Las exportaciones de este material sanitario alcanzaron los 18,5 millones a principios junio

Las mascarillas marroquíes que arrasan por todo el mundo

photo_camera PHOTO/REUTERS - Los empleados de una fábrica de Casablanca (Marruecos) empaquetan mascarillas

Del desabastecimiento a la exportación de casi 20 millones de mascarillas. Esa ha sido la trayectoria que ha dibujado Marruecos desde abril hasta principios de junio. El país ha conseguido hacer de la necesidad virtud y ha logrado el objetivo de proporcionar tapabocas a toda la población. Pero, además, la producción ha sido tan exitosa que las mascarillas marroquíes se han exportado a 11 países de todo mundo, entre ellos Francia, Italia, Alemania, México y Bélgica. Hasta el 9 de junio, se han vendido en el extranjero 18,5 millones de unidades, según los datos que maneja el Ministerio de Industria y Comercio y que recoge este domingo el diario Al-Ain News.

Ministro de Industria

El éxito de las mascarillas marroquíes también lo es para la economía del país en un momento muy crítico para toda las finanzas globales La exportación de este material está proporcionando unos ingresos en divisas muy jugosos para el reino alauita, principalmente procedentes de las compras europeas, según informa el diario Al-Ain News. Un total de 300 empresas están autorizadas actualmente en Marruecos por el Ministerio de Industria para producir mascarillas. Cada día elaboran 10 millones de cubrebocas desechables y otros cuatro millones de unidades reutilizables. Las empresas no son las únicas que se han sumado al ingente esfuerzo de fabricación. Los convictos que cumplen condena también están ayudando y de las cárceles salen cada nueva jornada 20.000 mascarillas, de acuerdo con los datos proporcionados por la administración penitenciaria y recogidos por el diario Al-Ain News. 

Una oportunidad para la innovación

La palabra crisis procede del griego y hace referencia al instante en el que tiene lugar una ruptura. En medicina se utiliza para describir un punto en el que el paciente solo tiene dos opciones: morir o mejorar. La economía marroquí ha pasado por un proceso similar. El organismo estadístico oficial de Marruecos, el Alto Comisariado del Plan (HCP, por sus siglas en francés) publicó a mediados de marzo un dato escalofriante. Hasta 142.000 empresas se vieron obligadas a suspender su actividad de manera temporal o definitivamente como consecuencia de la pandemia. Esta cifra supone un 57% del tejido productivo del país, conformado por compañías de pequeño tamaño. La fabricación de material sanitario está siendo un asidero al que agarrarse para impulsar la producción nacional y la reactivación económica. 

Fábricas mascarillas

“La industria nacional está dando hoy un salto tecnológico de calidad. Marruecos ha demostrado que tienen la capacidad para producir y fabricar de manera muy eficiente”, ha señalado el ministro de Industria y Comercio, Moulay Hafid Elalamy, en declaraciones recogidas por Al-Ain News. Este político considera que la veta de producción de material sanitario que Marruecos ha encontrado será una fuente muy importante de oportunidades de trabajo para los marroquíes, que además está proporcionando unos ingresos en reservas de divisas muy importantes para las finanzas de la nación. 

Respirador
Más allá de las mascarillas

Además de la industria, los institutos de investigación y desarrollo también han redoblado sus esfuerzos ante el desafío que supone la pandemia. Marruecos también ha conseguido fabricar sus propios respiradores artificiales de fabricación 100% nacional y un dispositivo de medición de la temperatura para los pacientes enfermos de COVID-19, gracias a labor y los conocimientos de los investigadores de la Universidad Politécnica Mohammed VI. Los respiradores se han elaborado con componentes marroquíes y se han repartido por toda la geografía del país, según la consultora Oxford Business Group. 

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