Turquía ya ha preparado “un plan diplomático y militar” para responder en el caso de que Egipto despliegue a sus efectivos en el país

Las fuerzas de Haftar entran en “máxima alerta” ante los primeros incidentes en Sirte

photo_camera PHOTO/AFP - Miembros del LNA en ruta hacia Sirte, en Bengasi

El portavoz del Ejército de Liberación Nacional (LNA, por sus siglas en inglés), Ahmed al-Mismari, ha declarado esta semana que las unidades militares han entrado en un estado de “máxima alerta” ante los últimos desarrollos que se han producido en el enclave geoestratégico de Sirte, ubicado en la costa norte del país. Según ha explicado, el Comando General ha “reestructurado su sala de operaciones y las líneas del frente”, y se ha enviado a los efectivos desplegados en dicha localidad “armas modernas, radares y defensas aéreas -modelo S-300- para frustrar cualquier intento de capturar la ciudad”. También se ha manifestado en esta línea el jefe del Gabinete del LNA para operaciones navales, el mayor general Faraj Al-Mahdawi, quien ha aseverado que el Ejército de Haftar tiene ahora “la capacidad de destruir cualquier barco a una distancia de hasta 100 kilómetros de la costa libia”, según ha recogido Al-Arabiya, en una referencia implícita a los buques de guerra turcos, que se han convertido en el principal objetivo del LNA. Todos estos movimientos se han producido con la intención de “liberar al país de las milicias, los terroristas y la interferencia extranjera”, ha recalcado Al-Mismari.

Cabe recordar, en este punto, que la guerra civil libia se ha trasladado en el último mes a Sirte, en primer lugar, y Al-Jufra, en el centro del territorio donde se ubica la mayor base aérea libia, en segundo lugar. Ambos enclaves se encuentran bajo control del LNA, pero la facción rival, el Gobierno de Unidad Nacional (GNA, por sus siglas en inglés), liderado por el primer ministro Fayez Sarraj, ha anunciado su intención de conquistarlos. Para ello, cuenta con el apoyo de su aliado inestimable, la Turquía de Recep Tayyip Erdogan, que ha enviado a Libia en el último año tanto armamento y equipamiento militar como decenas de miles de mercenarios sirios, yemeníes, tunecino, sudaneses y marroquíes para engrosar las filas del GNA.

Del mismo modo, ha desplegado a personal de su Ejército en la nación norteafricana, fundamentalmente oficiales e ingenieros para preparar la ofensiva contra Sirte y Al-Jufra. Ante la determinación turca, uno de los principales baluartes del mariscal Haftar, el Egipto de Abdel Fattah al-Sisi ha amenazado con intervenir militarmente en Libia para defender los enclaves, algo que ya ha sido autorizado tanto por el Parlamento libio de Tobruk -afín al LNA- como por el propio Parlamento egipcio. El tono elevado de la retórica egipcia, junto con la realización de ejercicios militares masivos en la frontera con Libia habían conseguido abrir un periodo de tiempo muerto, en el que ni Ankara ni El Cairo se habían atrevido a dar el primer paso.

Pero han comenzado a producirse las primeras escaramuzas entre los dos bandos. Este jueves, el LNA ha informado de que han derribado un avión no tripulado turco que estaba llevando a cabo una misión de reconocimiento sobre Sirte. Sin embargo, el analista de Al-Marsad Mohamed Mansour considera que esto había sido planificado por Turquía, que estaría “tratando de medir las defensas aéreas del LNA”. Horas antes, el Ejército de Haftar realizaba unas maniobras militares navales en la costa de la localidad, según revelaba Mansour, con la participación de buques patrulla y botes inflables de casco rígido, entre otras unidades. 

Turquía también ha desplegado en la costa libia, concretamente frente a Misrata, a unos 250 kilómetros de Sirte, al menos dos fragatas, donde Ankara ha instalado su centro de operaciones de cara a la ofensiva contra este enclave. 

Además, la nación euroasiática ha vuelto a insistir en que, si el LNA no se retira de sus posiciones, “se tendrá que recurrir a la opción militar”. Cabe recordar que, a principios de esta semana, Turquía y Rusia acordaron “seguir presionando por un alto el fuego en Libia” y la creación de un grupo de trabajo orientado a establecer un cese de las hostilidades, pero con una condición inamovible impuesta por Ankara: que las fuerzas de Haftar abandonen Sirte y Al-Jufra, y regresen a sus líneas del frente del año 2015, limitadas al este del territorio, algo que ni el mariscal ni sus aliados, como Egipto, parecen estar dispuestos a aceptar.

Ante este escenario, en el que ninguno de los dos bandos renunciará a sus posiciones, Turquía ya ha preparado “un plan militar y diplomático”, según han informado fuentes anónimas en el periódico Zaman. Del mismo modo, Ankara “está lista para responder a cualquier ataque contra sus fuerzas presentes en Libia, cualquiera que sea la parte que llevó a cabo el ataque”, ha recogido el diario. Las fuentes también se han referido al posible despliegue de efectivos por parte de Egipto para fortalecer las defensas del LNA en Sirte, una operación que fue aprobada tanto por el Parlamento del país como por la Cámara homóloga de Tobruk, afín a Haftar. “Si Egipto envía fuerzas militares a Libia, Turquía tiene un plan para aumentar sus fuerzas y equipo militar en Libia para enfrentar a las fuerzas egipcias”, han aseverado.
 

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