El Shakhtar firmó un 0-3 en la primera parte. El Bayern arrasó al Atlético. El Sevilla mereció más ante el Chelsea y el ‘Baby Barça’ goleó sin defender

La deriva del Real Madrid en la Champions

PHOTO/INDIRA/DAX vía ZUMA - El entrenador del Real Madrid Zinedine Zidane aparece abatido durante el partido de fútbol del Grupo B de la Liga de Campeones de la UEFA entre el Real Madrid CF y el FC Shakhtar Donetsk en el Estadio Alfredo di Stéfano
#ChampionsEnValdebebas

Una tarde de miércoles rara. La borrasca Bárbara de paso por Madrid. Un partido de Champions a las 18:55. Sin público. En Valdebebas. Sin Ramos. Ante un Shakhtar con ocho titulares de baja. La derrota ante el Cádiz. Nada acompañaba. Menos aun cuando Zidane entregó la alineación al rival. Sin Benzema y con Marcelo. Quedaba esperar a que el rey de Europa se sintiera motivado por el himno de la Champions. También se podía esperar que alguien hubiera avisado a los jugadores que la historia del Real Madrid hay que cuidarla. Que el debut en Europa del estadio Alfredo di Stéfano no podía legarse a la historia con una derrota y esa imagen. 

#DesidiaBlanca

El Real Madrid vuelve al ciclo de la desidia. De carencias físicas. De no saber a qué jugar. De una falta de motivación alarmante. La única labor de Zidane en ese vestuario es gestionar el hambre de los jugadores. No hay táctica. No hay videos del rival. Egos, ánimos, voluntades, inercias… su currículo le permite entrenar así. Pero ese sistema cae sin red cuando no hay nada que sostenga el fútbol del Real Madrid. Un estilo definido. Una mecánica. Un patrón al que agarrarse cuando no se ve la portería del rival. 

Karim Benzema del Real Madrid, centro, y Marcos Antonio del Shakhtar luchan por el balón durante la Liga de Campeones, partido de fútbol del grupo B entre el Real Madrid y el Shakhtar Donetsk en el estadio Alfredo di Stéfano de Madrid, el 21 de octubre de 2020
#Ramos

Ramos no es Cristiano. Y Cristiano era el jugador que mantenía a raya a sus compañeros. El jugador que no rendía a su nivel tenía un problema. Pero si se ponía a su altura, no perdía. El defensa sevillano no tiene tanta ascendencia en el campo. Su garra llega desde la defensa y no es lo mismo hablar a base de goles que a base de goles encajados. Desde la grada del Di Stéfano vio a un equipo deshilachado. Entregado a batallas perdidas. Jovic no tiene nada que no tenga Mariano para jugar de delantero centro. Marcelo pone el piloto automático para subir la banda, centrar y combinar arriba, pero ya no llega a defender a tiempo. El resto corretea y mueve la pelota mecánicamente de un lado a otro. No hay plan. 

#Defensa

El Madrid no mejorará para el domingo. No habrá milagros. Pero habrá una defensa numantina para defender el 0-0 a toda costa. El mismo resultado que el último derbi en el Metropolitano, por ejemplo. Zidane tapa el mal momento de los jugadores con algo tan prehistórico como defender mucho y bien.  Un empate en el Camp Nou ante el Barça será música celestial para el Real Madrid. Mejor jugarse la Liga en el resto de los partidos que salir goleado de Barcelona. 

Lionel Messi, del FC Barcelona, marca su primer gol desde el punto de penalti, en el partido entre el FC Barcelona y el Ferencvaros, el 2020 de octubre de 2020
#BabyBarça

Koeman va modelando a su Barça. Los jóvenes graban su nombre en cada centímetro del césped. Pedri, Ansu Fati, Trincao o Dembelé ya tienen plaza para ser titulares en el primer equipo y disfrutar del último año de Messi de azulgrana. Griezmann manda señales a Simeone para que lo rescate. La defensa es el agujero negro del Barça. Umtiti no se recupera de su lesión y Lenglet no es infalible. Sin Piqué, nadie fija las marcas y el equipo sufre. Messi va por libre. Jugará y marcará cuando y como quiera. Nadie le pedirá explicaciones. Se moverá por pura motivación. Y el blanco le motiva. 

Frenkie de Jong, izquierda, intenta detener a Eldar Civic del Ferencvaros durante el partido de fútbol del grupo G de la Liga de Campeones entre el FC Barcelona y Ferencvaros en el estadio Camp Nou de Barcelona, España, el martes 20 de octubre de 2020
#Atletas

El Atlético de Madrid no fue rival para el Bayern de Múnich. El campeón de Europa arrasó a los de Simeone. Hasta el Sevilla le plantó más cara al equipo bávaro. El Atleti no se salió mucho de su estilo, pero las bestias físicas alemanas juegan a otra cosa. Decía Guardiola hace años que los jugadores del Real Madrid eran atletas mientras su Barça era un equipo de bajitos jugones. Si el ‘tikitaka’ no funcionaba estaban perdidos, pero como los pases tenían sentido hicieron historia. A lo que juega el Bayern se le hace frente defendiendo atrás; metiendo más ritmo al partido o tocando mucho y muy bien. Simeone se quedó en tierra de nadie y se llevó cuatro. 

Kingsley Coman (centro) del Bayern de Múnich marca el primer gol de su equipo durante el partido de fútbol del Grupo A de la Liga de Campeones de la UEFA entre el FC Bayern de Múnich y el Atlético de Madrid en el Allianz Arena
#Lopetegui

El Sevilla tiene el sello de Lopetegui. Merece cada punto que consigue, cada copa que levanta, cada jugador del que saca rendimiento. El recuerdo del maltrato al que le sometió Rubiales no se olvida porque el fútbol son momentos que no vuelven. El presupuesto y el límite salarial le han dejado sin un delantero que marque las diferencias. El ritmo que impusieron ante el Chelsea es el de un equipo Premier. En España ya no se juega con esa intensidad y corren el peligro de sufrir un bajón inoportuno. 

Kai Havertz del Chelsea durante el partido entre el Chelsea y el Sevilla, el 20 de octubre de 2020

La primera jornada de Champions nos dejó estadios vacíos y alguno ucraniano con público que nos hacían mirar la tele con nostalgia. Antes volverá la afición a la grada que un equipo español levante la Champions.

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