El Ejecutivo del país se ha visto obligado a subir el precio de la gasolina por cuarta vez para estar en el mismo nivel que los mercados mundiales y frenar el déficit presupuestario

Los tunecinos cada vez más presionados por el aumento de los precios

photo_camera AP/HEDI AZOUZ - El presidente de Túnez, Kais Saied, en el centro, lidera una reunión de seguridad con miembros del ejército y las fuerzas policiales en Túnez

Túnez continúa viviendo uno de los peores momentos de su economía y se está viendo reflejado en la presión que se les pone a los ciudadanos del país. La crisis está obligando a subir los precios de productos básicos y de otros enseres. Además, la situación pandémica tampoco ha ayudado a mejorar la situación que vive la nación, que cada vez va más en retroceso. El Gobierno tunecino se ha visto forzado por cuarta vez a aumentar el precio de los combustibles, lo que obliga a los habitantes del país a encontrarse en una situación de agotamiento y cansancio.

Así lo anunció el Ministerio de Industria, Energía y Minas de Túnez a través de un comunicado de prensa. “Se enmarca en el programa de ajuste del precio del petróleo adoptado en el presupuesto de 2022” señaló el Ministerio. La medida se empezará a poner en marcha a principios de febrero.

La medida entra, según la Administración, con la justificación de que se tiene que seguir el ritmo que llevan otros países en este aumento y que se ve reflejado en el mercado mundial de los carburantes. Además, cabe señalar que el Gobierno se ha visto obligado a tomar esta acción para frenar su déficit presupuestario y para aliviar los subsidios. Los expertos internacionales en el intercambio de dinero afirman que van a apoyar al país con un préstamo para cubrir necesidades.

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El incremento del precio se debe a que, en un nivel mundial, el precio del litro de diésel sin plomo creció a 2,1 dinares, casi un dólar más. Por otro lado, la gasolina regular aumentó a 1.866 dinares, lo que significa más de 0,6 dólares. Y también, el precio del litro de la gasolina sin plomo se ha visto afectado, subiendo a 1,7 dinares el litro, lo que supone más o menos medio dólar. Todo se debe al ajuste de precios mundial de los barriles, donde han empezado a alcanzar cifras récord en sus precios. Ahora mismo se contempla que el nivel del umbral está cerca de los 90 dólares, una cifra vista por primera vez así desde hace siete años.

“Cada aumento de un dólar por barril implica necesidades adicionales de financiamiento para el sistema de hidrocarburos, electricidad y gas de 140 millones de dinares, alrededor de 48,2 millones de dólares, por año”, agregó el comunicado del departamento.

En un principio, la medida va a tener repercusiones muy graves para la economía de los tunecinos. Según dicen los expertos económicos a nivel mundial, la crecida del precio afectará a toda la población del país, en especial a aquellos que se encuentre en situación de pobreza o con escasos recursos. Ahora solo se subirá la gasolina, pero después el aumento empezará a extenderse por otros sectores productivos como el del comercio, la agricultura, el industrial, el transporte, que empezarán a subir cada vez más y más el precio de los productos que distribuyen. La preocupación se centra en el impacto negativo que pueden tener los núcleos familiares con menos ingresos, ya que, si no se mejora la situación, cada vez van a tener más limitaciones para subsistir.

AFP/ FETHI BELAID -Un manifestante tunecino levanta una jaula con la bandera durante una manifestación antigubernamental en la avenida Habib Bourguiba en la capital, Túnez, el 19 de enero de 2021

El Gobierno ya ha anunciado que va a comenzar a revisar el sistema de apoyo este año como parte del plan de reforma que trata de salvar las finanzas públicas y, por ende, todo lo que conlleva este. El Fondo Monetario Internacional (FMI), uno de los principales organismos que más han apoyado a Túnez para salir de su recesión económica, señala que seguir reduciendo el déficit fiscal de este año y el de 2023 va a ser importante a la hora de crear una estabilidad en la deuda y en la reducción de la demanda de importaciones.

Túnez se ha visto envuelta en una de las mayores crisis que ha vivido el país desde su independencia en 1956. La tasa de desempleo es altísima, casi el 18%, y más de medio millones de personas viven por debajo del umbral que determina la pobreza.

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