El viejo continente atraviesa una de sus peores crisis, acrecentada por la caída del euro frente al dólar y las secuelas del brexit

Las costuras europeas al descubierto

photo_camera AP/MICHAEL PROBST - El euro ha caído por debajo de la paridad con el dólar, su nivel más bajo en 20 años y poniendo fin a un tipo de cambio de uno a uno

El continente europeo atraviesa uno de los momentos más difíciles de toda su historia; tras la pandemia y aún con el brexit en el horizonte, su posición en el panorama internacional se debilita al mismo tiempo que el euro se derrumba frente al dólar.

Según los expertos, la caída del euro a su nivel más bajo en dos décadas frente al dólar, es solo el comienzo del hundimiento de una moneda que para Morgan Stanley puede llegar a los $0,97 este mismo trimestre.

La última vez que el euro se situó en estos niveles fue en 2002, tan solo unos años después de que dicha moneda viera la luz. Situación que demuestra la debilidad del tipo de cambio europeo y que choca con la buena salud económica que el dólar está atravesando.

“El dólar es una buena compra y en parte porque la espada del riesgo se cierne sobre la economía”, aseguraba Kate Jukes, estratega de divisas de Société Générale, apostando por la solvencia americana en tiempos de crisis y no por la europea.

AFP/AFP - Evolución del valor del euro frente al dólar desde el año 2000

El euro también alcanzó su mínimo frente al franco suizo este pasado lunes, y es que la crisis de abastecimiento derivada del conflicto ruso no deja de debilitar a la moneda europea en los mercados internacionales.

Pero esta crisis no solo se está cebando con Europa y el euro, también la economía del Reino Unido se contrajo un 11% en 2020 en lo que supuso el peor descenso de su PIB desde 1709.

De hecho Gran Bretaña registró la caída más importante en su producción desde hace 300 años, siendo este el mayor desplome de cualquiera de las economías más poderosas a nivel mundial.

Fue el COVID uno de los detonantes de esta situación, que no solo debilitó la salud de todo un país, sino que una de sus consecuencias directas fue la necesidad por parte del gobierno británico de reducir las contribuciones al sistema sanitario inglés.  

AFP/AFP - Evolución de los precios del gas natural en Europa en el mercado holandés TTF, en euros por mWh, a 23 de agosto

"El servicio de salud enfrentó costos más altos de lo que inicialmente estimamos, lo que significa que su contribución general a la economía fue menor", afirmó Craig McLaren, estadístico de la ONS.

A pesar de esta situación tan traumática para las finanzas del Reino Unido, el país se recuperó con fuerza el año pasado, alcanzando valores previos a la pandemia. Pero debido al rápido aumento de la inflación, el Banco de Inglaterra espera que la economía vuelva a caer en importante recesión antes de que acabe este año.

Y es que la situación en Inglaterra cada vez es más difícil, la subida de precios hace imposible que muchos británicos lleguen a fin de mes, los mismos que ahora no pueden encaminarse a sus puestos de trabajo debido a una huelga ferroviaria que consiguió paralizar el 80% de los trenes el pasado sábado.

Hasta 45.000 trabajadores participaron en un parón que continúa dejando sin servicio a los usuarios del tren y el metro, que el jueves y el viernes de esa semana ya sufrieron intermitencias y cancelaciones en sus viajes.

PHOTO/JOE GIDDENS via AP - Sindicato Unite forma una línea de piquete en una de las entradas del Puerto de Felixstowe en Suffolk, después de respaldar la acción industrial por 9-1 en una disputa sobre el salario

Los trabajadores ferroviarios, que reivindican una subida de sus salarios, se enfrentan al secretario de Transporte inglés, Grant Shapps, quien afirmó que “la gente siente que esta huelga innecesaria en curso es una patada en los dientes para los trabajadores que no pueden llegar a sus propios trabajos ahora”.

“Hablaré con altos ejecutivos de la industria durante toda la próxima semana tratando de crear soluciones a estos problemas y luego decidiremos si necesitamos tomar más acciones industriales, pero tengo que decir que no es muy probable dada la brecha entre nosotros en este momento”, añadió.

Negociaciones y disputas que dañan el sistema de trenes inglés y que sufren los usuarios que cada mañana utilizan el transporte público para acudir a sus puestos de trabajo, en medio de un clima de crispación en el que la inflación ahoga cada vez más a una clase obrera que se siente desprotegida ante una de las peores crisis que ha vivido Europa.
 

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