Mali apuesta por un nuevo calendario para devolver el poder a los civiles
El pasado sábado, la junta gobernante de Mali propuso a la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) la creación de un nuevo calendario, con el objetivo de devolver el poder a los civiles, según comunicó el canciller Abdoulaye Diop.
En un principio, el consejo militar demandó un retraso de hasta cinco años de duración, lo que supone un período incongruente para la CEDEAO, quienes celebrarán este domingo una cumbre extraordinaria en Acra, capital de Ghana. Esto ocurre en un momento en el que es bastante probable que se impongan nuevas sanciones al país.
La televisión estatal informó que el portavoz del Gobierno, el coronel Abdoulaye Maiga, viajó el sábado a Acra para presentar un nuevo plan al actual presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, quien también preside la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental. Según el canciller, Goodluck Jonathan, mediador para la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, quien estaba de misión en Mali durante la semana, pidió a la junta militar que reconsiderara la propuesta de una transición que se extendería a cinco años a partir del 1 de enero de 2022.
“El presidente de transición, el coronel Assimi Goita, que está ansioso por continuar el diálogo y la buena cooperación con la CEDEAO, nos envió a reunirnos con el presidente de Ghana, con una nueva propuesta para presentar a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, pero no especificó el nuevo período de tiempo para el proceso de transición que propuso el Consejo Militar", comunicó en la televisión estatal el ministro de Relaciones Exteriores.
El pasado 12 de diciembre, se celebró una cumbre en la que los líderes de África Occidental convocaron elecciones para el 27 de febrero de este año, a la vez que mantuvieron las sanciones que habían impuesto con anterioridad a casi 150 personas, congelaron algunos activos financieros y prohibieron viajar dentro de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, así como impusieron nuevas sanciones económicas y financieras.
La situación en Mali ha ido decayendo desde que el coronel Assimi Goita encabezara un golpe de Estado contra el presidente electo del momento Ibrahim Boubacar, en agosto de 2020. Además, amenazando con sanciones, Assimi Goita prometió que restablecería el mando civil tras la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas. Sin embargo, Goita lideró un segundo golpe de Estado en mayo de 2021, forzando así la retirada de un Gobierno civil interino.
Esta crisis política se suma a la peligrosa crisis de seguridad que lleva afrontando el país desde 2012, junto con el surgimiento de nuevos grupos insurgentes yihadistas en el norte del país, fuera del control gubernamental. Este último golpe de Estado es el quinto que sufre Mali, habiendo surgido el primero tan sólo ocho años después de su independencia en 1960, cuando el primer presidente civil, Modibo Keita fue derrocado por el teniente Moussa Traoré.
Desde entonces, ha habido cuatro golpes de Estado posteriores, el segundo de ellos en 1991, otro en 2012, y los siguientes en 2020 y 2021, fragmentando aun más la seguridad del país, especialmente en las zonas rurales, y provocando el surgimiento de nuevos grupos armados.
