El Ejecutivo de Abu Dhabi levanta la prohibición, que estaba en vigor desde 2016

Los ciudadanos emiratíes podrán viajar a Líbano

photo_camera El jeque Mohamed bin Zayed saluda al primer ministro libanés Saad Hariri

Continúa el proceso de apertura entre Emiratos Árabes Unidos y Líbano. El Ministerio de Exteriores y Cooperación de EAU ha anunciado que retira la prohibición de viajar a Líbano que pesa sobre los ciudadanos emiratíes. Khalid Belhoul, subsecretario de la institución pública, ha anunciado que la decisión ha sido tomada después de que las autoridades libanesas hayan garantizado expresamente la seguridad en los puntos de entrada al país.

La medida, que empieza a aplicarse a partir de este martes, 8 de octubre, es el fruto de muchas horas de conversaciones. Ha sido anunciada coincidiendo con la visita a Emiratos del primer ministro libanés Saad Hariri. Durante su viaje oficial, Hariri se ha reunido con el jeque Mohammed bin Zayed al-Nayhan, príncipe heredero de Abu Dhabi. Durante su encuentro en el palacio de Al-Bahar, los dos mandatarios han dejado patente su buena sintonía. Ambos han resaltado los lazos de amistad que ambos países han mantenido históricamente, así como su voluntad de cooperar para resolver los desafíos de seguridad y estabilidad que atañen a las regiones del Mediterráneo oriental y del golfo Pérsico. 

La anulación del veto contribuirá a que los lazos entre ambos países sean más efectivos. En 2016, Abu Dhabi prohibió a sus ciudadanos viajar a territorio libanés. La guerra en la vecina Siria y la propia inestabilidad en Líbano, causada por actores como Hizbulá y el antiguo Frente al-Nusra, motivaron el veto del país del Golfo. Previamente, en 2011, el Ejecutivo emiratí ya emitió una advertencia a sus ciudadanos para que no se desplazasen a Líbano. También se pronunció de forma similar Arabia Saudí, pero retiró su advertencia el pasado mes de febrero.
Tradicionalmente, Líbano ha sido un destino turístico muy común para los ciudadanos de países del Golfo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la historia ha sido distinta. A lo largo de los últimos años, el temor a la comisión de atentados, raptos y otros incidentes violentos dirigidos sobre los visitantes ha llevado a muchos países a adoptar una postura restrictiva. Actualmente, las regiones más orientales de Líbano, fronterizas con Siria, siguen siendo zona desaconsejada para los turistas.

La retirada del veto turístico será beneficiosa para la economía libanesa, inmersa en una larga crisis y aquejada de unos elevados niveles de deuda. El actual Ejecutivo de Hariri ha mostrado su intención de emprender reformas estructurales para modernizar el tejido económico del país. Beirut busca inyectar liquidez en su maltrecho banco central, así como atraer inversiones en sectores estratégicos como las energías renovables, las industrias alimentarias y las infraestructuras. 

La mayor parte de los ingresos se dedican a pagar la abultada deuda del país, en manos, fundamentalmente, de inversores estadounidenses; una deuda que no ha recibido demasiados elogios por parte de las agencias de calificación Moody’s, Fitch y Standard and Poor’s. La solvencia de las entidades bancarias libanesas también se encuentra en entredicho. La afluencia de divisas, una de las principales fuentes de ingresos del país, ha ido disminuyendo progresivamente. 

Emiratos Árabes Unidos ha sido la primera etapa del viaje diplomático de Hariri, que lo llevará también a Arabia Saudí y a Francia. En Riad, está previsto que se reúna con el ministro de Finanzas Mohammed al-Jaddan. En París, el primer ministro libanés esbozará las líneas maestras de las reformas fiscales y económicas que tiene pensado aplicar. 

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