La Comunidad emitió un comunicado condenando los hechos protagonizados por una “turba de fanáticos religiosos incitados por clérigos islamistas”

La Comunidad Ahmadía denuncia el ataque violento contra su Convención Anual en Bangladesh y la muerte del joven Jahid Hasan

La Comunidad Musulmana Ahmadía ha emitido un comunicado denunciando el ataque violento contra la 98ª Convención Anual de la Comunidad Ahmadía en Bangladesh, que se estaba celebrando en la localidad de Ahmednagar.

Según la nota oficial, “una turba de fanáticos religiosos incitados por clérigos extremistas atacó esta convención y destrozó, incendió y saqueó varias decenas de hogares y tiendas pertenecientes a áhmadis”, y “durante el ataque, Jahid Hasan, un joven de 25 años, murió apaleado cuando intentaba proteger el recinto de la convención”.

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A continuación, se reproduce el comunicado oficial de la Comunidad Musulmana Ahmadía:

COMUNICADO DE PRENSA

PERSECUCIÓN DE LA COMUNIDAD AHMADÍA EN PAKISTÁN

ATENTADO MORTAL CONTRA LA CONVENCIÓN ANUAL DE LA COMUNIDAD MUSULMANA AHMADÍA EN BANGLADESH

Nos sentimos conmocionados al tener que comunicar un violento ataque que tuvo lugar el día 3 de marzo de 2023 en la jornada inaugural de la 98ª Convención Anual de la Comunidad Ahmadía en Bangladesh, que se estaba celebrando en la localidad de Ahmednagar.

Una turba de fanáticos religiosos incitados por clérigos extremistas atacó esta convención y destrozó, incendió y saqueó varias decenas de hogares y tiendas pertenecientes a áhmadis.
 
Durante el ataque, Jahid Hasan, un joven de 25 años, murió apaleado cuando intentaba proteger el recinto de la convención. Otras cuatro personas fueron trasladadas al hospital en estado grave, y varias decenas resultaron heridas de menor gravedad. Resulta especialmente trágico que el ataque se produjera a plena luz del día, ante la pasividad de la Policía. Varios hogares quedaron calcinados. El día anterior al ataque, algunos jóvenes habían vandalizado e incendiado varias viviendas. También habían profanado una tumba y destrozado la lápida de miembros veteranos de la comunidad.

A pesar de las garantías ofrecidas por el Comisario y el Superintendente de Policía del Distrito de que se tomarían las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la Convención Anual, la Policía permaneció en silencio y se mostró indulgente durante la mayor parte del ataque.

Solicitamos de nuevo su amable apoyo para exigir al Gobierno de Bangladesh que haga efectiva la libertad de religión y la salvaguarda de los derechos humanos. Es necesario ejercer presión contra el Gobierno de Bangladesh para que detenga a todos y cada uno de los culpables que han estado alimentando el odio e incitando a la violencia, con el resultado de este brutal ataque y asesinato, y sean llevados urgentemente ante la justicia. 

Lo cierto es que los incidentes de persecución religiosa contra los áhmadis musulmanes residentes en Bangladesh no han hecho sino aumentar, instigados por agentes no estatales. El Gobierno y los organismos encargados de hacer cumplir la ley no están protegiendo a los miembros de la Comunidad Ahmadía ni ponen freno a la incitación al odio. Esta persecución muestra el absoluto desprecio a los derechos de nuestra Comunidad en Bangladesh, cuyos miembros viven con un profundo sentimiento de inseguridad.

Como hemos recordado en otras ocasiones, el 13 de julio de 2021, los expertos en derechos humanos de la ONU expresaron su profunda preocupación por la falta de atención a las graves violaciones de derechos humanos perpetradas contra la Comunidad Ahmadía en todo el mundo y pidieron a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para poner fin a la persecución de los áhmadis. 

Instamos encarecidamente a la comunidad internacional que exija al Gobierno de Bangladesh que asuma su responsabilidad, proporcione protección efectiva y libertad de práctica religiosa a los áhmadis, y emprenda enérgicas acciones legales para que los autores intelectuales y materiales de estos despiadados ataques sean llevados ante la justicia; y para que ajuste la aplicación de sus leyes y prácticas a las normas internacionales, tal y como se establece en el artículo 20, el artículo 2 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el artículo 18 y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,  (PIDCP), artículos 25 y 26.

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