La presencia de los monarcas en Tokio es considerada una señal de las profundos lazos personales entre la familia imperial japonesa y la familia real española

Los reyes de España, en la ceremonia de entronización de Naruhito

photo_camera AFP/PIERRE EMMANUEL DELETREE - Los reyes de España a su llegada al Palacio Imperial para asistir a la cena ofrecida por los Emperadores del Japón con ocasión de la entronización de Naruhito.

El Rey de España Felipe VI y la Reina Letizia asistieron el martes a la ceremonia de entronización del emperador japonés Naruhito en el Palacio Imperial de Tokio. Dignatarios invitados de todo el mundo se han trasladado hasta la capital japonesa con motivo de las ceremonias públicas por su ascenso al Trono del Crisantemo, que se llevó cabo de forma privada el pasado 1 de mayo. Tras asumir el cargo el pasado de mayo, Naruhito protagonizó el martes una serie de ritos y festejos para presentarse como nuevo emperador ante el pueblo nipón en el evento más significativo de los que simbolizan su ascensión al Trono de Crisantemo. El emperador Naruhito y su esposa, la emperatriz Masako, ofrecieron después una cena de gala a los invitados a la entronización con cerca de 400 invitados extranjeros de casi 200 países que estuvieron regidos por un estricto protocolo que se prolonga por siglos.

Los reyes de España siguieron el acto de entronización desde la primera fila de asientos destinada a los jefes de Estado y de acuerdo con el protocolo, el rey vestía frac, y la reina eligió un vestido largo. A la derecha de Felipe VI se sentó el emir de Catar, el jeque Tamim bin Hamad Al Zani, mientras que a la izquierda de doña Letizia estaba el jefe de Estado de Samoa, el príncipe Vaaletoa Sualavi II. En el hotel en el que se alojan los reyes de España también se han hospedado representantes de otras coronas europeas donde han tenido ocasión de conversar con el rey Gustavo de Suecia y su hija y heredera de la corona, la princesa Victoria, así como con los reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima.

Reyes Entronización Japón

Los reyes llegaron el lunes a las 14:15 h (hora local) acompañados de una delegación de la que forma parte el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell. El rey Felipe se trasladó posteriormente al Palacio de Akasaka donde mantuvo un encuentro con el primer ministro de Japón, Shinzo Abe. Abe puso énfasis en las coincidencias entre España y Japón, y fue entonces cuando se refirió al hecho de que los dos países comparten valores como la defensa de la libertad, la democracia, el Estado de Derecho y el imperio de la ley. Felipe VI hizo hincapié por su parte en que Japón ha demostrado una vez más su capacidad para sobreponerse a tragedias naturales tras el reciente tifón que ha sufrido el país y que ha provocado la muerte de casi 80 personas. La actitud de Japón ante este tipo de situaciones hace de este país un ejemplo de superación para todo el mundo, subrayó el rey, y aprovechó para reiterar en persona a Abe su solidaridad y la de toda España ante las consecuencias del reciente tifón sufrido por su país.

En ese encuentro el jefe del Estado español y el jefe de Gobierno japonés subrayaron la trascendencia de que España y Japón elevasen sus relaciones a la categoría de estratégicas durante la visita que realizó a España el año pasado el primer ministro japonés, una visita que se enmarcó en el 150 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas. Aparte de la reunión con Abe, Felipe VI no mantuvo más entrevistas bilaterales de con otros dignatarios que acudieron a la entronización de Naruhito ya que el protocolo japonés pidió a sus invitados que no hubiera ese tipo de encuentros.

Emperador Naruhito

El emperador Naruhito de Japón proclamó este martes su ascenso al Trono del Crisantemo donde ofreció un inusual atisbo a los ritos de la milenaria dinastía nipona. En una jornada lluviosa y declarada festividad nacional, el nuevo emperador nipón protagonizó un acto solemne de unos treinta minutos de duración, con el que se completan los principales fastos de su entronización tras heredar el cargo de su padre, Akihito, el pasado mayo. El momento central del acto tuvo lugar cuando los chambelanes descorrieron las cortinas del trono "Takamikura", mostrando así a un inmóvil Naruhito ataviado con el traje ceremonial marrón rojizo que solo pueden vestir los emperadores y ante las profundas reverencias de los asistentes. Este trono octagonal, usado desde el siglo VIII en ceremonias de entronización y decorado con un dosel de 6,5 metros de altura y motivos de animales mitológicos, se situaba en el centro de la Sala del Pino del Palacio (Matsu no Ma), donde sólo pudieron presenciar el acto de cerca los miembros de la familia imperial nipona. En otro trono más bajo que el del emperador compareció la emperatriz Masako, quien continúa recuperándose de una larga depresión inducida por el estrés. 

La ceremonia fue similar a la protagonizada por el emperador Akihito el 12 de noviembre de 1990 que abdicó este año. En aquella ocasión, a la que acudió el entonces príncipe Felipe de España, la solemne coronación también se prolongó durante media hora bajo los mismo ritos que llevan empleándose desde hace más de mil años en la Casa Imperial nipona.

Visita a Corea del Sur 

Los Reyes de España llegan el miércoles a Corea del Sur para una visita de Estado que pretende impulsar los lazos bilaterales a varios niveles y servir de pistoletazo de salida para la conmemoración del 70 aniversario del inicio de relaciones que se celebra en 2020. La visita de dos días de Felipe VI y Letizia al país asiático consta de una amplísima agenda con actos que buscan reforzar las relaciones a nivel político, económico, tecnológico o cultural.

Rey España_Rey Japon

Se trata de la primera visita de Estado española a Corea del Sur desde la que hizo 1996 el rey Juan Carlos y Doña Sofía, un viaje que tuvo su réplica en la visita de Estado a España en 2007 del entonces presidente Roh Moo-hyun. Los reyes viajan acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell; la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, y la secretaria de Estado de Turismo, Isabel Oliver.

El viaje supone un punto de inflexión para que España y Corea del Sur, dos países que ocupan los puestos 14 y 11, respectivamente, dentro de las mayores economías del mundo, multipliquen sus áreas de cooperación o refuercen las que ya muestran un crecimiento espectacular, como el turismo. En ese sentido, más de 440.000 surcoreanos visitaron en 2018 España, lo que supone diez veces más con respecto a 2010 y prácticamente iguala a Corea del Sur con Japón como segundo mercado emisor de Asia. A su vez, 20.400 españoles viajaron al país asiático el año pasado, un 18,4 % más que en 2017 y casi tres veces más que hace 10 años, un dato que también abre la puerta a que se amplíe el número de conexiones aéreas directas entre ambos países.

En Seúl, los reyes serán recibidos por el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, y su esposa, Kim Jeong-suk, en un encuentro en cuyo marco se prevé firmar varios acuerdos bilaterales. La inauguración de un encuentro empresarial España-Corea, una reunión con representantes de los principales conglomerados industriales coreanos (entre ellos Hyundai, Samsung y LG) y una visita a la sede mundial de investigación de LG, tienen también un relevante lugar en su agenda. El rey mantendrá una reunión con el exsecretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon para conocer su visión sobre las perspectivas del multilateralismo y los ajustes que serían convenientes para adaptarlo al siglo XXI.

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