La posible superoferta del petróleo amenazaría la recuperación de los mercados
La OPEP + advierte de un repunte en el excedente de oferta de petróleo para lo que queda de año ante la probable ralentización del crecimiento de la demanda, un escenario que podría amenazar la recuperación de los precios después de que estos alcanzasen niveles récords tras la invasión de Rusia.
Un informe, que habría sido elaborado antes de la reunión del Comité Técnico Conjunto de la OPEP+, así lo ha mostrado después de que la alianza esperase un superávit de 1.9 millones de barriles por día en el 2022, un aumento que se traduciría en 600.000 barriles por día respecto a anteriores estimaciones.
De acuerdo con el informe, se esperaba que las existencias de petróleo superasen durante el último trimestre del 2022 las existencias de los años 2015 y 2019. Sin embargo, y como consecuencia de la invasión sobre Ucrania, las estimaciones reflejan expectativas que cuentan con un menor crecimiento de la demanda petrolera, un dato que fue adoptado por la OPEP + en su informe mensual publicado durante el mes de abril.
Estas estimaciones se producen teniendo en cuenta que la Organización de Países Exportadores de Petróleo creen, aun así, que la demanda mundial crecerá en 3,67 millones de barriles por día, lo que sería 480.000 barriles día menos que las expectativas iniciales.
Además de la invasión rusa, el aumento de la inflación con el aumento de los precios del crudo, así como la propagación de la variante Omicron en China, han influido en este repunte. En esta línea y a pesar de los esfuerzos por tratar de estabilizar los precios e iniciar la recuperación económica durante los meses de la pandemia, la OPEP + no habría logrado aumentar su producción durante el mes de abril ya que los miembros de la Organización siguen sujetos a una serie de requisitos y limitaciones de capacidad productiva que dificultan el crecimiento.
En contraposición del esfuerzo que ha cometido Irak por lograr este objetivo, países como Libia y Nigeria han visto como su producción ha sufrido importantes caídas en un momento en el que la inversión se ha visto reducida. Asimismo, Arabia Saudí no habría conseguido aumentar su producción de acuerdo con la cantidad permitida con la cuota acordada.
A nivel mundial, los precios del crudo continúan situándose en torno a los 105 dólares por barril en un momento en el que Europa trata de reducir su clara dependencia respecto al petróleo ruso. Por su parte, Arabia Saudí se habría negado a bombear petróleo con mayor rapidez después de argumentar que “los mercados estarían bien abastecidos”. Así, Riad no habría dado su brazo a torcer ante las presiones de Washington por aumentar su producción, lo que hizo que Estados Unidos tuviese que utilizar sus reservas de petróleo de emergencia.
Desde que Rusia inició la invasión sobre Ucrania, el aumento de los precios del petróleo se ha visto seriamente afectado en un contexto en el que se ha comenzado a temer la posible falta de suministros. De esta forma, este acontecimiento ha derivado en un aumento en los llamamientos al bloque para que trate de aliviar los precios del mercado petrolero.
Por el momento, estas demandas no han sido satisfechas. Diferentes analistas señalan que es posible que se siga con la política de aumentar de forma gradual la producción en unos 400.000 barriles por día, algo que se habría iniciado en mayo del 2021, en un momento en el que se comenzó a ejecutar la recuperación económica después de los estragos de la pandemia.
Desde la última reunión, celebrada a finales de marzo, los precios se habrían mantenido dentro del mismo margen, llegando a oscilar el barril de crudo de referencia europeo Brent North Sea, entre los 97 y los 115 dólares mientras que el barril estadounidense West Texas Intermediate habría fluctuado entre los 92 y 110 dólares.
Según el experto de Mirabaud Asset Management, John Blassard, los países integrantes de la OPEP + estarían enfrentando dificultades para “alcanzar sus objetivos de producción”. En este contexto, Libia, país que atraviesa una importante crisis política y social y que cuenta con una de las mayores reservas petroleras del continente africano, se ha visto obligada a cerrar sus instalaciones petroleras.
En abril, la Corporación Nacional del Petróleo, un organismo que depende directamente del gobierno, declaró el estado de “fuerza mayor” y suspendió dos operaciones en dos enclaves petroleros del país. En una entrevista ofrecida a la Agence France-Presse, el ministro de Petróleo y Gas del Gobierno de Unidad Nacional, Mohamed Aoun, señaló que la producción había “disminuido en unos 600.000 barriles por día”, lo que equivaldría a la mitad de la producción normal.
Además, las medidas decretadas por la Unión Europea para iniciar un “boicot” al petróleo ruso podría afectar aún más esta situación. En el año 2021, la Unión importó de Rusia el 30% de sus necesidades petroleras de manera directa junto con el 15% de las mismas para que se utilicen en otros medios.
En esta misma postura se posiciona el grupo emiratí Exiniti tras considerar que la nueva medida contra Rusia es “cada vez más probable” en un escenario en el que el bloque OPEP + parece mantenerse en su posición de no acelerar el ritmo de producción lo que “reducirá la oferta y conseguirá mantener los precios del petróleo a un nivel más alto”.
