Líderes regionales e internacionales se reúnen en Jordania con el objetivo de apoyar la estabilidad en Oriente Medio
A pesar de la guerra en Ucrania, Oriente Medio continúa siendo una zona que es necesaria seguir por su importancia geoestratégica, energética y política. Con el objetivo de continuar analizando y monitoreando los sucesos de la región, así como desarrollar medidas que favorezcan la estabilidad y la paz, Jordania ha organizado una cumbre con varios líderes regionales e internacionales. La reunión, Bagdad II, sigue la estela de un encuentro celebrado en la capital iraquí en agosto de 2021 auspiciado por el presidente francés Emmanuel Macron.
La cumbre, celebrada a orillas del mar Muerto, está presidida por el rey Abdallá II, Macron y el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al-Sudani. Asimismo, participarán líderes y representantes de varios países de la región como Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Omán, Arabia Saudí, Turquía e Irán.
La Unión Europea también está presente en el encuentro a través del alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien ha reafirmado su “apoyo a Irak, su soberanía, seguridad y estabilidad, así como su proceso político, su desarrollo económico y sus esfuerzos de reconstrucción en cumplimiento de las aspiraciones de su pueblo”.
“Esta cumbre tiene grandes ambiciones, pero nadie espera milagros”, comenta Riad Kahwaji -citado por AFP-, director del Instituto para el Análisis Militar del Cercano Oriente y el Golfo (INEGMA). De acuerdo con un comunicado de la presidencia francesa, ‘Bagdad II’ tiene como objetivo “brindar apoyo a la estabilidad, seguridad y prosperidad de Irak”. La nota añade que una situación favorable en el país beneficiaría a “toda la región”. Para Kahwaji, el papel de París como mediador es clave, especialmente respecto Irán en un momento el que las negociaciones nucleares están estancadas.
El pasado mes de octubre el kurdo Abdul Latif Rashid se convirtió en presidente de Irak después de varios meses de estancamiento político. Asimismo, semanas antes de la toma de posesión de Rashid, se vivieron momentos de tensión en la Zona Verde de Bagdad. El nuevo jefe de Estado nombró Al-Sudani, político chiíta, como primer ministro con el objetivo de apaciguar las diferentes facciones chiítas enfrentadas.
Al-Sudani, exministro de Derechos Humanos y más cercano a Irán que su antecesor, Mustafa al-Kadhemi, se enfrenta a su reunión más relevante desde que asumió el cargo en octubre. Tal y como señala a AFP Hamzeh Hadad, académico en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, si la primera cumbre de Irak tuvo como objetivo permitir que Kadhemi demostrara que podía “reunir a los líderes regionales, en participar los estados del Golfo, en Bagdad”, ahora Al-Sudani debe mostrar que “puede mantener estas relaciones y demostrar que no dependen de lazos personales”.
A pesar de que Irak haya alcanzado cierta estabilidad política después de varios meses de estancamiento, todavía debe hacer frente a varios desafíos, como la amenaza terrorista. Hace tan solo unos días, al menos ocho policías iraquíes murieron en un ataque perpetrado por el Daesh en el sur de la provincia de Kirkuk.
Un país que todavía sigue inmerso en la inestabilidad política es el Líbano que, además, debe hacer frente a una grave crisis económica. Siria, por su parte, continúa siendo un campo de batalla para potencias extranjeras enfrentadas mientras su población sufre las duras consecuencias de 11 años de guerra. Uno de los países que está interviniendo directamente en territorio sirio es Turquía, participante en la cumbre. Además, Ankara también ha lanzado ataques contra el norte de Irak en su lucha contra los grupos kurdos, a los que acusa de terrorismo.
El Kurdistán iraquí también ha sido objeto de ataques recientes por parte de Irán, que trata de desviar la atención de las protestas que recorren el país desde el pasado mes de septiembre. El brutal asesinato de la joven kurda Mahsa -o Jina- Amini de 22 años por llevar mal colocado el velo islámico ha provocado una ola de protestas que están tambaleando los cimientos del régimen iraní. Meses después y a pesar de que las ejecuciones ya hayan comenzado, los ciudadanos siguen saliendo a las calles exigiendo un cambio político.
Además de la seguridad, la estabilidad, y los desarrollos políticos y económicos en la región, ‘Bagdad II’, abordará también asuntos como el calentamiento global, la seguridad alimentaria, los recursos hídricos y la cooperación energética.
