Las industrias, servicios y aplicaciones relacionadas con el espacio están entre los campos más prometedores del nuevo rumbo que quiere tomar el país del Golfo

La Cámara de Comercio e Industria de Dubái subraya que el sector espacial será un pilar clave del crecimiento de Emiratos

photo_camera PHOTO/Ras al-Jaima Press Office - Las autoridades de Emiratos pretenden que sus empresarios participen en proyectos multinacionales de cooperación espacial para propiciar la diversificación de la economía nacional

Un reciente documento de la Cámara de Comercio e Industria de Dubái subraya que el sector espacial está llamado a ser un pilar clave del crecimiento económico de la Unión de Emiratos Árabes Emiratos durante los próximos 50 años.

El texto argumenta que el campo espacial sigue una fuerte tendencia hacia la privatización, lo que favorece el surgimiento de nuevas oportunidades comerciales de las que el país del Golfo no debe estar ausente.

El informe analiza las posibilidades de negocio que se abren para la economía de Emiratos e identifica las diez áreas que ofrecen un mayor potencial de inversión, que son el turismo espacial, la minería en la Luna, Marte y otros cuerpos celestes para extraer tierras raras y otros valiosos metales, la construcción de estaciones orbitales, los asentamientos robóticos y humanos fuera de la Tierra y propiciar la instalación en el país de industrias espaciales. 

A los campos de actividad anteriores se suman los de fabricación de componentes para satélites y astronaves, los proyectos de sostenibilidad y reciclaje de equipos relacionados, el desarrollo de las normas que regulan el derecho espacial y la creación de compañías e instituciones dirigidas a la preparación de astronautas para vuelos comerciales. 

De 2,7 kilos y unas dimensiones de 10x10x30 centímetros, el nano satélite MeznSat para estudios medioambientales fue colocado ayer, 28 de septiembre, a 575 kilómetros de altura, por un cohete ruso Soyuz desde el cosmódromo ruso de Plesetsk
El sector privado se abre paso

El trabajo liderado por Natalia Schyva, gerente de Emprendimiento de la Cámara de Comercio e Industria de Dubái, pone en evidencia que si bien el sector público era en el pasado el motor de las tecnologías espaciales y sus aplicaciones, ese planteamiento está cambiando a pasos acelerados. “Estamos en el punto de inflexión de la creación de una nueva industria que gira en torno al espacio”, puntualiza.

La estancia del astronauta emiratí Hazzaa al-Mansoori en la Estación Espacial Internacional en septiembre de 2019, la puesta en órbita desde Japón camino de Marte de la sonda Al-Amal en julio del presente año y el lanzamiento el 28 de septiembre del nano satélite para estudios medioambientales MeznSat ‒de 2,7 kilos y 10x10x30 centímetros‒ desde el cosmódromo ruso de Plesetsk se revelan como hitos importantes en la apuesta del país del Golfo por posicionarse como actor destacado en el mundo de la exploración, la investigación y la industria espacial.

Puesta en órbita desde Japón en julio pasado, la sonda Al-Amal sigue su trayectoria por el espacio rumbo a Marte, donde llegará a principios de 2021

Al mismo tiempo, son una llamada a los inversores nacionales e internacionales para que asienten sus empresas en Emiratos o busquen su colaboración. El primer ministro del país y primer mandatario de Dubái, el jeque Mohammed bin Rashid al-Maktoum, pretende que Emiratos como Estado, pero también sus empresarios privados, formen parte de proyectos multinacionales de cooperación espacial, todo lo cual va encaminado a propiciar la diversificación de la economía nacional. 

Sus saneadas finanzas facilitan un acceso fácil a muy diferentes campos de la actividad espacial, pero principalmente a los grandes y costosos proyectos, como la construcción de estaciones espaciales alrededor de la Tierra o la Luna y los programas de exploración de la Luna y Marte y de montaje de colonias en la superficie de ambos astros. Un tercer campo que se manifiesta más accesible es participar en la creación de instituciones para el adiestramiento de astronautas profesionales u ocasionales que, como los turistas espaciales, quieren tener una experiencia en ingravidez más allá de la Tierra. 

Contenedor que se ha instalado a bordo del lanzador ruso Soyuz para desplegar en el espacio el nano satélite emiratí MeznSat
La inversión privada es mayor que la gubernamental

Resulta evidente que el espacio estaba ligado en décadas anteriores con actividades relacionadas con la Seguridad Nacional, pero tal y como refleja el documento redactado en Dubái, existen campos que es posible desvincular del escenario militar, lo que origina que las actividades espaciales “ya no están solo lideradas por los países y los gobiernos”. Un ejemplo es lo ocurrido en 2019, en que “la inversión gubernamental en materia espacial aumentó un 1%, mientras que los fondos del sector privado crecieron en un 6,3%”, subraya el informe.

Es un hecho que multimillonarios, emprendedores y corporaciones industriales de sectores muy dispares se han interesado por la industria espacial y han efectuado importantes inversiones. El documento cita como ejemplos las iniciativas del norteamericano Jeff Bezos ‒el fundador y director ejecutivo de Amazon‒ propietario de la compañía de turismo espacial Blue Origin; y del británico Richard Branson, creador de todo un grupo de empresas comerciales y también de Virgin Galactic, que pretende llevar a cabo vuelos espaciales suborbitales tripulados y la puesta en órbita de pequeños satélites.

Equipo de profesores y alumnos de la Universidad Americana de Ras al-Jaima que ha puesto a punto el nano satélite emiratí MeznSat con la colaboración de la compañía alemana EXO Launch

En los últimos años también se ha producido una aceleración de las alianzas público-privadas. Agencias espaciales de la importancia de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA) han modificado sus criterios y ahora propician el acceso a las tecnologías emergentes puestas a punto por empresas privadas.

Las iniciativas que son el resultado de alianzas entre el sector público y el privado se ponen de manifiesto en proyectos tan diferentes como la captura de satélites en órbita para recargarlos de combustible y volver a ponerlos en funcionamiento, la investigación en condiciones de micro gravedad para aplicaciones biomédicas o las comunicaciones inalámbricas a bordo de astronaves. Una de ellas es la gran apuesta del sudafricano nacionalizado norteamericano Elon Musk ‒cofundador de PayPal y director general de Tesla Motors‒ creador de SpaceX, compañía dedicada a la fabricación y comercialización de lanzadores espaciales, que se ha enfrentado a los gigantes Boeing y Lockheed Martin y ha logrado obtener importantes contratos de la NASA y del Pentágono.

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