El Gobierno turco amplía el plazo de prospecciones en el Mediterráneo una semana más mientras la Unión Europea se prepara para imponer posibles sanciones a Turquía

La Unión Europea prepara la cumbre de diciembre con posibles sanciones a Turquía

Turquía ha querido pasarse por Bruselas antes de la cumbre de diciembre. La tensión en el Mediterráneo  oriental, los roces con Chipre, Grecia y Francia, la crisis migratoria y las actuaciones de Erdogan en Nagorno-Karabaj, Siria y Libia, tienen a algunos miembros europeos ansiosos por sancionar al país anatolio.

Ibrahim Kalin, portavoz del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, visitó el viernes Bruselas, donde mantuvo reuniones con autoridades de las instituciones comunitarias con vistas a la cumbre europea del próximo mes, en la que los mandatarios de los Veintisiete pasarán revista a las relaciones en Ankara, muy tensas en los últimos meses.

La reunión entre Kalin y los funcionarios europeos tuvo lugar en el marco de las conclusiones adoptadas el 1 y 2 de octubre por los líderes de la Unión Europea (UE) en las que amenazaron con actuar contra Turquía por las prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo Oriental. “También, aprovecharon para preparar la próxima cumbre europea del 10 y 11 de diciembre”, indicaron fuentes europeas a EFE.

El pasado octubre, aunque no todos quisieron pronunciarse, los líderes pasaron revista al conflicto que enfrenta a Turquía con Grecia y, especialmente, con Chipre en el Mediterráneo Oriental. ¿El motivo? Los derechos a perforar una zona del Mediterráneo oriental para conseguir recursos energéticos. 

Turquía ha navegado libremente en las zonas que considera suyas, además de utilizar el espacio marítimo que le cedió Libia. Pero ha estado saliéndose de su zona de exclusividad económica (ZEE). Esto provocó en verano el envío de flotillas navales griegas y el alineamiento de los barcos de ambos países en las aguas del Mediterráneo. Todo esto mientras los líderes implicados intercambiaban ataques verbales en cada aparición pública.

Oruc Reis

Francia mostró su apoyo a Grecia y su presidente, Emmanuel Macron, anunció el envío de fuerzas militares al Mediterráneo. El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, también mostró su “total solidaridad con Grecia”, pero siempre animando al diálogo y a la desescalada de las tensiones.

Con la intervención del jefe de la Alianza Atlántica (OTAN), Jens Stoltenberg, a principios de octubre, parecía que Grecia y Turquía abrirían una línea de comunicación directa para tratar de entenderse. Erdogan retiró los barcos del Mediterráneo y la Unión Europea respiró aliviada. Pero una semana después Turquía reanudó sus actividades y la tensión acumulada volvió a aflorar en los medios de comunicación.

Así es como la Unión Europea prometió debatir el asunto en diciembre para analizar la situación con más tiempo. En particular, trasladaron su apoyo y solidaridad Grecia y Chipre y se decantaron con privilegiar el interés mutuo y dar una oportunidad de diálogo a Turquía, socio en la OTAN que desempeña un importante papel en la contención de los flujos migratorios hacia la Unión.

"Turquía tiene que demostrar que quiere recorrer con nosotros un camino constructivo", dijo por su parte entonces la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, quien ofreció a cambio más cooperación en materia de comercio y migración.

Von der Leyen advirtió de que si Erdogan persistía en las provocaciones y elegía la vía de las decisiones unilaterales que violen la legalidad internacional, la Unión pondrá en marcha todas su herramientas para impedirlo.

OTAN Turquía
Grecia sigue denunciando las prospecciones turcas en su zona de exclusividad 

Ayer mismo, el Gobierno griego volvió a calificar de ilegal el aviso a navegantes (Navtex) emitido por Turquía sobre la prolongación de su búsqueda de gas en el Mediterráneo oriental, ya que dicha acción se llevaría a cabo en aguas que Atenas considera bajo su jurisdicción.

La estación de servicio hidrográfico de la Armada helena en Heraklion, en la isla de Creta, emitió otro Navtex que subraya que el aviso turco proviene de una "estación no autorizada y se refiere a una actividad ilegal porque el área en que se realiza se solapa con la plataforma continental griega".

Con ello, Grecia contesta al anuncio emitido horas antes desde la estación turca de Antalya, en el que prolonga hasta el 29 de noviembre la búsqueda de gas en aguas sobre las que Turquía reclama derechos de explotación, cerca de la isla griega de Kastelorizo.

Antes del aviso de esta nueva extensión, estaba previsto que el buque explorador sísmico "Oruc Reis", junto a otras dos embarcaciones, terminase sus exploraciones el lunes.

La disputa por la delimitación de zonas de exclusividad económica marítimas entre Turquía y Grecia pasa por uno de sus peores momentos desde este verano, a pesar de los esfuerzos diplomáticos de varios países europeos para calmar las tensiones en el Mediterráneo oriental.

Grecia espera que la Unión Europea ofrezca una respuesta contundente a las provocaciones turcas en su próxima cumbre del 10 y 11 de diciembre, después de que en octubre los líderes europeos prometieran volver a tratar el tema de las tensiones en el Mediterráneo a finales de año si no había mejoras en las relaciones con Ankara.

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