El FMI recorta al 1,6% el crecimiento económico de Latinoamérica

La inestabilidad chilena y la baja inversión mexicana pasan factura a las economías de Latinoamérica

photo_camera AFP/JIM WATSON - Logotipo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la sede del FMI en Washington, DC

La incertidumbre sobre la debilitada marcha de la inversión en México y el impacto económico de la inestabilidad generada en Chile por una protesta social que ha puesto en jaque a la Administración han reducido las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en una Latinoamérica que, además, sigue sufriendo la crisis de Venezuela y Nicaragua, el estancamiento de Ecuador, la debilidad de Argentina y la situación en Bolivia.

Ante este panorama y, pese a la mejora que se percibe en Brasil, el FMI ha recortado en 0,2 puntos porcentuales al 1,6%, su previsión de crecimiento para la región en 2020. Una mala noticia tras el raquítico crecimiento del 0,1% en 2019, que el Banco Mundial (BM) rebaja a avance nulo.

En la actualización en Davos de sus ‘Perspectivas Económicas Globales’, la entidad echa un jarro de agua fría sobre una región que acumula años de débil avance. “La revisión se debe a un recorte de las perspectivas de crecimiento para México en 2020-21, debido, entre otras cosas, a la persistente debilidad de la inversión, además de una considerable revisión a la baja para Chile, afectando al malestar social”, según el Fondo, que no obstante ve recuperación, aunque a paso lento, y pronostica una expansión del 2,3% en 2021 (una décima menos).

El recorte, por lo demás, se enmarca en un empeoramiento de las perspectivas globales: el FMI rebajó en una décima de punto, al 3,3%, su previsión de crecimiento mundial este año. Y para 2021, la afeitó al 3,4%. "La intensificación de los disturbios sociales en muchos países, lo que refleja en algunos casos erosión de la confianza en las instituciones establecidas y la falta de representación en las estructuras de gobierno, podría interrumpir la actividad, complicar los esfuerzos de reforma y debilitar el sentimiento, arrastrando el crecimiento a cotas muy inferiores a lo previsto”, alerta el FMI.

Solo el Brasil de Bolsonaro aporta motivos de esperanza a corto: la revisión al alza de su crecimiento ha moderado el tamaño del recorte de previsiones en la región. El FMI eleva en 0.2 puntos, al 2%, el avance del gigante regional en 2020 y las sube al 2,3% en 2021, por “una mejora en la confianza tras la aprobación de la reforma a la ley de pensiones”.

Brasil registra una lenta recuperación tras dejar atrás en 2017 (1%) la peor recesión de su historia moderna, con dos caídas seguidas del PIB del 3,5% en 2015 y 2016. El plan de ajustes fiscales y privatizaciones lanzado de Bolsonaro en 2019 para recuperar confianza de inversores e impulsar la economía parece surtir efecto.

México, la cara contraria

La segunda economía de la región, México, ofrece la cara contraria. El Fondo proyecta ahora una expansión del 1% en 2020, tras reducir en 0,3 puntos porcentuales su previsión de octubre, en consonancia con la horquilla del banco central mexicano de un crecimiento del 0,8% al 1,8%. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) no parece haber convencido a los inversores de su política económica, pese a que el pacto comercial T-MEC con Estados Unidos y Canadá avanza hacia su aprobación final. La debilidad mostrada por la inversión nacional y exterior inquieta. Para 2021, el Fondo otea un avance del 1,6% (tres décimas menos).

Los expertos estiman que algunas acciones del Gobierno AMLO han generado nerviosismo entre los inversores, principalmente la cancelación del millonario proyecto de un nuevo aeropuerto de Ciudad de México. Y que no es, ni mucho menos, el único caso. El Banco Mundial ha sido más pesimista que el FMI y dijo esperar un crecimiento cero en 2019 y un avance limitado al 1,2% en 2020.

Crecimiento lento para Chile, que progresará menos de lo previsto debido a la agitación social. Aunque el Fondo no ha cuantificado aún el impacto de las movilizaciones iniciadas en octubre, la entidad anticipa que será importante y podría suponer una merma de más de un punto, tanto en 2019 como en 2020. El Banco Central de Chile dijo esperar una expansión del 0,5% al 1,5% en 2020 en diciembre. La movilización social se inició el 18 de octubre con una protesta por el precio del transporte que derivó en violentas manifestaciones contra la desigualdad. “El avance de Chile, que se anticipaba que subiese a un rango del 2,5% al 3,5% va a tener una rebaja considerable”, según el FMI, que antes de las protestas oteaba un 3% en 2020 y un 3,2% en 2021, tras un previsto 2,5% en 2019.

Incertidumbre global

La incertidumbre global detectada en Davos ha llevado también al Fondo a aconsejar que los emergentes garanticen “redes de seguridad adecuadas para proteger a los vulnerables”. La receta para evitar más conflictos sociales y su impacto en la economía es clara. “El objetivo común debe de ser lograr un crecimiento más inclusivo a base de gasto en salud y educación para realzar el capital humano, e incentivar el ingreso de empresas que generen puestos de trabajo de alto valor agregado y que empleen a segmentos amplios de la población". Para el ente “lo indispensable es poner en marcha reformas estructurales, ampliar inclusión y garantizar que las redes de protección social”.

Tampoco el BBVA se muestra eufórico en su último boletín. La entidad juzga que Latam avanzará el 1,4% este año, tras el 0,6 % de 2019. Y para 2021, pronostican un aumento del 2,1% si sigue la buena marcha de demanda interna e inversión privada. La recuperación será general, excepto en Argentina, pero tendrá diferentes velocidades, con tasas por encima del 3% en Perú y Colombia, por debajo del 2% en Brasil, México y en torno al 0,5% en Chile. Argentina es la excepción entre las grandes economías y en 2020 la recesión se agudizará y la caída del PIB llegará al 3%. Chile crecerá el 0,4%, frente al 0,8% de 2019. Y en Colombia y Perú “donde estamos viendo los frutos de casi 30 años de buen manejo macro, que han hecho que las economías sean más resistentes a choques externos”, crecerán el 3,2% y el 3,1% en 2020.
 

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