Un gol de En-Nesyri mandó a casa a Cristiano y hace enloquecer a un país en un partido histórico

Las águilas de Marruecos vuelan a las semifinales del Mundial de Qatar

photo_camera AP PHOTO/Luca Bruno - Regragui ha convertido a Marruecos en una máquina perfecta

Si hay un equipo que tiene un plan para llegar lejos en el Mundial de Qatar es Marruecos. Una vez que Brasil ha mordido el polvo, los leones del Atlas son la otra gran selección con una hoja de ruta específica para llegar a la gran final, aunque estar en semifinales ya es todo un logro.

En el Al Thumama Stadium de Doha Marruecos se veía las caras con Portugal. Unos llegaban de ganar a España y provocar una guerra civil deportiva en el país, los otros, tras golear a Suiza y calmar las aguas con la posible estampida de Cristiano Ronaldo.

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La federación de fútbol de Marruecos (FRMF) repartió entradas entre los aficionados y hasta fletó cinco vuelos desde Casablanca para que nadie faltase a una cita histórica ante Portugal. La realidad fue distinta y se vieron zonas de la grada sin público, aunque la marea marroquí fue mayoría y animó a los suyos sin descanso.

Regragui ha convertido a Marruecos en una máquina perfecta, una especie de Croacia, pero sin tanta experiencia como los de Modric. En este caso hay un dominio perfecto de las transiciones, sube y baja de manera coordinada y saca oro de los balones parados.

Portugal no acabó de dominar la primera parte, se encontró un rival que no dudaba en subir, en atacar, en utilizar las bandas. Un juego muy diferente al que había empleado con España. Marruecos se encerraba atrás y salía a la contra por las bandas una y otra vez.

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En el minuto 41 llegó el gol de los leones del Atlas, En-Nesyri conectó un buen cabezazo que contó con la ayuda de Costa que salió mal por alto. Un gol perfecto, al borde del descanso que volvió locos a los aficionados que daban color a la grada.

En la segunda parte las gradas seguían sospechosamente vacías. Algo raro porque Qatar ha preferido abrir las puertas de los estadios antes que dar una pobre imagen de asientos vacíos.

Pocos portugueses, entre los que se encontraba Georgina, la pareja de Cristiano Ronaldo que rompió a aplaudir cuando el 7 saltó al campo por Rubén Neves tras el descanso junto a Cancelo.

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Otro balón parado y otro balón peligroso al área pequeña que Costa detuvo con el pecho en una gran parada que hubiera puesto el partido imposible para los de Fernando Santos.

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El cerebro de Portugal, Bruno Fernándes decidió poner a funcionar la maquinaria lusa con juego por las bandas y centros que estuvieron cerca del gol. Marruecos se defendía y, cuando no pudo más, Regragui llamó a más soldados para la causa.

Dari, Cheddira y Benoun fueron los primeros cambios. En-Nesyri abandonó el terreno de juego entre los cálidos aplausos de los aficionados del norte de África que decidieron ser el jugador número 12 y meter presión a Portugal cuando su equipo flaqueó.

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Portugal controló el partido, metió a Marruecos en su campo, pero eso no importó a los de Regragui que supieron defender como ante España. Bono se convirtió en uno de los mejores porteros del Mundial junto al meta de Croacia.

Una parada a Joao Felix y otra a Cristiano mantuvieron a su selección con la puerta a cero con la esperanza de llegar a semifinales.

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En los ocho minutos extras dio tiempo a que Cheddira viera la tarjeta roja por dos faltas absurdas. Jugar con 10 fue un aliciente para Marruecos, la gesta estaba al alcance de la mano. Portugal no supo gestionar bien los últimos minutos, muchos centros y balones planos que los centrales marroquíes sacaron sin problema.

Un mano a mano errado por parte de Marruecos y un cabezazo de Pepe fueron las últimas jugadas. Las águilas ya vuelan a las semifinales. En el camino se dejan el último partido de Cristiano Ronaldo en un Mundial que acabó con lágrimas en los ojos y la gloria para un país orgulloso de su equipo. 

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