicado la NASA.

Foto3NasaLunaArtemis1ExitoLanzOrionCreNasa
Las primeras comunicaciones de Orión se han recibido España

Resuelta la incidencia, la directora de lanzamiento, Charlie Blackwell-Thompson, ha efectuado a las 07:35 una ronda de contactos con los responsables de los principales sistemas de la misión. Tras recibir luz verde de todos ellos, ha decidido reiniciar la cuenta atrás del despegue, que ha culminado con el encendido de los motores y el despegue a las 07:48, hora de Madrid.

La astronave Orión ha sido desarrollada y fabricada por la corporación Lockheed Martin. Estaba situada en la parte superior del lanzador SLS en el momento del despegue, pero poco antes de las 10:00 horas “se ha desprendido de la etapa portadora y ha iniciado su vuelo en solitario”, ha confirmado Jim Free, responsable de la misión Artemis I. 

El contacto con Orión lo mantienen dos potentes y enormes antenas de comunicaciones de 34 metros de diámetro instaladas por la NASA en el complejo de Comunicaciones de Espacio Profundo situado en Robledo de Chavela (Madrid): la DSS-54 y la DSS-56, la primera puesta en servicio en 1997 y la segunda en 2021. Debido a la rotación de la Tierra, después a lo largo de la jornada mantendrán el contacto las antenas de la NASA desplegadas en Australia (Canberra) y en Estados Unidos, en California.

Foto4NasaLunaArtemis1ExitoLanzDirLanzCreNasa

De forma automática y a través de una red de comunicaciones seguras, el contacto positivo también se ha visualiza en el Centro Espacial Johnson en Houston (Texas) y en la sala de control de lanzamiento Rocco Petrone del Centro Espacial Kennedy de Florida, donde se encuentra Charlie Blackwell-Thompson y su equipo de técnicos.

La Agencia Espacial Europea (ESA) también viaja en la misión Artemis I, precisamente en la astronave Orión, que viajará más lejos de lo que jamás haya volado ninguna otra nave espacial norteamericana, rusa o china. La contribución de la ESA es el llamado módulo de servicio europeo (ESM), que está instalado debajo del módulo habitable, que en Artemis I alberga a tres maniquíes, uno de ellos el llamado “comandante Campos”. Todos ellos están repletos con sensores, para facilitar información sobre las radiaciones y asegurar las constantes de los futuros astronautas que viajarán a la Luna en las misiones Artemis II, III y siguientes.

Foto5NasaLunaArtemis1ExitoLanzOrionCreLockheedMartin
La contribución europea a Artemis I

Desarrollado y construido por Airbus en su factoría alemana de Bremen, el ESM aloja los equipos que proporcionan propulsión, energía y control térmico, a la vez que suministra oxígeno y agua a los astronautas de las futuras misiones. Está basado en el diseño del Vehículo Automático de Transferencia o ATV, que sirvió para abastecer de suministros a la Estación Espacial Internacional entre 2008 y 2015.

En su configuración interna, el ESM es un cilindro de unos 4 metros de alto y ancho. Contiene 8,6 toneladas de combustible para alimentar el motor-cohete principal, sus 8 motores auxiliares y otros 24 propulsores más pequeños para efectuar pequeños movimientos. En total pesa poco más de 13 toneladas. 

Foto6NasaLunaArtemis1ExitoLanzCreNasa.

Tras haber despegado desde la plataforma de lanzamiento 39B del Centro Espacial Kennedy y recorrer una trayectoria de 2,1 millones de kilómetros, rebasará en 64.000 kilómetros el lado oculto de la Luna, lo que significa que “llegará más lejos que cualquier otra nave espacial humana”, asegura la NASA.

Los ingenieros de la Agencia espacial norteamericana han calculado con precisión que la capsula Orión permanecerá en el espacio un total de 25 días, 11 horas y 36 minutos. Su paseo entre la Tierra y la Luna debe culminar el 11 de diciembre, cuando está previsto que americe en el océano Pacifico, a un centenar de kilómetros de la costa de San Diego (California).

Foto7NasaLunaArtemis1ExitoLanzDespegueCreNasaBillIngalls

Después de dar por concluida la misión Artemis I habrá un largo paréntesis. La NASA dedicará ese tiempo a evaluar cada uno de sus múltiples aspectos de la misión y del programa en su conjunto, al objeto de validar, mejorar o reestructurar todo lo que sea preciso de cara a llevar a cabo en 2024 la que será la primera misión tripulada: Artemis II cuyos tres astronautas todavía no descenderán sobre la Luna. Si lo harán los de la misión Artemis III, que despegará en 2025 para efectuar el primer alunizaje tras la mítica misión Apolo XI de julio de 1969.

Más en Nuevas tecnologías-Innovación