La UIR lanza la primera WebTV de Marruecos, a través de la que se difundirá la actividad académica e investigadora al público general

La Universidad Internacional de Rabat, a la vanguardia en enseñanza y divulgación durante el confinamiento

PHOTO/UNIVERSIDAD INTERNACIONAL DE RABAT - Perspectiva del edificio principal de la Universidad Internacional de Rabat (Marruecos)

La Universidad Internacional de Rabat (UIR) se ha situado a la vanguardia marroquí y africana en educación y la divulgación académica e investigadora ‘on line’ en este tiempo de confinamiento motivado por la pandemia de coronavirus (el estado de emergencia sanitaria se prolongará en un principio hasta el próximo 20 de mayo en el país vecino). La más destacada de las iniciativas es el lanzamiento, hace ahora una semana, de la primera WebTV universitaria de Marruecos. La iniciativa de la universidad ubicada en el parque Technopolis de Salé nace con el objetivo de “responder a la fuerte demanda del sector de la enseñanza con un contenido a la vez informativo, académico y universitario”, afirma la UIR en un comunicado. “La demanda es más fuerte en este contexto actual de contención; la WebTV se puede seguir en línea a través del siguiente enlace: https://webtv.uir.ac.ma/”, prosigue la nota.

De hecho, esta plataforma permitirá a cualquier usuario de Internet acceder a contenidos multimedia exclusivos, tales como conferencias impartidas por destacadas personalidades nacionales o internacionales, así como presentaciones de profesores y descubrir todos los proyectos de I+D desarrollados por la universidad, que se ha consolidado en el panorama nacional y africano en tan solo diez años de existencia.

También permitirá a los usuarios seguir en directo los futuros acontecimientos de la universidad o verlos retransmitidos, así como interactuar con la comunidad de la UIR. Además, la WebTV ofrece videos y galerías de imágenes del campus destinadas a actuales y futuros estudiantes. “Las finalidades de la WebTV son fundamentalmente dos: democratizar el acceso a la investigación que se lleva a cabo en esta universidad y acercarnos y comunicarnos con el gran público, para que tenga conocimiento de lo que se hace y se oferta, y mantener con él un hilo permanente”, sintetiza a Atalayar el profesor de antropología en la UIR Farid El Asri.

Universidad de Rabat 1

Pero la WebTV no es la única empresa en la que se halla embarcada la joven universidad rabatí en estos momentos. En el marco de la crisis de la COVID-19 y con el apoyo del Estado marroquí, la UIR se encuentra volcada de lleno en la fabricación y el diseño de materiales médicos destinados a combatir la pandemia. “La universidad trabaja en la confección de mascarillas con viseras de protección para el personal sanitario de varios hospitales marroquíes, de las que se han hecho 7.000 unidades; la concepción de mascarillas de alta seguridad (FFP2); de mascarillas de asistencia respiratoria y de respiradores; el equipamiento de drones con altavoces para sensibilizar a la población contra la COVID-19 y el diseño de cámaras térmicas en dispositivos diseñados para tomar la temperatura corporal a distancia”, explica a Atalayar la directora de comunicación de la institución Rim Rhmani. “Somos la primera universidad africana en términos de patentes”, apunta. 

Además de la vertiente solidaria, la Universidad Internacional de Rabat ha sido capaz de adaptarse con celeridad a los retos del momento y desde hace cuatro semanas los alumnos pueden seguir las clases desde sus domicilios. Tras la prohibición de las aglomeraciones humanas y la suspensión de la actividad escolar y académica, la universidad con sede en Rabat logró en una semana formar al personal docente para la nueva circunstancia sobrevenida y desde la semana del 23 de marzo las clases –que se celebran a través de Microsoft Teams- son una realidad. “Casi el 90% de nuestros alumnos siguen las clases desde casa, lo cual es un gran éxito”, explica a Atalayar la docente y politóloga española Beatriz Mesa. 

El cometido de la apuesta de la UIR por las nuevas herramientas tecnológicas va mucho más allá. “Se trata de abrir una ventana a los profesores de todos los departamentos para que intervengan y se reencuentren con los estudiantes y personas ajenas a la universidad. En resumen: seguir manteniendo la divulgación del conocimiento y abrir nuevas vías de comunicación”, sintetiza Mesa a esta publicación.

Universidad de Rabat 2
Una universidad abierta a la sociedad y el mundo

“La Universidad Internacional de Rabat posee una dimensión investigadora aplicada y adaptada a la realidad concreta. Con lo que está ocurriendo se ha producido una toma de conciencia: no cabe la posibilidad del aislamiento. Y, hoy más que ayer, hay que hacer una reflexión práctica: es imperativo que nuestra universidad se sitúe en el corazón de la sociedad”, resume El Asri.

No ha tardado la UIR en abrir como una de sus principales líneas de investigación la realidad de la pandemia del coronavirus. “Somos una universidad internacional y la realidad de la COVID-19 es global, por lo que todos estamos afectados; la solidaridad con el resto del mundo, empezando por los países más cercanos, como España, tiene que hacer que salgamos más fuertes y emprendamos proyectos académicos e investigadores conjuntos”, explica el citado profesor de antropología con optimismo.

Universidad de Rabat 3

Además, la Universidad Internacional de Rabat, que hoy en día complementa sus medios digitales con la nueva WebTV, está presente activamente en las redes sociales a través de su Facebook, Instagram, Twitter, canal de YouTube y su sitio web, a fin de dar a conocer sus actividades y su oferta de formación.

Por último, y no menos importante, la UIR se está destacando por su atención a sus estudiantes en estos tiempos de pandemia. “Desde que comenzara el confinamiento, la UIR ha desplegado todos los medios posibles para preservar la salud de los #estudiantes #internacionales #residentes en el campus de la Universidad”, explica la institución radicada en la capital marroquí en una nota en su perfil oficial de Facebook. En la entrada se destaca que se está prestando especial atención a un grupo de 60 estudiantes extranjeros –la mayoría de otros países africanos, pero también de Europa- a los que se les está haciendo un seguimiento cotidiano “gracias a la movilización de la Dirección de Vida Estudiantil y de la Dirección de Relaciones Internacionales”.

Univerisdad de Rabat
Estudiantes elogian la enseñanza en línea y el trato 

“La Universidad Internacional de Rabat nos ha tratado muy bien”, relata a Atalayar la estudiante Italiana Serena Salentina desde Milán. Como otros alumnos extranjeros de la universidad rabatí, Serena vivió el cierre de fronteras y la suspensión de la actividad académica en Marruecos en el campus de la UIR. “Cuando pararon las clases, la universidad nos instaló a los alumnos extranjeros en un solo edificio del campus y nos ofreció gratis manutención y todo tipo de asistencia académica y personal, además de médico y psicólogo. Y una semana después ya empezamos a tener nuestras clases ‘online’ en directo e interactivas”, explica la joven, que se prepara para ser traductora e intérprete profesional. Tras regresar a Italia el pasado día 19 de marzo gracias a la ayuda de su Embajada en Marruecos, ahora estudia para los exámenes finales, con los que cierra un semestre que ha concluido de manera abrupta a causa de la crisis sanitaria. “Esta semana haré los exámenes de forma oral. Habríamos tenido el examen de dariya, el árabe marroquí, en la misma medina de Rabat y es una pena que no será así. Pero seguiré estudiando árabe estándar y español, que son las dos lenguas principales de mi carrera”, explica por teléfono en un excelente castellano a esta publicación. 

De hecho, la Universidad Internacional de Rabat organiza cada dos semanas una distribución de packs individuales de productos alimentarios para los estudiantes, a los que se les garantizan las mejores condiciones de higiene sanitaria. “Actividades deportivas, lectura, cursos a distancia… los residentes se benefician en estos momentos de diferentes infraestructuras y espacios verdes del campus, para que puedan continuar su programa de estudios con toda serenidad”, explica la citada nota publicada en las redes sociales. 

Vista del campus de la UIR, situado en el municipio de Salé

A diferencia de Serena, el polaco Kasper Haberek se encuentra aún en el campus de la UIR. Se deshace en elogios a la institución. “La universidad está gestionando la situación extraordinariamente bien”, asevera a Atalayar desde Rabat. “Estamos muy bien informados, se creó un grupo de WhatsApp para los alumnos desde el principio, y siempre están dispuestos a ayudar”, explica. “El trato es excelente; nos traen de comer, limpian nuestras habitaciones tres veces en semana, tenemos ayuda psicológica y hasta una tienda dentro del campus”, abunda. “Las clases online van bien. Hubo algún problema al principio, pero todos nos acostumbramos con sorprendente facilidad. Apenas hemos perdido clases, se reaccionó muy rápido. Al fin y al cabo, es nuevo para todos. Los profesores han dado muestra de una gran profesionalidad”, explica el joven, que espera regresar a final de mes a su país. “Aprendí mucho dariya y ahora seguiré en mi país estudiando árabe. La experiencia ha sido fantástica y Marruecos es un país estupendo al que quiero volver como turista pronto”, confiesa Haberek a Atalayar. 

La marroquí Soukaina Benmouma, estudiante de ciencias políticas y relaciones internacionales en la Universidad Internacional de Rabat, da cuenta de la atención recibida por parte de la comunidad educativa de la institución. “Yo me volví a mi casa en Kenitra y desde la segunda semana se hacen cursos en línea. La administración de la universidad nos envía muchos correos en los que se nos explica la utilización de la nueva plataforma. Y se los pide que respondamos a cuestionarios para mejorar la calidad de la experiencia. Los deberes los subimos a la plataforma. Si tenemos preguntas las podemos hacer en el horario lectivo. Y se pueden pedir citas con los profesores enviándoles un email, y se nos explican las cosas de manera virtual. Además, hay un grupo de investigadores que trabaja en alternativas para hacer frente a esta crisis”, detalla la joven a Atalayar. “La experiencia no es fácil, pero trato de aprovechar las buenas cosas y concentrarme en lo positivo con la ayuda de nuestros profesores y de la administración. La universidad nos acompaña incluso psíquicamente, ya que nos han ofrecido a una psicóloga”, concluye Benmouma. 

Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato