El Constitucional alemán publica una sentencia en la que declara el programa de compra de bonos de la entidad parcialmente inconstitucional

La justicia alemana cuestiona la actuación del Banco Central Europeo de los últimos 10 años

photo_camera PHOTO/BORIS ROESSLER - Christine Lagarde, actual presidenta del BCE, junto a Mario Draghi, presidente de la entidad desde 2011 hasta 2019

El Tribunal Constitucional de Alemania, con sede en la ciudad de Karlsruhe, ha hecho temblar uno de los cimientos de la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), este martes. Poco después de las 10 de la mañana, se hacía pública una sentencia que considera que el programa de compras puesto en marcha por el BCE es parcialmente inconstitucional y urge a modificarlo. En contra del criterio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que en 2018 consideró que el programa de compra de bonos entraba dentro de las atribuciones de la entidad dirigida por Mario Draghi, la justicia alemana exige al BCE pruebas de que su actuación ha sido proporcional y le da tres meses para justificarlo. De lo contrario, exige que el Bundesbank, con un 26% de capital en el organismo, deje de participar en las compras.  

Todo empezó hace cinco años, cuando 1.750 personas acudieron a los tribunales para denunciar la ilegalidad del programa de compras de Draghi. El TJUE sentenció la legalidad de las medidas, pero ahora el tribunal alemán les da parcialmente la razón y exige pruebas al BCE de que ha actuado de manera proporcional, limitándose a la gestión de la política monetaria.  

Sin embargo, la demanda de un grupo de empresarios alemanes, que denunciaron que el BCE estaba financiando a los Estados, ha sido desestimada por el Constitucional alemán al considerar que no se ha violado la prohibición de financiar los presupuestos de los Estados miembros, tal y como recogen los estatutos del BCE.  

Jueces alemanes

La Comisión Europea ha reaccionado rápidamente. Eric Mamer, portavoz de la comisión, ha recalcado que el derecho europeo prima sobre el del resto de Estados y que las decisiones del TJUE son vinculantes para todos los tribunales nacionales, incluido el Constitucional alemán. El Consejo de Gobierno del BCE, tras una reunión el pasado martes por la tarde, afirmó que tomaba nota de la sentencia, pero ha recordado que el TJUE ha respaldado su programa

“El derecho de la Unión Europea está por encima del de los Estados miembros. Esta es una sentencia claramente nacionalista. Estos jueces no quieren aceptar que el TJUE está por encima del Constitucional”, recuerda Diego López Garrido, vicepresidente de la Fundación Alternativas y ex secretario de estado para la UE, en declaraciones a Atalayar. 

El presidente del Constitucional, Andreas Voßkuhle, ha explicado durante la presentación de la sentencia que se había incumplido la legislación alemana porque ni el Gobierno ni el Parlamento habían revisado las decisiones del Consejo del BCE. “La sociedad y los políticos alemanes tienden a ser muy ortodoxos fiscalmente, tienen el recuerdo de la hiperinflación de los años 20 y se toman muy en serio la responsabilidad fiscal”, expone Jon Frías, profesor de Economía de la Universidad Europea de Canarias, a Atalayar. 

La tercera economía del mundo y el motor económico de la UE desacredita a las instituciones europeas con esta sentencia. Aunque todavía es pronto para vislumbrar el alcance de esta decisión, se ha puesto en cuestión el programa que permitió controlar las primas de riesgo de España e Italia durante la última crisis financiera. “La liquidez proporcionada por el BCE durante la última recesión y que permitió salvar el euro ahora está en duda y esto va a tener efectos en la economía española”, asegura Garrido.  

Situación económica complicada 

La sentencia llega en un momento económico muy complicado para la UE. Las previsiones macroeconómicas presentadas este miércoles por Comisión Europea indican que el PIB caerá un 7,4% en 2020. Se trata de la mayor recesión de su historia. La eurozona, formada por los países que utilizan la moneda común, también sufrirá una caída del 7,7%. El Constitucional alemán ha señalado que la sentencia emitida no afecta a las medidas adoptadas ni por la UE ni por el BCE en la actual crisis sanitaria, en referencia a las compras por valor de 750.000 millones de euros que el pasado mes de marzo puso en marcha la institución presidida por Christine Lagarde. Pero para este nuevo fondo se han flexibilizado las normas de los anteriores programas, por lo que se abre la vía a nuevas demandas. “Ese es el gran riesgo”, explicaba a través de Twitter Vítor Constâncio, ex vicepresidente del BCE.  

BCE

Aunque es difícil que el BCE abandone ahora los programas de compra, en el contexto de la crisis de la COVID-19, el margen de maniobra de Lagarde se estrecha bajo esta advertencia de la economía más poderosa de la UE. “Es una señal malísima para el mercado, ha sido un golpe bajo de Alemania a la UE. La prima de riesgo de España lleva unos días subiendo y esto va a suponer un mayor coste a la hora de buscar financiación en los mercados”, asevera Frías. Además, para López Garrido, existe el peligro de que los miembros del Bundesbank que participan en las decisiones que toma el BCE dejen de asistir a las reuniones o sean hostiles a los acuerdos que se decidan en el seno de la entidad.   

Recuperación desigual 

“La UE ha entrado en la recesión económica más profunda de su historia”, ha declarado de forma contundente el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, durante la rueda de prensa para presentar las estimaciones. Las cifras de 2020 serán peores que las que se registraron durante la recesión de 2009, cuando la economía de la eurozona se contrajo un 4,5%. Bruselas estima que en 2021 habrá de nuevo un crecimiento que llegará al 6,3% en el área de la moneda única y un 6,1% en la UE.  

El Ejecutivo comunitario también ha alertado de que el golpe para la economía de la Unión será simétrico porque la pandemia ha afectado a todos los estados miembros, aunque ha resaltado que la fortaleza de la recuperación en 2021 será diferente en cada territorio y dependerá de la evolución de la pandemia en cada país, de la estructura de su economía y de los recursos financieros de cada país

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