La crisis del gas en Europa
Rusia es el principal proveedor de gas en Europa; Ucrania sería el principal perjudicado por Nord Stream 2
Europa, al igual que muchas otras partes del mundo, está sufriendo una crisis energética. En lo que va de año, la cotización del gas natural se ha incrementado un 110%, mientras que la del petróleo Brent, que se extrae principalmente del mar del Norte, se ha elevado un 50% en el continente. Además, por primera vez en casi dos años, el precio del barril de este tipo de crudo ha alcanzado los 80 dólares. El carbón también se encuentra en un estado crítico, ya que la India, uno de los principales productores, está sufriendo una escasez de este mineral.
No obstante, Europa, a pesar de estar experimentando una fuerte subida en el precio de la energía, no está sufriendo unos efectos tan graves como los que padece China, donde ya han comenzado a racionar la electricidad. Aún así, las reservas de gas natural se encuentran en niveles históricamente bajos. Según informa Gas Infrastructure Europe, el almacenamiento de gas natural actual ronda el 76%, mientras que el año pasado por estas fechas estaba lleno al 95%. Por otra parte, algunos países como Austria han advertido sobre un posible apagón que podría durar semanas. “La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo”, declaró la ministra de Defensa austriaca, Klaudia Tanner. Las autoridades alemanas han seguido los pasos de sus vecinos y ha optado por ofrecer pautas a los ciudadanos en caso de que esto ocurriese.
En este sentido, Europa debe buscar formas de enfrentar esta escasez energética que podría tener graves consecuencias. “Europa tiene que importar alrededor del 70% del gas que necesita, y se espera que esta proporción aumente en los próximos años”, señaló la Unión Europea a través de un comunicado de 2020. La mayor parte de este gas proviene de Rusia, en concreto, del monopolio estatal Gazprom. Esta empresa es además la mayor compañía de gas natural del mundo con 158,2 mil kilómetros de tuberías. La actual situación política entre la Unión Europea y Rusia condiciona el envío de este bien energético.
Recientemente, la Bundesnetzagentur, la agencia que regula el sector energético en Alemania, ha suspendido el procedimiento de certificación del gasoducto Nord Stream 2. Según ha anunciado la institución a través de un comunicado, la compañía encargada del proyecto, con sede en Suiza, solo podrá obtener la validación si “se organiza de una forma legal conforme al Derecho alemán”. De acuerdo con la Agencia, la empresa que se encarga de gestionar el tramo alemán del proyecto no cumple con la legislación alemana ni presenta los requisitos de la para ser considerado un operador “independiente”.
Asimismo, ha recalcado que el gasoducto no puede comenzar a funcionar sin esta aprobación, por lo que, en el caso contrario, podrían imponer sanciones. “Una certificación del operador gasoducto Nord Stream 2 solo puede ser considerada si el operador adopta una forma legal conforme al derecho alemán”, señala la Agencia. Tras el anuncio del organismo alemán, el precio del gas en los mercados internacionales aumentó un 15,24%. También afecto a la empresa Gazprom, ya que el precio de sus acciones descendió un 2%.
Este gasoducto podría solucionar parte del actual problema europeo energético, ya que llevaría el doble de gas a Europa, pudiendo abastecer a 26 millones de hogares. “La certificación avanza con bastante lentitud; lo más probable es que el proyecto se lanza en el mejor de los casos al final de la temporada de calefacción”, explicó Dmitri Marinchenko, director del grupo de recursos naturales y materias primas del grupo financiero Fitch a TASS. Sin embargo, hay expertos que señalan que el inicio de su funcionamiento podría aplazarse hasta el próximo verano.
Esta decisión, según declaró a la agencia de noticias rusa Konstantin Kosachyov, vicepresidente de la Cámara Alta del Parlamento ruso, “no beneficia a la Unión Europea”. Anteriormente, el presidente ruso, Vladimir Putin, ya aseguró que Nord Stream 2 sería “sin duda alguna un proyecto absolutamente beneficioso para la economía europea”.
Por otro lado, autoridades rusas han expresado también su comprensión con la decisión alemana argumentando que la licencia del gasoducto es un “proceso complejo”. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, aseguró que no veía “ningún motivo político detrás de esta medida”. Con la suspensión temporal de Nord Stream 2, Europa actualmente solo se abastece con el gasoducto Yamal-Europa, que atraviesa Bielorrusia, Polonia y Alemania; y el que pasa por Ucrania.
Nord Stream 2 es un gasoducto del gigante Gazprom que tiene como objetivo suministrar gas a Europa Occidental desde el mar Báltico in pasar por Ucrania. Este proyecto vio la luz en 2005, tras un acuerdo entre Putin y el excanciller alemán, Gerhard Schroeder. Las obras de este megaproyecto que recorre el fondo del Báltico hasta las costas del norte de Alemania finalizaron este septiembre con 1.224 kilómetros de tubería construidos. Respecto a la financiación, se estima una inversión de 9.500 millones dólares. No obstante, desde sus inicios, este gasoducto ha creado controversia entre los países europeos, a pesar de que algunas empresas europeas participaron en la construcción, como OMV, Wintershall Rea, Engie, Uniper y Shell. Por este motivo, debido a su gran peso político, Nord Stream ha dejado de ser tan solo un proyecto energético.
Algunos estados han señalado que Nord Stream 2 provocará una dependencia negativa hacia Rusia, sobre todo ahora, cuando los lazos entre Bruselas y Moscú no pasan por su mejor momento debido, entre otras cosas, a la crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Asimismo, el caso del envenenamiento del opositor Alexei Navalny el año pasado causó una brecha profunda entre las dos potencias. La Unión Europea sancionó a varios funcionarios rusos y expulsó a tres diplomáticos de territorio comunitario. Posteriormente, la sentencia judicial de Navalny volvió a avivar tensiones.
En este sentido también es necesario destacar el caso de Ucrania, uno de los países a los que más perjudicaría la puesta en marcha de Nord Stream 2. Si este gasoducto comienza a funcionar, el gas ruso dejaría de pasar por territorio ucraniano, por lo que Kiev perdería millones de euros en derechos de tránsito.
Este proyecto “plantea nuevos desafíos a Ucrania que se suman a los que ya existía”, alertó Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, durante una cumbre en Kiev el pasado octubre con varias autoridades europeas. “La seguridad energética es crural para la independencia de Ucrania. Es necesario desarrollar una visión común a largo plazo de la seguridad energética en Europa”, añadió.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, aseguraron que fortalecerían la cooperación entre Bruselas y Kiev. Asimismo, los dos líderes principales del territorio comunitario anunciaron que estaban trabajando “en la independencia enegértica, vital para Ucrania y para la Unión Europea”.
Zelenski también ha acusado a Moscú de alterar la cantidad del gas en ocasiones, llegando a definir Nord Strem 2 “como un arma”. “Creo que no advertir que se trata de un arma peligrosa, no solo para Ucrania sino para toda Europa, es un error”, comentó el mandatario ucraniano en un encuentro con Angela Merkel en agosto. En la reunión, Merkel aseguró a su socio que desde Europa no permitirían que Putin usase el gas como un “arma política”, e incluso amenazó con sanciones contra Moscú en caso de un bloqueo energético contra Ucrania.
Las heridas abiertas tras el conflicto del Donbás entre Rusia y Ucrania todavía no se han cerrado. La región sigue siendo el principal punto de discordia entre ambos países, una disputa que se ha trasladado a la Unión Europea, que no ha dudado en posicionarse a favor de Kiev contra Moscú. Bruselas también criticó la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, un proceso que consideró como “ilegal”, al igual que muchos otros países, como Estados Unidos.
Washington también ha mostrado su apoyo al Gobierno ucraniano en esta disputa, debido, en parte, a la fuerte enemistad que mantiene con Moscú, acentuada sobre todo desde la llegada de Joe Biden a la presidencia. La actual relación entre Estados Unidos y Rusia se ha llegado a denominar “Nueva Guerra Fría” por las fuertes tensiones entre ambas potencias.
En este contexto, Washington, además respaldar a Kiev, también se ha pronunciado sobre el controvertido gasoducto Nord Stream 2 en varias ocasiones. Estados Unidos se opone a este proyecto, porque según ha señalado, servirá a Rusia para expandir su dominio sobre Europa. Asimismo, ve en Nord Stream 2 un fuerte competidor del gas natural licuado estadounidense. Por este motivo, cabe preguntarse, ¿cuál es el principal objetivo de Washington?, ¿proteger a Europa de esa “influencia rusa” o defender sus intereses mientras perjudica a Moscú?
El Senado nacional, bajo la Administración del anterior presidente, Donald Trump, aprobó sanciones contra empresas relacionadas con la construcción del gasoducto, algunas de ellas, como se ha señalado anteriormente, europeas. El expresidente, calificó este proyecto como “herramienta de coerción” y advirtió que Alemania podría convertirse en un “rehén de Rusia”.
Como era de esperar, desde el Viejo Continente criticaron las decisiones estadounidenses por su intromisión en asuntos europeos. Merkel mostró su desacuerdo con las “sanciones extraterritoriales”, mientras que Heiko Mass, ministro de Relaciones Exteriores alemán, afirmó que estas sanciones eran “una injerencia en las decisiones autónomas tomadas en Europa”. Por otra parte, Rusia, el principal afectado por las sanciones, aseguró que continuaría desarrollando la infraestructura “sin importar las sanciones de nadie”.
El cambio de presidencia no alteró la postura estadounidense respecto al gasoducto ruso-europeo. A pesar de los intentos de Joe Biden por desligarse de las medidas de su antecesor, en muchos casos, mantuvo la misma política exterior. El actual presidente siguió la senda marcada por Trump en cuestiones como China y Rusia, por lo que también fue crítico con Nord Stream 2. No obstante, Biden llegó a un acuerdo con su socia alemana Merkel para permitir completar el proyecto, aunque recalcó la necesidad de proteger el suministro energético de Ucrania.
Varsovia se posiciona con su socio Kiev y otros países del norte respecto al gasoducto de Gazprom. Mateusz Morawiecki, primer ministro polaco, señaló en una entrevista con el periódico alemán Bild que “Nord Stream 2 debe detenerse”. Morawiecki instó a Alemania a dejar de dar dinero “adicional” a Rusia comprándole gas. “Necesitamos trabajar juntos por la paz, y no darle al presidente Vladimir Putin dinero adicional en forma de pagos por recursos energéticos, con los que puede seguir construyendo armas”, comentó el primer ministro polaco.
Morawiecki ha realizado estos comentarios poco tiempo después de acusar a Rusia de estar detrás de la actual crisis migratoria en su frontera. El líder polaco señaló a Putin como “autor intelectual” del ataque híbrido contra la frontera de la Unión Europea. La semana pasada, miles de migrantes, la mayoría procedentes de Irak, llegaron a las puertas de Polonia después de que las autoridades bielorrusas permitiesen su paso hasta la zona. Ahora, todas estas personas, entre ellos muchos niños y bebés, se encuentran atrapadas en tierra nadie, ya que Polonia no les permite avanzar ni Bielorrusia retroceder. Debido a las bajas temperaturas, ya habido varios fallecidos por hipotermia. El Gobierno iraquí ya ha tomado cartas en el asunto; Bagdad ha fletado un vuelo de repatriación de sus naciones desde Bielorrusia.
Aunque esta crisis se haya situado en el foco mediático recientemente, este desafío es algo con lo que los países bálticos, junto Polonia, llevan lidiando varios meses. Por este motivo, Lituania, Letonia y Estonia se han posicionado con Varsovia en esta disputa.
Debido a las sanciones y críticas desde Bruselas contra Bielorrusia por la crisis migratoria, Alexander Lukashenko ha llegado a amenazar con suspender el flujo de gas natural. “Proporcionamos calefacción a Europa y nos desafían con el cierre de la frontera. ¿Qué pasa si bloqueamos el tránsito de gas natural? Recomendaría a los líderes de Polonia, Lituania y otra gente estúpida que se lo pensara mucho antes de hacer algo así”, declaró el líder bielorruso a la agencia de noticias estatal Belta, agravando todavía más la escalada entre Minsk y Bruselas.
A pesar de las graves amenazas, Paolo Gentiloni, comisario europeo de economía ha asegurado que la Unión Europea “no se dejará intimidar”. No obstante, las palabras de Lukashenko se han convertido en actos, ya que "Gomeltransneft Druzhba", el operador de gasoductos en Bielorrusia anunció el miércoles que había reducido el suministro de gas a Polonia durante tres días debido a “trabajos de mantenimiento no programados”, informó la agencia TASS.
Sin embargo, Lukashenko no puede actuar por libre en este tema y necesita la aprobación de Putin, el principal apoyo internacional del régimen bielorruso. El líder ruso ya ha anunciado a través de una entrevista con el canal ruso Russiya 24 que las decisiones unilaterales de Bielorrusia pueden afectar a las relaciones políticas entre ambos. “El cierre bielorruso del tránsito de gas a Europa será una violación de nuestro contrario de tránsito, espero que no llegue a ese punto”, advirtió Putin. El presidente ruso, además, ha optado elevar el suministro de gas a través de gasoducto Yamal-Europa. Según informó TASS, la semana pasa el volumen de gas ascendió 860.000 metros cúbicos por hora, frente a los 360.000 anteriores. Por otra parte, Putin también ha criticado a Europa por la actual crisis energética. Durante una sesión del foro “Semana de la Energía de Rusia”, el presidente ruso señaló que esta situación se debe a la “imprevisión a la hora de acumular reservas”.
En este contexto, Estados Unidos ha vuelto a advertir sobre los planes rusos de usar la energía como un “arma”. “Creo que nos estamos acercando a esa línea si Rusia realmente tiene el gas para suministrar y elige no hacerlo, y solo lo hará si Europa accede a otras demandas que no tienen ninguna relación”, alertó Amos Hochstein, coordinador de asuntos energéticos en la Administración Biden. Hochstein es un oponente clave de Nord Stream 2 dentro del Gobierno estadounidense.
Mientras Europa entra en el invierno, los altos precios de la energía están causando estragos en las economías de los hogares y también de las empresas. A pesar de la suspensión temporal de Nord Stream 2 y de las disputas políticas, Rusia seguirá siendo el principal proveedor de gas a Europa. Aún así, la desconfianza de la Unión Europea sobre Rusia sigue siendo latente. Cuarenta miembros del Parlamento Europeo instaron a la Comisión que iniciara una investigación sobre Gazprom y su posible retención de gas para presionar al continente y así aprobar el funcionamiento de Nord Stream 2. Aunque algunos expertos y políticos también han planteado la posibilidad de que la propia Rusia este experimentado una escasez de gas y por lo tanto intente administrar sus propias reservas.
