Marruecos acusa a Irán de armar al Frente Polisario
El representante iraní ante las Naciones Unidas, Mohammad Reza Sahraei, expresó la postura de Irán sobre la disputa en el Sáhara Occidental. La delegación persa reiteró el respaldo del régimen de Teherán a la autodeterminación del pueblo saharaui. Sahraei exigió a Marruecos dejar de “interferir en los asuntos internos de otros estados y cuestionar su integridad territorial”, según la agencia APS.
El diplomático insistió en la defensa de la autodeterminación, e instó a la comunidad internacional a comprometerse con la aplicación de las recomendaciones de la ONU sobre el Sáhara. Según Marruecos, estas declaraciones demuestran que Irán ha estado conspirando a escondidas en Argel, y que mantiene su apoyo al Frente Polisario. Por lo que Marruecos acusó también a Argelia de formar parte del complot.
Marruecos decidió romper las relaciones diplomáticas con Irán en mayo de 2018. Rabat acusó entonces a Teherán de proporcionar apoyo militar y armamento al Frente Polisario. El ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, declaró que la organización libanesa Hizbulá estaba implicado en la transacción de material militar, realizada a través un miembro de la Embajada de Irán en Argelia.
Durante una conferencia de prensa, el jefe de la diplomacia marroquí explicó que la decisión respondía a “la implicación de Irán, a través de Hizbulá, en una alianza con el Polisario destinada a socavar la seguridad de Marruecos y sus intereses superiores”. En los pormenores, el ministro marroquí reveló, además, que la alianza contra Marruecos había comenzado en 2016, cuando se celebró una comisión de apoyo al pueblo saharaui organizada por Hizbulá en Líbano.
Nasser Bourita mantuvo una reunión con su homólogo iraní, Mohammed Javad Zarif, en Teherán un día después del anuncio para entregar un informe con detalles sobre la cooperación entre Irán y el Frente Polisario. Según fuentes del Gobierno marroquí, dicho documento incluía detalles y “hechos probados y precisos”, desde fechas de visitas de altos oficiales de Hizbulá en Argelia hasta los lugares donde se mantenían las reuniones con funcionarios del Frente Polisario. También habría habido una lista de nombres de agentes involucrados en estos contactos.
El ministro de Asuntos Exteriores aseguró que la organización Hizbulá estableció un mercado de contrabando de armas, entre las que se incluían misiles antiaéreos, y proporcionó entrenamiento militar a los comandos del Frente Polisario. Bourita afirmó, además, que Hizbulá llegó a enviar oficiales militares a la ciudad argelina de Tinduf.
Tanto Irán como el Polisario negaron las acusaciones “infundadas” de Marruecos. Sin embargo, después de negar la coalición con el Frente Polisario, el régimen de Teherán anunció públicamente su apoyo al grupo separatista durante la 9ª reunión del Comité de Asuntos Políticos Especiales y Descolonización de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Tres años después de la ruptura, Marruecos está convencido de que la alianza entre Irán, Argelia, el Frente Polisario y Hizbulá sigue operando. Las declaraciones de Sahraei ante la ONU, una suerte de confirmación, han aumentado las tensiones entre ambos, y dificultan una resolución pacífica del conflicto del Sáhara Occidental.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó en abril de 2020 la Resolución 2414, que extiende el mandato de la MINURSO — la fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU que monitorea el acuerdo de alto el fuego negociado en 1991— y pide una solución pacífica de la disputa. La resolución también pide al Frente Polisario que haga concesiones y se abstenga de tomar cualquier acción que pueda desestabilizar la región.
Mientras tanto, es mayoritario el apoyo internacional a la postura de Marruecos sobre el establecimiento de una autonomía del Sáhara bajo soberanía marroquí. Iniciativa que recibió gran impulso sobre todo tras el apoyo otorgado por el pasado Gobierno de Estados Unidos de Donald Trump y después de que diversos países como Emiratos Árabes Unidos abrieran sus Consulados en Dajla y El Aaiún. Una postura que se impone a la propuesta de referéndum del Frente Polisario, que cuenta con poquísimos apoyos en el ámbito mundial.