El relanzamiento del sector aéreo comenzará con los vuelos domésticos cuando el desplome alcanza ya los 314.000 millones de dólares

La recuperación del tráfico aéreo exige aplicar medidas de confianza para los pasajeros

PHOTO/AIR ASIA - Las autoridades aeroportuarias de todo el mundo van a poner en marcha diferentes medidas para proteger de infecciones a los pasajeros

Las autoridades aeroportuarias y las aerolíneas van a tener que poner en marcha un conjunto de medidas de refuerzo de la confianza para que los ciudadanos vuelvan a retomar los viajes en avión, un despegue que se producirá en breve pero de forma pausada. Los análisis efectuados por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) apuntan a que quienes utilizan el avión por razones profesionales, familiares o turísticas están “llenos de dudas respecto a las medidas de protección frente al contagio por el coronavirus COVID-19 que dentro de unas semanas se van a imponer en el sector aeronáutico”, alerta Alexandre de Juniac, director general ejecutivo de la IATA.

Recientes estudios de la Asociación indican que parece “improbable” un repunte inmediato y global que ponga fin a la catastrófica caída de la reserva de pasajes, que el retraimiento de la demanda “va a continuar” y que solo después de una declaración oficial del fin de la pandemia dará comienzo a un “tímido y muy gradual” ascenso de la reserva de plazas de avión.

El despegue de los vuelos regulares darán comienzo cuando se perciba el comienzo de la demanda de plazas

Una encuesta realizada por la IATA en las últimas semanas arroja que el 60% de los potenciales viajeros no volverá a tomar un vuelo hasta que transcurran “uno o dos meses” de la definitiva contención de la pandemia. Pero el 40% responde que podría esperar “seis meses o más” y un 69% se inclina por retrasar sus planes de viaje hasta que su situación económica personal haya quedado “estabilizada”.

Los primeros indicios de un comportamiento prudente para retomar los viajes por avión se observan en los mercados domésticos de China y Australia, países donde las tasas oficiales de infección por coronavirus han caído a niveles muy bajos. El comportamiento del mercado interior en ambas naciones es un indicador que pronostica que la recuperación generalizada del tráfico aéreo va a comenzar por los vuelos nacionales, a los que seguirá la liberalización de los trayectos regionales y luego los intercontinentales, todo ello a medida que los gobiernos vayan eliminando de forma progresiva sus restricciones.

Medidas de seguridad muy exigentes van a aplicarse en toda la cadena de valor de las aerolíneas
Las pérdidas continúan en alza

A pesar de las perspectivas que anuncian el próximo fin del bloqueo aeronáutico, los últimos estudios y valoraciones de la evolución del tráfico aéreo global siguen mostrando un incremento del deterioro del sector en todos los países del mundo, de forma más pronunciada en las principales economías.

Las previsiones de la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI) plantean que las pérdidas de ingresos entre enero y septiembre se situarán entre los 160.000 y 253.000 millones de dólares. La organización de la ONU pronostica que la cantidad de pasajeros en vuelos internacionales podría disminuir hasta septiembre en 1.200 millones en relación con un año tradicional, “la mayor parte en Europa, especialmente durante la temporada alta de verano”.

El economista jefe de IATA, Brian Pearce, ha elaborado sendos informes en los que actualiza las previsiones para el presente año. Las consecuencias inmediatas que ofrecen sus análisis recogen un desplome anual de los ingresos a escala mundial del orden de los 314.000 millones de dólares, lo que representa la mitad del volumen de negocio en 2019. 

Las previsiones actuales contemplan un progresivo incremento de los trayectos domésticos, al que seguirá el alza de los vuelos regionales e intercontinentales

Los estudios se han efectuado sobre la base del escenario actual, con el tráfico aéreo prácticamente paralizado, las fuentes de ingresos de las aerolíneas volatilizado y con severas restricciones para los vuelos regulares y chárter de pasajeros que, en conjunto, se prolongarán por espacio de tres meses. De cara al inmediato futuro “no esperamos una recuperación ni siquiera modesta en el tercer trimestre del presente año”, confirma el economista jefe de la IATA.

Las reducciones de costos no han logrado salvar a las aerolíneas de una crisis de liquidez y la situación se está deteriorando hasta tal extremo que muchas compañías “ya están en modo de supervivencia”, afirma el vicepresidente regional de IATA para Asia-Pacífico, Conrad Clifford. Y si los gobiernos no aplican remedios efectivos, en el transporte aéreo se producirá un colapso de tal envergadura que “provocará unos efectos devastadores sobre las economías y el empleo en todos los países”. 

Desde el plano del empleo, los últimos estudios de prospectiva de la Asociación elevan hasta los 25 millones el número de puestos de trabajo que están en riesgo en la aviación y sus cadenas de valor relacionadas, incluido el sector turístico. Y todo lo anterior a pesar de que las aerolíneas continúan desempeñando un papel importante en el transporte de bienes esenciales, especialmente en el transporte urgente de suministros médicos y la repatriación de miles de personas varadas en todo el mundo por restricciones de viaje.

El descenso de ingresos podría alcanzar los 314.000 millones de dólares, la mitad del volumen de negocio del sector en 2019
La compañía de bandera de Emiratos prepara su relanzamiento

En las 19 aerolíneas nacionales y la docena de compañías privadas de Oriente Medio y el Norte de África, donde la aviación es un pilar clave para las economías de muchas naciones, los efectos de la parálisis aérea son muy graves. La IATA vislumbra que alrededor de 24.500 millones de dólares se dejarán de ingresar, en comparación con 2019, lo que supone unos 5.000 millones más de lo esperado hace 30 días. Ello supone pasar de una caída del 39% contemplado hace un mes a un desplome ahora previsto del 51% en relación con el año pasado, con una amenaza sobre 1,2 millones de empleos.

Las previsiones para Arabia Saudí son pérdidas de 7.200 millones y 35 millones de pasajeros menos, lo que va a afectar a 287.500 empleos. El incremento del hundimiento es claro: hace escasamente un mes los datos eran de 5.610 millones de dólares, 26,7 millones de pasajeros y 217.570 empleos, respectivamente.

Las compañías de la región Asia-Pacífico tendrán una merma de ingresos de 113.000 millones de dólares y una caía del pasaje del 50% en relación con 2019

Emiratos perderá 6.800 millones de dólares ‒5.360 hace un mes‒,  31 millones de pasajeros ‒23,8 hace 30 días‒ y pondrá en riesgo 378.700 empleos, unos 11.000 más. Afortunadamente, su compañía nacional, Etihad Airways, ha actualizado sus previsiones y ha reprogramado su calendario de vuelos una vez que mejore la situación mundial. Del 1 de mayo al 30 de junio se van a activar 40 rutas regulares desde el aeropuerto de Abu Dhabi hacia destinos de Europa, África y Canadá.

Egipto es el tercero de la región en verse afectado, con 2.200 millones de dólares que se esfumarán ‒1.600 hace cuatro semanas‒, 13 millones de pasajeros menos ‒9,5 millones antes‒, lo que incidirá de forma negativa sobre 279.800 empleos, que en la segunda quincena de marzo 205.000.

En Europa, donde el colapso ha sido mayor al esperado, la situación también ha empeorado, afecta al cerca del 90% del tráfico aéreo y pone en peligro a 6,7 millones de empleos. El descenso potencial de ingresos de los transportistas del viejo continente ha crecido hasta los 89.000 millones de dólares y la caída de la demanda de pasajes se sitúa un 55% por debajo de los niveles de 2019. Hace un mes, las estimaciones de la IATA apuntaban a una pérdidas de 76.000 millones de dólares y una disminución de pasajeros del 46%.

Millones de puestos de trabajo vinculados de forma directa o indirecta con el sector aeronáutico están en riesgo en todo el mundo
Lufthansa, Air France-KLM y Alitalia con serios problemas

Las caídas se acrecientan en todos los países, pero de forma principal en Reino Unido, Alemania y España. Las nuevas estimaciones asignan a Reino Unido una bajada de ventas de 26.100 millones de dólares y un descenso de 140 millones de pasajeros, lo que pone en riesgo el trabajo de 661.200 personas. 

Alemania podría alcanzar unas pérdidas de 17.900 millones y el número de viajeros caer en 103 millones de pasajeros, con riesgo para 483.600 empleos. El primer grupo europeo de transporte aéreo, Lufthansa, está agotando sus reservas financieras y ya está en conversaciones con las autoridades de Alemania, Austria, Bélgica y Suiza ‒países donde la compañía está implantada‒ para a garantizar su solvencia. En España, el descenso económico será de 15.500 millones de dólares y la caída de pasajeros se cifra en 114 millones, con 901.300 empleos en frágil situación.

En Italia, primer país europeo en sufrir las consecuencias del coronavirus, el Gobierno de Roma va a tomar en junio el control total de Alitalia, aerolínea a la que la crisis del coronavirus ha llevado a la bancarrota, según ha anunciado su ministro de Industria, Stefano Patuanelli. Y en la alianza franco-holandesa Air France-KLM, el grupo ha solicitado el apoyo de los estados francés y holandés para que la empresa “supere sus necesidades de liquidez en el tercer trimestre”, afirma su presidenta según Anne-Marie Couderc.

El 60% de los potenciales viajeros no volverá a tomar un vuelo hasta que transcurran uno o dos meses de la definitiva contención de la pandemia

Para las compañías de la región Asia-Pacífico se proyecta una merma de ingresos de 113.000 millones de dólares y una caía del pasaje del 50% en comparación con 2019. Los anteriores datos reflejan una clara agravación de la situación, ya que las estimaciones realizadas en la segunda quincena de marzo contemplaban una caída de 88.000 millones y un descenso de pasajeros del 37%.

Desde el punto de vista del empleo, 11,2 millones de personas corren el riesgo de perder su trabajo, tanto los que dependen de forma directa de la industria de la aviación como los vinculados con el turismo. 

Las aerolíneas africanas podrían perder 6.000 millones de dólares en ingresos por pasajeros en relación con 2019, lo que supone 2.000 millones más de lo previsto a principios de mes. Los países que sufrirán un mayor impacto son Sudáfrica, Nigeria y Kenia.

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