EL T-MEC constituye un signo alentador para las perspectivas a largo plazo en el sector industrial y farmacéutico

La COVID-19 y la industria mexicana: cómo las leyes de propiedad intelectual del T-MEC reorganizarán el panorama posterior a la pandemia

REUTERS/KEVIN LAMARQUE - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, firman declaraciones conjuntas en la Casa Blanca en Washington, Estados Unidos, el 8 de julio de 2020

Si bien la economía de México ha resultado particularmente afectada por el coronavirus, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, o USMCA por sus siglas en inglés) y en particular, las nuevas leyes de propiedad intelectual (PI) constituyen un signo alentador para las perspectivas a largo plazo del sector industrial y farmacéutico.

El 1 de julio el T-MEC reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, o NAFTA por sus siglas en inglés) como marco que rige el comercio entre los tres países.

Además de aumentar las regulaciones ambientales y laborales e incentivar la producción nacional de vehículos, el tratado ha actualizado las protecciones de la propiedad intelectual, en una medida que las autoridades esperan que estimule la investigación y el desarrollo (I&D) en la industria.

Con el fin de alinearse con las disposiciones del T-MEC, México promulgó la Ley Federal de Protección a la Propiedad Industrial, que entrará en vigor 90 días hábiles siguientes al de su publicación el 2 de julio.

Incentivando la inversión

En el caso de México, se espera que la legislación actualizada de PI incentive y renueve la innovación y la I&D en las industrias locales, un campo que ya se ha visto impulsado por la necesidad de encontrar soluciones internas a los problemas mundiales planteados por el Covid-19, incluida la disrupción de las cadenas de suministro.

Se cree que las nuevas normas, que armonizan las leyes de PI entre México, los Estados Unidos y Canadá, no sólo alentarán a las empresas locales a ampliar la I&D, sino que también podrían convertir a México en más atractivo para las grandes empresas extranjeras que deseen invertir en el país.

"La llegada del T-MEC en 2020 representa un hito positivo para México, ya que proporciona seguridad a largo plazo para los inversores y establece reglas claras para la comunidad empresarial", dijo a OBG Fernando Cruz, presidente de Novartis México. "Además, como consecuencia habrá más posibilidades de comercio intrarregional y colaboración en materia de I&D."

Aunque la economía de México se ha vuelto más sofisticada desde el establecimiento del TLCAN a mediados de los noventa y ahora produce dispositivos médicos, medicamentos y automóviles de alta tecnología, agregarle valor a esos productos y otros servicios a través de la innovación y de la I&D será fundamental para que México evite la trampa de la renta media.

Esto es particularmente relevante para la industria mexicana, que podría beneficiarse de la reubicación de las empresas multinacionales en el país como parte de los esfuerzos de nearshoring a raíz de la COVID-19.

Bajo los términos del T-MEC, la protección de los diseños industriales, definidos como los aspectos ornamentales o estéticos de un producto, se ha aumentado de 10 a 15 años.

Una oportunidad para los productos farmacéuticos

Otra área en la que las nuevas leyes de PI podrían tener un impacto significativo es en la industria farmacéutica ya que este sector tiene un potencial de crecimiento considerable. En 2017, 20 de las 25 principales empresas farmacéuticas del mundo tenían presencia en México, y alrededor del 22,7% del gasto total en salud estaba destinado a la industria farmacéutica, según la OCDE.

Las exportaciones farmacéuticas se valoraron en 1.200 millones de dólares en 2018, siendo México el primer país de América Latina y el número 27 a nivel mundial.

El sector también ha recibido un importante impulso debido de la crisis de la COVID-19. La producción de fármacos genéricos se ha intensificado progresivamente, en particular para satisfacer la demanda de exportaciones a los EEUU, y se espera que México pueda aprovechar esta situación para convertirse en un líder de las exportaciones médicas a mediano plazo. 

Incluso antes del coronavirus y de la implementación del T-MEC, se preveía que el segmento de genéricos creciera a una tasa anual del 11% hasta 2025. La firma de inversiones Seale & Associates cree que, para ese punto, el segmento podría valer 9.5 mil millones de dólares.

El fortalecimiento de la protección de la propiedad intelectual acentuará sin duda este crecimiento, entre otras cosas, incentivando la innovación en este campo.

"Aunque que la I&D en el sector farmacéutico hasta ahora no ha sido una prioridad para este gobierno, la entrada en vigor del T-MEC y la correspondiente ley de propiedad intelectual podría sentar las bases para reforzar el ecosistema de la I&D en México", dijo a OBG Karel Fucikovsky, director general para México y Centroamérica en Pierre Fabre. "Sin embargo, esto debe ir acompañado de un enfoque más cohesivo por parte de entidades gubernamentales como la COFEPRIS [Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios]".

Estas protecciones también agilizarán los procesos. "Un aspecto de la nueva ley de propiedad intelectual es la disposición Bolar, que permite a las empresas preparar la información necesaria para solicitar una autorización de comercialización mientras la patente sigue siendo válida, haciendo posible una transición más armoniosa para la producción a gran escala", dijo Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, a OBG.

Este desarrollo también se alinea con los esfuerzos anteriores para reforzar el sector médico del país. Lanzado el año pasado, el Plan Nacional de Salud 2019-24, busca fortalecer la industria farmacéutica nacional a través de la innovación y de la I&D, entre otros objetivos.

Además, se han realizado una serie de inversiones en los últimos años. El año pasado la empresa estadounidense Pfizer anunció planes para invertir 26 millones de dólares en el país, de los cuales 15 millones serán destinados a la I&D. Por otro lado, la multinacional suiza Novartis busca establecer en México su centro de investigación clínica para América Latina después de haber invertido en el país entre 3.5 y 5 millones de dólares en el año 2018.

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