El cambio de postura de Arabia Saudí desnivela la balanza en favor de la bajada de precios

La OPEP+ aumenta en un 50% la producción de petróleo y destensa la crisis de suministro global

photo_camera PHOTO/OPEC - Reunión del Comité Técnico Conjunto previa a la celebración de la 29ª reunión ministerial de la OPEP y de países no pertenecientes a la organización, 1 de junio de 2022

La crisis de los hidrocarburos provocada por la COVID-19 y agravada por la guerra en Ucrania ha experimentado este jueves un punto de inflexión. Los Estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que controlan el 40% de la producción de crudo mundial, han discutido el establecimiento de una nueva política en el marco de las lesivas sanciones impulsadas desde la Unión Europea contra Rusia, socio destacado de la organización, por su sangrienta campaña en la exrepública soviética.

A las 14.00 horas ha comenzado una cumbre por videoconferencia de la OPEP+, liderada por Arabia Saudí, que se ha prolongado hasta las 15.30. En la mesa había dos opciones: la primera, dar continuidad a la política de producción ajustada, una medida vigente desde la pandemia que ha provocado el encarecimiento de los precios; la segunda, apostar por un incremento sostenido de la producción para destensar los mercados y aliviar, en parte, la crisis económica desbocada como consecuencia de la invasión rusa sobre Ucrania.

Apenas se esperaban cambios hasta hace unas horas. Los analistas daban por hecho que el selecto club, cuya posición dominante en el mercado le ha permitido operar “como un cártel, coordinando los niveles de producción entre los miembros para manipular los precios mundiales del petróleo”, como señala en un artículo reciente el editor de economía del Council of Foreign Relations (CFR), Anshu Siripurapu, extendería la política de producción ajustada que ha conferido rentabilidad económica a sus miembros.

OPEP

Pero Arabia Saudí, líder de la organización, dijo estar dispuesto a aumentar la producción de petróleo. Y así ha sido. La OPEP+ ha decidido “adelantar el ajuste global de producción previsto para el mes de septiembre y redistribuir equitativamente el aumento de producción de 0,432 millones de barriles diarios entre los meses de julio y agosto de 2022”. La producción de julio se establecerá en 648.000 barriles diarios, un 50% más de lo que se estaba produciendo hasta la fecha, según el comunicado emitido por la organización al término del encuentro.

“La reunión tomó nota de la reapertura más reciente de los cierres en los principales centros económicos mundiales. Asimismo, se observó que se espera que el consumo mundial de las refinerías aumente tras el mantenimiento estacional. La reunión destacó la importancia de que los mercados sean estables y equilibrados, tanto para el petróleo crudo como para los productos refinados”, traslada la OPEP+.

La decisión responde a la caída en picado de la producción de Rusia como resultado de la sexta y última ronda de sanciones aprobada esta semana por la Comisión Europea. El Ejecutivo comunitario sacó adelante un nuevo paquete que contiene un embargo parcial al gas ruso procedente por vía marítima para finales de año con excepciones para la vía terrestre. Dos tercios de las importaciones europeas.

El Reino wahabí ha tomado la decisión un día después de que los precios del petróleo registraran un nuevo máximo histórico. El barril de Brent superó los 123 dólares, una cota que no alcanzaba desde hace dos meses, en respuesta a las sanciones contra Moscú, que incluyeron además un acuerdo con Reino Unido para prohibir el seguro de las embarcaciones petroleras rusas. Esta medida lastraría la capacidad del Kremlin para reorientar sus suministros a otras regiones y mercados.

Refinería petróleo

El aumento de precios hizo saltar de nuevo las alarmas en todo el mundo por una posible escasez de suministros a escala global, y es que Rusia produce más del 10% del petróleo, o al menos lo hacía, hasta que Vladímir Putin ordenó invadir Ucrania. Desde entonces, la producción rusa habría caído en un millón de barriles diarios. Las sanciones parecen haber afectado a la economía rusa justo en su línea de flotación, según la información de Reuters.

Los precios del petróleo no han hecho más que aumentar en el último año. De hecho, desde 2021 se han duplicado. Un hecho que ha levantado cierta hostilidad por parte de la comunidad internacional contra los miembros de la OPEP+, en especial contra los países del Golfo como Emiratos o Arabia Saudí, que, con sus decisiones, han permitido este crecimiento exponencial a pesar de contar con capacidad de producción sobrante.

El ‘Reino del desierto’ estima ahora que debería mantener en reserva el volumen de producción restante que hasta la fecha no ha explotado. El cambio de postura de Riad ha traído consigo una bajada de los precios. Aunque el levantamiento progresivo de los bloqueos impuestos por China desde la pandemia también habría estimulado esta reacción de los mercados.

"Lo mejor del acuerdo es que Rusia está a bordo", indica a Atalayar Bader Al-Saif, profesor asistente de la Universidad de Kuwait. "Esto se debe, en parte, a que la producción rusa de petróleo se tambalea. El aumento también es necesario para acomodar la reapertura de China tras su último aumento de COVID-19".

"Es posible que los precios no bajen mucho, además de que no todos los productores pueden cumplir con su capacidad. Así que el cambio no es tan drástico. Arabia Saudí pudo equilibrar simultáneamente las preocupaciones de Estados Unidos y Rusia", subraya Al-Saif.

El crudo de Brent ha bajado en las últimas horas un 2,4% hasta estabilizarse aproximadamente en 120 dólares. En este escenario, Rusia no le ha quedado otra que aceptar que el resto de los miembros de la OPEP+ aumenten su producción para equilibrar su aportación, pero sin compensar la totalidad del déficit, según recoge Reuters. La percepción de Arabia Saudí, cuyos representantes no creen que exista un riesgo real de que se produzca una crisis de suministro, facilitaría esta salida.

En plena pandemia de COVID-19, los integrantes de la OPEP+, entre los que se encuentra Moscú, acordaron el restablecimiento de la producción mensual en 400.000 barriles diarios con el objetivo de sacar la máxima rentabilidad posible. Una cifra que, hasta el miércoles, iba a mantenerse. Pero Riad no había dicho todavía la última palabra.

Los ministros de Economía del G7 exigieron la semana pasada a la OPEP+ durante una cumbre en Alemania que bombeara más petróleo en un contexto de guerra, marcado por un aumento de precios sin precedentes en los últimos 10 años. “Hacemos un llamamiento a los países productores de petróleo y gas para que actúen de forma responsable y respondan al endurecimiento de los mercados internacionales, señalando que la OPEP tiene un papel clave que desempeñar”, expresaron los líderes en un comunicado.

Las tensiones aumentaron de forma exponencial entre Estados Unidos y Arabia Saudí. La Administración Biden viene presionando a Riad desde hace meses para acelerar la producción de forma inmediata como resultado de su dependencia energética del grupo. Las presiones se habrían producido en las altas esferas, y habrían alcanzado al príncipe heredero y gobernante ‘de facto’ de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman.

Joe Biden Mohamed bin Salman

El líder saudí, conocido como MBS, había mantenido hasta el momento la negativa ante Washington. El Reino wahabí mantiene a Estados Unidos como socio preferente a pesar de las fricciones con la presente Administración, pero quiere preservar al mismo tiempo sus vínculos con Moscú y con el resto de los productores no pertenecientes a la OPEP, con quien acuerda los precios. Pero no quiere que una subida de esos mismos precios provoque una recesión.

Los desplazamientos de Brett McGurk, coordinador de la Casa Blanca para la política de Oriente Medio, y Amos Hochstein, enviado de energía de la Casa Blanca, habían servido para destensar las relaciones, según el Financial Times. Eso explicaría por qué Riad ha adoptado ese cambio de postura y ha desatascado el aumento de la producción en el seno de la OPEP+.

"La asociación entre Arabia Saudí y Estados Unidos es histórica y ha soportado muchos obstáculos simplemente porque ambas partes se necesitan mutuamente. Se habla mucho de las tensiones en la relación y esto es normal en cualquier relación bilateral. Pero nunca ha llegado a un punto de no retorno", explica Bader Al-Saif. "Esto se evidencia últimamente en la voluntad saudí de aumentar la producción de petróleo, mientras que Estados Unidos ha reafirmado su apoyo a la seguridad saudí y la apertura de Biden para trabajar con el gobernante 'de facto' MBS. Este avance allana el camino para una visita de Biden a Arabia Saudí en la que las relaciones tomarán un rumbo más estable".

The Wall Street Journal informó el miércoles de una posible suspensión del acuerdo de suministro de la OPEP+ con Rusia. Pero Reuters desmintió la información citando a fuentes de la organización que aseguraban que ni siquiera ha llegado a discutirse la idea. En este sentido, el ministro de Energía de Arabia Saudí, el príncipe Abdulaziz bin Salman, hermanastro del príncipe heredero, subrayó que Rusia es un socio fundamental en la alianza.

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

Más en Economía y Empresas
CRITTA TDC
EL Centro Regional de Inversiones de la región Tánger Tetuán Alhucemas organizó el jueves 28 de marzo en Tecnopark Tánger una conferencia informativa sobre el Territory Development Challenge para los portadores de ideas de proyectos que quieren participar en el concurso.

El CRITTA reitera su convocatoria al TDC desde Tecnopark Tánger