Las fuerzas de seguridad han detenido a un total de unas 6.700 personas en Bielorrusia y dos han muerto desde que comenzarán las protestas

Los bielorrusos se rebelan contra el último dictador de Europa

photo_camera PHOTO/NIKOLAI PETROV - El presidente de Bielorrusia Alexander Lukashenko durante una reunión en Minsk

La campaña electoral que ha tenido lugar este mes en Bielorrusia se ha caracterizado por una movilización sin precedentes de la oposición, representada en este caso por Svetlana Tikhanovskaya. El domingo 9 por la noche, tras el cierre de las urnas, miles de partidarios de la oposición se reunieron en la capital y en varias ciudades de Bielorrusia para protestar tras el anuncio de una primera encuesta oficial que daba la victoria Aleksandr Lukashenko con casi el 80% de los votos. Este mandatario ha dirigido el país con mano de hierro durante los últimos 26 años y es considerado como “el último dictador de Europa”. 

Tikhanovskaya había pedido a sus partidarios que votaran en masa, llevando pulseras blancas y fotografiando sus papeletas, para dificultar el fraude, pero también para poder realizar un recuento paralelo, cuyo resultado aún no se ha anunciado. Como resultado, el domingo se formaron largas colas frente a muchos colegios electorales, que la Comisión Electoral denunció como una "provocación" organizada. La oposición también acusó a las autoridades de fraude masivo. Las cuales habían intensificado sus esfuerzos al final de la campaña para frenar el ascenso de Svetlana Tikhanovskaya, deteniendo a unos diez de sus empleados, incluida la jefa de su de campaña, María Moroz.

Oposición

La principal rival de Lukashenko, Tikhanovkaya, recibió el 9,9% de los votos, según estos resultados iniciales de la Comisión Electoral de Bielorrusia. Los otros tres candidatos recibieron cada uno menos del 2% de los votos, según esta fuente. Por su parte, Tikhanovskaya, ex profesora de inglés de 37 años dijo el domingo por la tarde que "la mayoría" de sus conciudadanos la apoyaban y que esperaba la publicación de los datos oficiales para anunciar sus intenciones. El jefe de Estado, que lleva 26 años en el poder ejerciéndolo con mano de hierro, según los resultados oficiales, ganó un sexto mandato con el 80,23% de los votos, poco después de la publicación de una encuesta oficial que mostraba al presidente en el ejercicio como el claro ganador. 

Bielorrusia no ha celebrado elecciones consideradas libres desde 1995, según la organización internacional Human Rights Watch. En varias ocasiones, las manifestaciones han sido reprimidas fuertemente, incluso después de las elecciones presidenciales de 2010. Antes de la aparición de Tikhanovskaya, los principales rivales de Lukashenko habían sido eliminados: dos están en prisión y un tercero está en el exilio. Los otros tres candidatos autorizados no se movilizaron. El ascenso al poder de Tikhanovskaya se produjo en un contexto de crecientes dificultades económicas, agravadas por las tensiones con Rusia, y la controvertida respuesta de Alexander Lukashenko a la epidemia del coronavirus, que calificó de "psicosis"

Numerosas escenas de golpizas a manifestantes por parte de la policía también fueron transmitidas en las redes sociales. Según periodistas, testigos y medios de comunicación de la oposición, la policía antidisturbios irrumpió en la capital sin piedad en pequeños grupos de personas de diferentes barrios, impidiendo que las concentraciones crecieran en tamaño. Según la ONG de derechos humanos local Viasna, al menos 90 personas, entre periodistas, observadores independientes y manifestantes, fueron detenidas el sábado y el domingo en Minsk. Varios medios de comunicación bielorrusos informaron sobre lesiones durante la violencia del domingo por la tarde.

Manifestantes

Las fuerzas de seguridad han detenido a un total de unas 6.700 personas en Bielorrusia desde que comenzarán las protestas, aunque aún se desconoce la cifra real de detenidos. Desde el domingo por la noche, la policía ha estado usando granadas de sonido y balas de goma para dispersar a los manifestantes y 51 personas más resultaron heridas el martes por la noche, según un informe oficial. Sin embargo, en Brest, al sur de Bielorrusia, la policía disparó con munición real contra manifestantes supuestamente armados, según informó el propio Ministerio del Interior de Bielorrusia. 

Según la organización Viasna, "un joven sufrió una lesión fatal en la cabeza tras ser atropellado por un vehículo" en la Avenida de los Ganadores en el centro de Minsk. "Decenas de heridos están también en los hospitales" de la capital, según la misma fuente. La ONG también informó de al menos 300 detenciones en todo el país el domingo, incluidas al menos 152 durante las manifestaciones nocturnas en Minsk, donde las multitudes reunidas en varios lugares fueron dispersadas violentamente por la policía antidisturbios utilizando "munición especializada" como granadas de sonido.

Ales Bialiatski, que dirige la ONG Viasna, denunció en declaraciones a la agencia AFP un uso "desproporcionado" de la fuerza por parte de la policía, aunque una portavoz del Ministerio del Interior, Olga Chemodanova ha afirmado que no se han producido fallecidos. En otras partes del país también han tenido lugar manifestaciones nocturnas, especialmente en Brest, Pinsk, Gomel y Grodno, según medios de comunicación antigubernamentales como Nexta, Nacha Niva y Tut.by.

Las comunicaciones se interrumpieron varias veces, e Internet incluso dejo de funcionar durante un largo tiempo. Los medios de comunicación de la oposición denunciaron una medida deliberada de las autoridades. Ivan Noskevich, el jefe del Comité de Investigación advirtió el lunes que "las fuerzas de seguridad tomarán todas las medidas posibles para defender el orden constitucional del país", según la agencia oficial Belta. Anunció la apertura de investigaciones sobre la organización de disturbios y violencia contra la policía. "Muchos sospechosos y detenidos estaban intoxicados", dijo. Alexander Lukashenko, que aseguró firmemente que no habría "pérdida de control" o "caos" en el país. 

Policía

La candidata presidencial de la oposición en Bielorrusia rechazó los resultados oficiales, pidiendo al presidente que renuncie después de las elecciones y la violenta represión de las protestas antigubernamentales. Svetlana Tikhanovskaya, que ha surgido en pocas semanas como una rival inesperada de Lukashenko, que lleva 26 años al frente de Bielorrusia, denunció un voto falsificado después de que se anunciara al titular como ganador con el 80,08% de los votos. "El gobierno debe pensar en cómo entregarnos el poder. Me considero la ganadora de estas elecciones", dijo Tikhanovskaya acusando al régimen de "aguantar por la fuerza" después de la represión de las manifestaciones.

En reacción a los acontecimientos Lukashenko, describió a los manifestantes como "ovejas" guiadas por control remoto desde Londres, Varsovia y Praga, insistiendo en que no dejaría que el país fuera "despedazado". El Ministro de Exteriores de República Checa, Tomas Petrícek, ha llamado al embajador bielorruso en el país a consultas por las palabras del Lukashenko. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha condenado la represión y ha pedido un recuento "exacto" de los votos. Varsovia también ha abogado por la celebración de una cumbre de la UE sobre el tema

Por el contrario, los líderes rusos y chinos Vladimir Putin y Xi Jinping felicitaron al presidente Lukashenko. Lo cual contradice lo acontecido en las últimas semanas cuando, Lukashenko había acusado a Moscú de intentar tratar de desestabilizarlo, incluso enviando mercenarios. Sin embargo, Moscú denunció las detenciones de periodistas rusos y exigió la liberación de 33 rusos que habían sido presentados desde finales de julio por Minsk como mercenarios que trabajaban con la oposición.

Manifestación

Ante esta situación, la rival presidencial bielorrusa Svetlana Tikhanovskaya abandonó el país con destino a Lituania el martes, tras una larga noche de protestas violentamente reprimidas contra el régimen autoritario que dejó una persona muerta. Estuvo retenida durante varias horas en la comisión electoral el lunes por la noche, donde fue a presentar una denuncia contra el fraude electoral. El Ministro de Relaciones Exteriores lituano Linas Linkevicius dijo el martes a AFP que Tikhanovskaya estaba "a salvo". Los guardias fronterizos bielorrusos declararon que salió del país por carretera durante la noche. Sin embargo, según su equipo, fue una salida forzada bajo la presión de las autoridades. "No tuvo elección", dijo a la AFP Olga Kovalkova, aliada de Tikhanovskaya. 

En un video, la oponente confirmó que tomó "sola" la "muy difícil decisión" de irse. "Sé que muchos me condenarán, muchos me entenderán, muchos me odiarán", dijo. "Mis hijos son lo más importante en mi vida", añadió la mujer que, durante la campaña, había enviado a sus dos hijos al extranjero, temiendo la presión de las autoridades. Sin embargo, se negó a participar en las manifestaciones reprimidas violentamente el domingo y el lunes por la noche por la policía antidisturbios.  

El martes, los llamados a la huelga general circulaban en las redes sociales. El lunes por la noche, miles de personas se manifestaron en la capital e intentaron levantar barricadas en algunas calles. "La partida de Tikhanovskaya no nos va a detener", dijo a AFP Ian un manifestante de 28 años, quien prometió que continuaría luchando para vivir "en un país libre". En los últimos días, las autoridades han intensificado la presión sobre el equipo de Tikhanovskaya, arrestando a unos diez de sus colaboradores. Una de sus aliadas, Veronika Tsepkalo, esposa de un opositor al que se le prohibió la entrada a las elecciones presidenciales, huyó de Bielorrusia el domingo hacia Moscú.

Más en Política