La capital religiosa del islam se prepara para recibir a un millón de musulmanes después de dos años de parón por la pandemia

La Meca vuelve a acoger la festividad del Hajj

PHOTO/AFP - Los fieles y peregrinos musulmanes (de blanco) rezan alrededor de la Kaaba, el santuario más sagrado del Islam, en la Gran Mezquita de la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudí, el 6 de julio de 2022, durante la peregrinación anual del Hajj

Comienza una de las fechas más importantes para los musulmanes: la festividad del Hajj, la conocida como “la peregrinación sagrada”. La Meca, la considerada como la ciudad más santa del islam, acogerá del 7 de julio al 14 del mismo mes a 1 millón de peregrinos que, movidos por la fe, cumplirán con una de sus obligaciones más sacras.

Después de dos años de restricciones por la pandemia de la COVID-19, La Meca se prepara así para acoger una peregrinación masiva, en la que, debido a la alta afluencia, las medidas de seguridad son máximas con el fin de evitar altercados y accidentes. Asimismo, los peregrinos extranjeros que acudan a este lugar sagrado deberán presentar una PCR negativa, además de llevar mascarilla dentro de la Gran Mezquita. 

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En este sentido, el Ministerio de Salud saudí ha preparado 23 hospitales y 147 centros de salud tanto en La Meca como en Medina, la que sería la segunda ciudad más sagrada, en caso de que los peregrinos de cualquier parte del mundo presenten algún problema de salud.  

Además, el Ministerio de Hajj y Umrah, en colaboración con la Autoridad General para Awqaf, ha lanzado un total de 13 manuales electrónicos que ofrecen, con todo detalle, consejos a los peregrinos que vayan a acudir a La Meca. Los manuales están disponibles en 14 idiomas, entre los que se incluyen francés, turco, persa, urdu, ruso y amárico. 

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El Ministerio explicó a través de un vídeo compartido en Twitter que “estos manuales electrónicos de orientación son interactivos” e incluyen “la Sharía, directivas de procedimiento organizativas y de salud que los peregrinos necesitarán durante su viaje Hajj”. 

La importancia de La Meca para el islam

De acuerdo con el quinto pilar del islam, todo aquel musulmán que tenga buena salud y cuente con medios económicos suficientes deberá peregrinar, al menos una vez en la vida, a La Meca. Para los musulmanes esta ciudad es de suma importancia ya que fue aquí donde el profeta Mahoma nació y fue el sitio donde se le reveló el Corán, el libro sagrado del islam, a través de sueños y apariciones. 

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En esta peregrinación los fieles se dirigen hacia La Kaaba. Este lugar sagrado, característico por su forma de cubo, está situado en la mezquita de Masjid al-Haram y es considerado como “la casa de Dios, donde lo sagrado toca lo terrenal”. Asimismo, es hacia La Kaaba donde los musulmanes se orientan para rezar. De acuerdo con el Corán, desde que Mahoma huyó a La Meca, en lo que se conoce como La Hégira (el año utilizado como origen en el calendario musulmán), todos los musulmanes dirigen su rezo hacia aquí. En un primer momento, los creyentes rezaban orientados hacia Jerusalén, sin embargo, con la migración de Mahoma a La Meca, estos cambiaron su orientación hasta finalmente fijarla en esta ciudad.

Además, según el Corán, Abraham e Ismail pusieron los cimientos de la estructura, por lo que es considerado como el primer templo dedicado a un Dios.

En esta primera jornada algunos fieles ya se han acercado a La Kaaba para realizar los primeros rituales de la peregrinación. El primero de ellos consiste en caminar hasta un total de siete veces alrededor de la estructura de La Kaaba en sentido contrario a las agujas del reloj, un rito que se considera preislámico y que simula el movimiento que harían los ángeles alrededor del trono de Dios. Posteriormente proceden a beber agua de Zam Zam, el pozo sagrado ubicado en la mezquita de Masjid al-Haram, un agua que mantiene un simbolismo místico ya que es capaz de purificar y limpiar los pecados. 

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Los siguientes ritos consisten en realizar un recorrido por las colinas de Safa y Marwa y vuelven a la mezquita para completar el mismo circuito en un total de siete veces. Los dos días posteriores, los peregrinos se dirigen hacia la ciudad de Mina, donde realizan un ritual en el que se procede a lapidar, de manera simbólica, al diablo. Aquí los creyentes lanzan guijarros a tres muros. Metafóricamente, según dicta el Corán, este acto se refiere a la acción que realizó Ibrahim cuando este lanzó piedras al diablo después de que se le apareciera, hasta en tres ocasiones, en dicho lugar. 

Después de dichas ceremonias, los peregrinos vuelven a vestir como suelen hacerlo de forma habitual. Los hombres se afeitan todo el pelo y las mujeres se cortan un mechón. Después, los fieles recibirán el título honorífico de “Hajj”, que certifica que se ha cumplido la peregrinación. 

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Por otro lado, a la hora de acceder a La Meca, el peregrino tiene que vestir dos prendas blancas, sin costuras, sandalias y, en caso de los hombres, afeitarse. Junto a esto, todo el territorio de La Meca es considerado como sagrado y está vetada la entrada a aquellos que no son musulmanes.

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