“Las fronteras de África tienen mala reputación. Todavía hoy serían arbitrarias, absurdas, porosas y trastocadas, indefendibles y no defendidas”*

Las fronteras de África

photo_camera The borders of Africa

“Las fronteras de África tienen mala reputación. Todavía hoy serían arbitrarias, absurdas, porosas y trastocadas, indefendibles y no defendidas”*

*Michel Foucher “Fronteras de África” CNRS ediciones (MF Geógrafo, diplomático y ensayista)

La frontera es una institución que define el perímetro de un Estado, el ejercicio de la soberanía inscrita en el espacio: es el objeto geopolítico por excelencia, necesariamente arbitrario, porque todas las fronteras son arbitrarias; es el resultado de la larga historia de las relaciones entre las naciones que se han convertido en estados. Una frontera no es un trazado abstracto sino una institución, inscrita en derecho y estructurante, portadora de conflictos y tratados, de negociaciones y de decisiones. Franquearla no la anula. Abolir las fronteras es hacer desaparecer los estados. Un mundo sin fronteras es un mundo bárbaro. 

En droit international public, « un État ne serait pas considéré comme un État si la majorité de ses frontières ne sont pas définies ».

En el derecho internacional público, “un estado no será considerado como un estado si la mayoría de sus fronteras no están definidas”. 

Resumen

Foto 1 salacot

No es novedoso decir que África es un conglomerado de razas y lenguas que la Europa imperial del siglo XIX, encerró en el marco de unas fronteras artificiales que casi nunca tuvieron en cuenta razones de orden natural ya fuesen estas étnicas, lingüísticas o simplemente económicas.

Los cambios que se produjeron en África en el periodo 1880-1935 tuvieron lugar a gran velocidad, pero los más trágicos y transcendentes, se dieron entre los años 1890 y 1910 que fue, precisamente, el periodo caracterizado por la conquista y ocupación de la mayor parte del continente africano por las potencias del imperio y después por la instauración del sistema colonial. El periodo que siguió a 1910 básicamente se caracterizó por la consolidación y explotación de este sistema. En 1914, con la sola excepción de Etiopía y Liberia, África en su totalidad estaba sometida a Europa y divida en colonias de distintas proporciones. 

África fue el último continente conquistado por Europa. Lo asombroso de ello fue la rapidez y relativa facilidad con las cuales las naciones europeas con un esfuerzo coordinado ocuparon y subyugaron a un continente de tales proporciones. Un hecho sin precedentes en la historia. La velocidad de la conquista se explica porque los colonizadores no tuvieron enfrente una resistencia global pues rara vez hubo solidaridad entre los pueblos africanos.

El continente africano dispone hoy de unos 83.500km de fronteras políticas terrestres, trazadas en un breve cuarto de siglo (1885-1909). Estas fronteras de cancillería fueron establecidas por Europa sobre mapas poco reconocibles y sobre todo sin un previo reconocimiento del terreno.  Los estados que participaron en el trazado de las mismas y en orden de influencia fueron Francia (32%) y Reino Unido (26,8%), es decir, casi un 60% entre ambos. A continuación, aparecen Alemania (8,7%), Bélgica (7,6%: la mención de Bélgica incluye las empresas de Leopoldo) y Portugal (6,9%), es decir, cerca del 82% para estos 5 estados nombrados. La Turquía otomana (4%) Italia (1,7%) y España (1,5%) completan el mapa fronterizo africano. Los europeos se hicieron con mapas de los contornos geográficos africanos y comenzaron a trazar líneas y en las mismas escribieron nombres a los que llamaron países.  África es un continente de 30.310.000 km2 de superficie y más de 7.000 km2 entre sus extremos este-oeste, norte-sur1, en el que coexisten 54 estados independientes, de los cuales 48 son subsaharianos y, por tanto, cuenta con 54 gobiernos y regulaciones distintas.

Trataré en este documento de hacer un muy breve repaso por la historia de la colonización africana para a continuación hablar de asuntos fronterizos que hoy siguen candentes y que, además, están muy vinculados a la particular geografía del continente a sus distancias, y a las repercusiones políticas y comerciales que ello representa.

Las fronteras de África son hoy fronteras africanas 
La Conferencia de Berlín de 1884-1885: Otto von Bismarck, Canciller de Alemania, se ha descrito aquí esgrimiendo un cuchillo sobre una rebanada de pastel, marcado "África". Sus compañeros delegados sentados alrededor de la mesa mirando boquiabiertos. Fecha: 1884 “A cada uno su parte si nos portamos bien “Caricatura de Draner, L’Illuestration,3 janvier 1885

La Conferencia de Berlín, noviembre 1884-febrero de 1885, y los acontecimientos que la siguieron tuvieron por objetivo no solo el establecimiento de las fronteras actuales de África, sino también un intento de integrar África en el concepto europeo del Estado nación con fronteras. La conferencia de Berlín solo vino a regular el proceso imperial de reclamar territorios. Estas demandas fueron acompañadas naturalmente de una feroz competencia entre las potencias europeas porque, en ese momento y más que antes, el concepto de la ocupación real del territorio era un factor a tener en cuenta. Fue en este contexto en el que las fronteras impuestas a África fueron diseñadas para ser exclusivas y separar una soberanía de otra. Se suponía que eran un reflejo de las fronteras de los Estados nación de Europa con su doble característica de instrumento de paz y guerra como lo representa Lord Curzon (1907) en una famosa cita: “Las fronteras son claramente vistas como el borde de una navaja sobre el que depende el destino de la paz y la guerra, así como la vida y la muerte de las naciones modernas”. 

Réuni à Berlin, le gratin politique et diplomatique de l'époque trace arbitrairement les frontières du continent

A principios del siglo XX, se establecieron la mayoría de las fronteras africanas, anunciando la configuración de los próximos estados. Estas eran las palabras de Lord Salisbury, uno de los grandes “partícipes del pastel” africano: “Nos hemos puesto a dibujar en los mapas áreas donde el hombre blanco nunca había puesto un pie. Nos hemos repartido montañas, ríos y lagos, apenas afectados por esta pequeña dificultad de no saber nunca exactamente dónde estaban estas montañas, ríos o lagos”. Durante los primeros años de independencia africana, una de las principales preocupaciones de los padres fundadores era la cuestión de la configuración que se debía dar a las fronteras legadas por la colonización. La misma se planteaba en estos términos: ¿Debería ponerse en tela de juicio la ruta colonial y abrir el camino a la incertidumbre y a la inestabilidad, o aceptarla e instaurar un clima de serenidad y paz en las relaciones interestatales? La respuesta de la Organización de la Unión Africana fue la siguiente:

“Todos los estados miembros se comprometen a respetar las fronteras existentes en el momento en que accedieron a la independencia”. 'Uti possidetis juris'. Las fronteras africanas siguen intactas desde el legado colonial de las mismas2

Sabemos que, aunque el régimen colonial ha desaparecido, las consecuencias de la partición siguen ahí. Digamos que, en sentido político, el África actual fue creada por los europeos de entonces. África, no lo olvidemos, en 1880 se encontraba al margen de cualquier interés de expansión por parte de las fuerzas europeas. Las prioridades eran otras y la expansión europea iba por otros caminos: los del Nuevo mundo y Asia en lo referente a su comercio y explotación. Pero fue a partir de esa fecha cuando se inició un proceso en el que Europa se adueñó y repartió el continente en no mucho más de 30 años. Lo más chocante de la partición de África no fue lo que se hizo, sino la ligereza con la que se hizo. 

En comparación con Europa y América del Norte, África es relativamente nueva en lo que es el concepto westfaliano de fronteras. Pero esto no quiere decir que las fronteras no existieran en África antes del contacto con influencias extranjeras, y en particular con Europa. Las fronteras siempre han existido como fenómenos sociales que rigen las relaciones entre las personas y entre las comunidades. Del mismo modo, las estructuras e instituciones sociopolíticas precoloniales africanas tienen sus propias categorizaciones funcionales que pueden asimilarse a las fronteras que conocemos hoy en día. Hay alrededor de 110 fronteras entre los Estados de África y varias fronteras interestatales que atraviesan todo el continente africano. Los orígenes de estas fronteras se remontan al período colonial y del imperio de finales del siglo XIX y principios del XX. Por lo tanto, fueron los tratados, los acuerdos, el intercambio de notas y los protocolos entre las diferentes potencias coloniales los que han constituido la base jurídica de las fronteras.

Empecemos por el principio… 

El reparto de África. Cuando empezó, como se hizo, y los motivos de por qué tuvo lugar. 

Digamos que entre 1880 y 1914 (34 años) tuvo lugar el mayor porcentaje del reparto del continente africano por parte de los europeos. Hay teorías que sostienen que ya en 1879 empieza el reparto con las expediciones francesas a Senegal, otros que 1881 es la fecha con las expediciones a Túnez por parte Ferry y Gambetta (Tratado del Bardo de 12 de mayo de 1881 que hacía de Túnez una dependencia de Francia). Los ingleses justifican la fecha de 1882 con su incursión en Egipto y 1884 como la fecha de aparición en el escenario africano de Bismarck y del rey Leopoldo de Bélgica. Los motivos correspondientes del inicio del reparto pertenecen a cada uno. Existe mucha prensa y literatura al respecto, así como para la diferencia entre “partition” y “scramble” (partición y carrera) de lo que allí ocurrió. En cualquier caso, podríamos decir que el reparto tuvo lugar sobre el papel en la década de 1880 y la partición sobre el terreno en los años siguientes. 

En cuanto a cómo se llevó a cabo la historia de la partición, los mapas fueron la representación gráfica del reparto y la fragmentación del terreno africano. ¿Qué mapas? ¿Qué es lo que veíamos en dichos mapas? Sencillamente lo que lo que las potencias europeas artificialmente decidían en sus respectivas cancillerías. Sí, se concluían tratados y se fijaban las fronteras, pero ocurría justamente lo contrario que en Europa, es decir: en Europa, primero se conquistaba y luego ello se veía reflejado en un mapa; en África, era al revés, primero se delineaba el mapa y luego ya se vería que hacer con ello. La realidad geográfica, la del terreno, no era tenida en cuenta; lo que se mostraba era una mera invención de quienes lo diseñaron artificialmente. En cualquier caso y no solo para África, las fronteras no las decide la naturaleza sino el poder y la política3.

Por qué tuvo lugar, cuáles eran los motivos… Estos eran muy distintos de unos países a otros. No olvidemos que estamos en pleno imperialismo y este era una consecuencia del capitalismo, tal como dice Hobson en su estudio sobre este fenómeno4. La lucha por los mercados para invertir y la explotación de las materias primas (la historia de África ha evolucionado muy poco en este sentido), pero también motivos estratégicos y políticos: cada nación tenía los suyos; véanse los ejemplos de Reino Unido en Egipto con el canal de Suez (los derechos de los accionistas debían estar a salvo y por ello había que defender el canal) o el conflicto de Fachoda en Sudán5.

Fuente: http://www.claseshistoria.com/imperialismo/imagenes/ https://www.retronews.fr/colonies/echo-de-presse/2019/11/24/la-crisede- fachoda-en-1898 Fuente: https://www.socialist.net/1956-suez-crisis-the-death-of-an-empire.htmFuente:   https://www.socialist.net/1956-suez-crisis-the-death-of-an-empire.htm

No todas las partes pues se guiaban por el mismo motivo. Los países europeos tenían distintos intereses, los políticos ideas muy distintas y cada región africana un significado distinto. Podemos argumentar que Inglaterra consideraba a África Occidental de interés por razones comerciales, a África del Sur por razones financieras, y a la Oriental por razones estratégicas. Nos hemos detenido en Inglaterra como podríamos haberlo hecho con Francia (de 1870 a 1914 la política exterior francesa giraba en torno al dilema de “¿le pays devait-il jouer un rôle continentale ou bien ultramarin? (¿el país debía jugar un papel continental o ultramarino?). Al final predominaban las cuestiones continentales, pero a pesar de ello Francia consiguió un inmenso imperio colonial, el segundo del mundo, y su papel fue muy destacado en la partición de África, y qué decir de Bélgica con la cuestión del Congo (uno de los países más pequeños de Europa se hizo con una de las mayores y más ricas colonias del continente).  

Fuente: https://www.eulixe.com/articulo/reportajes/genocidios-congolenos

No olvidemos que el Gobierno belga no tenía ningún interés en una expansión colonial, pero Leopoldo, fiel a su idea, cambió de metodología y decidió actuar como particular apoyado en su prestigio como soberano y en su fortuna familiar sin tener en cuenta al parlamento de su país. Es decir, soberano dentro de Bélgica y empresario fuera de ella. Por cierto, Leopoldo nunca viajó al Congo6 (ver notas: literatura sobre la colonización del Congo).

No podemos dejar de mencionar el movimiento colonial alemán. “Nadie puede demostrar que las colonias sean útiles para el Imperio, pero tampoco puedo demostrar que sean perjudiciales” (Otto von Bismarck canciller de Alemania 1 de abril de 1815 - 30 de julio de 1898).

El nacimiento del imperio alemán en África tuvo lugar el 24 de abril de 1984, cuando Bismarck proclamó la 'Reichsschutz' (protección del imperio) sobre “Luderitzlandia”7. Con ello nació la África Suroccidental alemana a la que después siguieron Togo y Camerún y un día después de la clausura de la conferencia de Berlín (27/02/1885) la región alemana de África oriental.

Algunas palabras sobre la conferencia de Berlín

Los orígenes de la conferencia vienen por el lado alemán cuando Bismarck después de hablar con el embajador francés en Berlín le hizo saber que Alemania estaría dispuesta a mantener consultas con otros países y, en concreto, con Francia sobre asuntos coloniales y más concretamente sobre el tratado Anglo-luso. Alemania buscaba el respaldo de Francia contra la política invasora de Inglaterra de la que este tratado era otro ejemplo. Bismarck no se enfrentó directamente con Londres y buscó apoyo en otros países, y la mejor manera de hacerlo era internacionalizando el problema. 

Portugal empezó a tantear, pues, las posibles reacciones a la celebración de una conferencia, lo que dio pie a que Bismarck manifestase que un tratado bilateral debía ratificarse internacionalmente, que una vía fluvial como la del río Congo tenía que estar controlada internacionalmente y que debía estar garantizado el libre comercio en ese territorio para terminar con el compromiso de respetar las formalidades en las nuevas ocupaciones en las costas de África. Fue este último punto quizás el más crítico de los diferentes asuntos tratados y ello debido a la pretensión de implantación de normas para el interior del continente por parte de la delegación inglesa. 

Tanto alemanes como franceses se opusieron a ello, pues ¿cómo se pueden establecer normas para un interior del continente que era absolutamente desconocido? ¿Dónde terminaba una costa para convertirse en interior? ¿Y dónde volvía a considerarse costa? Para ello habría que crear un nuevo inventario de las diferentes pretensiones de soberanía y medir los distintos territorios. De ahí nació la partición de África, pero con la condición de que fuese en armonía y cooperación europea. Por ello, en el acta final de la conferencia quedó establecido que “quien ocupara un nuevo territorio en la costa o lo convirtiera en protectorado, debía de informar de ello a los demás países firmantes y debía asimismo cuidar de gobernarlo, dentro de lo posible, eficazmente”. (Artículo 34 del acta de Berlín, documento firmado por los participantes en la conferencia).

Es lo que se conoce como la doctrina de “las esferas de influencia”, que fue interpretada de la siguiente manera: “La posesión de una parte del litoral conllevaba la del interior del territorio, sin límite territorial hasta el interior del mismo”. El artículo 35 estipulaba, además, que “el ocupante de todo territorio costero debía probar que ejercía una autoridad suficiente para hacer respetar los derechos adquiridos y la libertad de comercio y tránsito en las condiciones donde se haya estipulado que así sea”. Esta es la conocida como doctrina de la “ocupación efectiva”. 

La delimitación así llevada a cabo no obedeció a un requisito de coherencia tribal ni a ninguna legitimidad histórica de los reinos preexistentes, de modo que los 177 pueblos o grupos étnicos africanos se dividieron entre varias entidades territoriales, mientras que otros conocidos por su hostilidad visceral hacia los demás los establecieron en un mismo territorio. 

Aquellos entre los militares, diplomáticos u oficiales indígenas, que establecieron los límites administrativos de los futuros estados africanos, fueron comparados a “Un sastre loco que no habría prestado atención alguna a la tela o al diseño del patchwork que estaba reuniendo y su trabajo a las divagaciones de un topógrafo que se volvió loco”. 

La única restricción impuesta a las potencias que firmaron el Acta de Berlín era el imperativo de no invadir el área de influencia de los demás y desarrollar su lote territorial de acuerdo con sus propias necesidades militares y estratégicas. En otras palabras, las potencias europeas tenían las manos libres para configurar las fronteras africanas a su antojo. 

Después de la independencia, África se encontró, así, ante un dilema corneliano en términos de fronteras: mantener las fronteras heredadas del colonialismo, enterrando las fronteras arbitrarias desestabilizadoras en períodos más o menos cortos o abrir la “caja de pandora”, a riesgo de provocar guerras fratricidas. Con respecto a los principios, cabe señalar que el acta constitutiva de la conferencia prefirió no repetir la referencia a la “soberanía, integridad territorial e independencia” y la sustituyó por el “respeto, los límites existentes en el momento de la independencia”. Para la historia de África este fue el resultado esencial de la conferencia.

Las fronteras de África y su retorno

Ejemplo Puesto fronterizo en África Commission de l’Union Africaine / Département Paix et SécuritéFoto panoramica del puesto fronterizo nº1 de la frontera de Argelia-Túnez

« À l’heure de l’intégration, rien ne justifie le fait que les frontières soient sources de conflits. Elles doivent plutôt être facteur de paix et d’échanges entre les populations des différents pays concernés ».

N’Faly Sanoh, Directeur du département libre circulation de la CEDEAO

“A la hora de la integración nada justifica el hecho que las fronteras sean fuentes de conflictos. Debieran ser al contrario factor de paz y de intercambio entre las poblaciones de los diferentes países implicados”.

N’Faly Sanoh, Directeur du département libre circulation de la CEDEAO

Desde la independencia, las fronteras heredadas de la colonización han sido una fuente recurrente de tensión, conflictos e incluso crisis entre varios países africanos8. Los líderes africanos han tomado una serie de medidas políticas y legales para abordar el problema fronterizo de África. Entre ellos figuran: “El primer período de sesiones de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de la Unidad Africana (OUA) celebrada en julio de 1964 en El Cairo (Egipto) y el apartado b) del artículo 4 del Acta Constituyente de la Unión Africana (UA), que adoptó el principio de respeto de las fronteras en el Estado en el que se encontraban cuando obtuvieron la independencia”.  

También como referente, hay que destacar la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de julio de 2002 en Durban (Sudáfrica), en la que se pedía la delimitación y la demarcación de las fronteras en África, allí donde aún no se habían llevado, y la recomendación de continuar con los ejercicios de establecimiento de límites y demarcación como factores favorables a la paz, seguridad y progreso económico y social. Finalmente, la 8ª Sesión Ordinaria de la Conferencia de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana celebrada en enero de 2007 en Addis Abeba (Etiopía), que adoptó la declaración en la que se animaba a la Comisión a proseguir sus esfuerzos para prevenir los conflictos estructurales, en particular mediante la aplicación del Programa de Fronteras de la Unión Africana (KFP/PFU).

Ejemplo de algunos progresos de la PFU:

La finalización de la demarcación de los 413 km restantes de la frontera Burkina Faso-Mali; la conclusión de la delimitación de la frontera marítima entre Comores, Seychelles y Tanzania; los ejercicios de reafirmación entre Mozambique y Zambia (330 km); la aplicación de los ejercicios de reafirmación entre Zambia y Malawi (805 km); los actuales ejercicios de reafirmación entre Mozambique y Tanzania, Mozambique y Malawi, y Mali y Senegal. 

Sin llegar a identificar todas las disputas territoriales que han tenido lugar en la historia de las relaciones africanas contemporáneas, nos limitaremos a recordar las más notorias distinguiendo entre las que tienen una dimensión de secesión, las que se han producido entre los Estados africanos y las que están sujetas a arbitraje o solución judicial.

Conflictos de secesión: En Angola (Cabinda entre 1991 y 1994, entre 1996 y 1998, entre 2004 y 2007 y 2009), en Comores (Anjouan 1997), en Etiopía (Eritrea, Ogaden, Afar, Oromia), en Mali (Touaregs en 1990 y entre 2007 y 2009), en Namibia (Caprivi Band 1999), en Níger (Touaregs 1992, 1994, 1997), en Nigeria (Biafra y Delta del Níger en 1990, 1997, 1998), en Senegal (Casamance), en Somalia (Somalilandia) y en Sudán (Sudán del Sur 1990-2004 e independencia en 2011).

Conflictos interestatales: Mali-Mauritania (1961-1964), Marruecos-Argelia (1963), Somalia-Kenia (Norte de Kenia) (1967), Uganda-Tanzania (parte de Tanza) (1972-1979), Mali-Burkina Faso (área de Agacha) (1974 – 1987), Libia-Chad Aouzou Band (1973-1994), Somalia-Región de Ogaden en Etiopía (1977-1978), Nigeria-Isla Bakasi de Camerún (1994), Etiopía-Eritrea (1998-2000).

Disputas fronterizas sometidas a arbitraje o a la Corte Internacional de Justicia (CIJ): Caso de plataforma continental Túnez-Libia (1982), Asunto Guinea-Bissau-Senegal (1984), Burkina Faso-Mali (1986), Caso Libia-Chad (1973-1994), Asunto Camerún-Nigeria (1991) y Caso Botswana-Namibia (1995). 

De esta lista no exhaustiva, debemos distinguir dos situaciones que llevaron a la creación de Estados soberanos: Eritrea, nacido de una separación de Etiopía en 1993, y Sudán del Sur, que se separó del Norte en 2011. Lamentablemente, este fenómeno de secesión dista mucho de desaparecer, como lo demuestra la declaración unilateral de independencia del movimiento nacional para la liberación de Azawad, realizada el 6 de abril de 2012 y retirada el 14 de abril de 2013.

Es por lo que, para frenar esta peligrosa tendencia, la Unión Africana adoptó en 2007 el Plan fronterizo para facilitar y apoyar la demarcación y la demarcación de las fronteras africanas, desarrollar la cooperación transfronteriza y fortalecer la capacidad de los Estados miembros en la gestión de sus fronteras. Para aplicar este plan, la Unión Africana solicitó a las antiguas potencias europeas -Francia, Bélgica, Alemania y Portugal- su apoyo, de las cuales las dos primeras proporcionaron en 2013 copias digitalizadas de los tratados que abarcaban el período 1845-1956 relativos a una veintena de países pertenecientes a las regiones norte, este y oeste del continente africano. 

En un momento en que los nacionalismos y las reivindicaciones de identidad están creciendo en todo el mundo, las fronteras africanas corren el riesgo de sufrir cambios profundos. Pueden tomar el camino de la integración sobre la base de la resolución de conflictos y la complementariedad económica o el de la desintegración como resultado de la aplicación desenfrenada del derecho a la libre determinación. 

El protagonismo de la Unión Africana debiera ser determinante.

Frontera Malawi-Zambia sobre la meseta de Nyka. La línea amarilla representa una aproximación del trazado de la frontera

Un comentario sobre el lanzamiento de la Zona Continental de Libre Comercio, de julio 2019: esta puede verse seriamente afectada por la epidemia de coronavirus y puede que este en camino de poner todo de nuevo en marcha9 (Leer « ACCORD PORTANT CRÉATION DE LA ZONE DE LIBRE-ÉCHANGE CONTINENTALE AFRICAINE »)

Cumbre africana

Es cierto el coronavirus podría representar una amenaza para este proyecto continental, pero los líderes también pueden verlo como una oportunidad para fortalecer la colaboración. Si los líderes aceleran ciertas políticas, también podría ser una oportunidad. Los beneficios podrían lograrse rápidamente mediante la consolidación de las iniciativas de integración regional ya implementadas.

Los cierres fronterizos, por ejemplo, se pueden ver desde una perspectiva diferente. Cuando los líderes de los países vecinos cierran sus fronteras, como lo han hecho Portugal y España, es un símbolo de asociación en la lucha contra la pandemia. Reducir el flujo de personas, manteniendo las fronteras abiertas a los bienes, es un reconocimiento de la importancia de las actividades económicas y comerciales para permitir a las personas continuar su vida cotidiana. En África, esta colaboración será crucial, especialmente para los dieciséis países sin litoral del continente. La Unión Africana ya ha dicho que África será más fuerte si los países están más unidos por el nacimiento de la Zona De Libre Comercio Continental Africana. Un compromiso tan firme con la acción conjunta de los líderes del continente, sin duda, también beneficiaría también la lucha contra la pandemia del coronavirus y sus consecuencias económicas para África. 

Imagen comercio transfronterizo en África

El espesor de las fronteras en África encarece en gran medida los costes comerciales. Aquellos costes asociados al transporte como la logística para el traslado de mercancías forman parte de este espesor fronterizo y ello es, precisamente, lo que pesa a la hora de implantarse en una determinada región del continente. La animación de las fronteras africanas se nutre de los intercambios de productos de base, el tráfico más o menos licito, y los flujos fraudulentos, así como del contrabando institucionalizado. Todo un mundo vive de estas asimetrías fronterizas (comerciantes, transportistas, aduaneros, y militares) y decenas de millones de habitantes viven sobre esas fronteras. Por todo ello, me hago la pregunta sobre la veracidad de las estadísticas oficiales, si consideramos la economía tal como funciona, y no solo la economía formal, pues abundan las zonas en donde los intercambios comerciales se mofan de las fronteras10.

Los datos y estadísticas comerciales son esenciales para el intercambio de bienes y servicios a través de las fronteras, ya que la diferencia de precios y de calidad deben ser suficientes para compensar el costo en términos de tiempo y transporte. Los sistemas modernos de información empresarial de todo el mundo proporcionan a los responsables de la toma de decisiones, importadores, exportadores, minoristas e inversores información actualizada y lucrativa que ayuda a mejorar un comercio globalizado. La falta de datos y estadísticas comerciales actualizados y fiables ha sido reconocida como uno de los factores que contribuyen al bajo nivel del comercio oficial intrafricano (estimado en alrededor del 14% para las importaciones y el 18% para las exportaciones en 2015), así como la limitada participación de África en las exportaciones mundiales (alrededor del 2,6%) en 2017. Existen situaciones en las que los bienes y servicios, que podrían ser proporcionados por otros países africanos, son importados por países africanos. 

Conclusión 

Por lo tanto, la cuestión no son los trazados, sino su control y el uso adecuado de lo que rodea la frontera como bisagra en el proceso de integración regional.

« Le période postcolonial est terminé également sur le plan politique. Il est impératif qu’une doctrine de règlement négocié des contentieux politiques s’impose, de l’intérieur, condition de la transformation de la croissance et du développement ». Michel Foucher (las fronteras africanas)

El período poscolonial también ha terminado políticamente. Por lo tanto, es imperativo que se imponga una solución negociada en las controversias políticas desde dentro, condición necesaria para la transformación del crecimiento y el desarrollo del continente.

Notas al pie

Justificación de citas y fuentes

1. El territorio africano es descomunal, pero raramente los mapas le hacen justicia.

2. Conferencia de la Organización de la Unión Africana (OUA) julio 2014 sobre la resolución los litigios entre estados africanos a propósito de las fronteras, adoptada por la conferencia de jefes de estado y de gobierno reunida en el Cairo los días 17-21 de julio de 1964. Párrafo 3 articulo III de la carta de la OUA de 1963.

3. “Les frontières ne sont généralement pas déterminées para la nature, mai par le pouvoir, c’est-à-dire par la politique. » Le partage de l’Afrique, Henri Wesseling/folio histoire 1991

4. “Imperialism: A Study” (“Imperialismo: un estudio”) es el título de un discurso político-económico escrito por John A. Hobson en 1902.

5. El conflicto de intereses entre Francia y Gran Bretaña originó fricciones que a punto estuvieron de desembocar en contiendas armadas. Un ejemplo lo constituyó el incidente o crisis de Fachoda (actual Kodok), localidad enclavada en Sudán, donde coincidieron franceses y británicos que pretendían la construcción de un ferrocarril que uniese parte de sus respectivas colonias africanas. Para abrir camino y defender sus posiciones, los franceses enviaron desde el Oeste un ejército al mando del comandante Marchand, mientras que los británicos hicieron lo propio con tropas incorporadas desde Egipto al mando del general Kitchener. La retirada de los franceses ante la inferioridad numérica de sus tropas permitió a los británicos controlar la región de Sudán, consiguiendo con ello el dominio casi ininterrumpido de los territorios que enlazaban el norte y el sur de África. Los anhelos de Cecil Rhodes quedaban de este modo casi satisfechos, pues solo se interponían en ese camino los territorios del África Oriental bajo soberanía alemana.

6. Henri Wesseling le partage de l’Afrique. Pierre-Luc Plasman Léopold II, POTENTAT CONGOLAIS. L’action royale face à la violence coloniale, LÉOPOLD II LE PLUS GRAND CHEF D'ETAT DE L'HISTOIRE DU CONGO Jean-Pierre Nzeza Kabu Zex-Kongo, Du sang sur les lianes : Léopold II et son Congo, Daniel Vangroenweghe, El sueño del celta Mario Vargas Llosa, etc.

7. Lüderitz es una ciudad portuaria de Namibia, situada en Karas, la región más al sur del país. Cuenta con una población de 12.900 habitantes. Fue fundada en 1883 por Adolf Lüderitz, tras la compra de Angra Pequeña y alrededores, a un jefe local nama. La ciudad comenzó como una factoría con actividad en pesca y recolección de guano. Fue la ciudad principal de la Compañía Colonial del África del Sudoeste Alemana.

8. En lo que respecta al efecto estabilizador del principio de intangibilidad de las fronteras en África, basta mencionar que más del 61% de las poblaciones africanas han sufrido una guerra desde 1963, que es el mismo porcentaje de tiempo que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dedicado a los conflictos africanos y que el 57% de las disputas fronterizas que se les presentan son de origen africano. Para darse cuenta del impacto muy limitado del principio de la intangibilidad de las fronteras en la paz, la seguridad y las relaciones de vecindad en África. De hecho, más de medio siglo después de que la OUA adoptara el principio de respeto por las fronteras heredadas del colonialismo, la realidad muestra que el problema de las fronteras sigue siendo el motivo central de la inestabilidad y la violencia interestatal e intraestatal en el continente.

9. Paul Kagame, el presidente de Ruanda que fue el presidente de la Unión Africana es responsable de poner en órbita la Zona Continental de Libre Comercio (FTAC), el embrión de un mercado único en el continente africano, en 2018. El objetivo es establecer un mercado integrado de más de 1.200 millones de personas, para bienes y servicios, incluida la libre circulación de personas y capitales. 22 parlamentos nacionales lo han ratificado. Este acuerdo es la culminación de una larga historia, nacida con el panafricanismo de la independencia, el sueño de Kwame Nkrumah de una “Unión de Estados Africanos”. Si realmente se implementa, el FTAC sería el más grande del mundo. En períodos sucesivos, esta iniciativa podría convertirse en un acuerdo vinculante y funcional.

10. Los desafíos de África de Rafael Gómez-Jordana Moya (Thomson Reuters Aranzadi. Las relaciones internacionales del siglo XXI: Transformar el mundo. Capitulo IV pág. 137-153)

Referencias bibliográficas

- A legal and Diplomatic Encyclopedia by Ian Brownlie

- Le retour des frontières et les frontières africaines de Michel Foucher

- Atlas historique de l’Afrique de Bernard Lugan

- La partage de l’Afrique Henri Wesseling

- Prisoners of Geography by Tim Marshall 

- L’Afrique défis, enjeux et perspectives en 40 fiches, Philippe Hugon 

- L’artificialité des frontières en Afrique subsaharienne Turbulences et fermentation sur les marges, Christian Bouquet

- Délimitation et Démarcation des Frontières en Afrique, Commission de l’Union Africaine, Département de Paix et Sécurité, Addis-Abeba, septembre 2013

- Los desafíos de África SEI, Rafael Gómez-Jordana Moya

- L’Afrique depuis 1940, Frederick Cooper

- L’Afrique pour les nuls, Jean-Joseph Boillot et Rahmane Idrissa 

- L’Afrique noire est-elle maudite ? Moussa Konaté 

Anexos

Mapas Africanos

Anexo mapa 1 antes de la colonización

ANexo mapa África 2

Anexo mapa África 3 reparto colonial

Retratos de exploradores en África

Exploradores

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