Recientemente, la Oficina Central de Investigación judicial (BCIJ) desmanteló una célula yihadista que planeaba ataques en el Reino antes de unirse a grupos terroristas en la región africana

Marruecos ante la amenaza del terrorismo en el Sahel

photo_camera PHOTO/FILE - La BCIJ desmanteló una célula yihadista que planeaba ataques en Marruecos

Los grupos terroristas presentes en el Sahel, en concreto en el denominado “triángulo de la muerte” (Mali, Níger y Burkina Faso), representan una grave amenaza para todo el continente. El norte de África, por su cercanía geográfica, es una de las regiones a las que más podría afectar esta peligrosa expansión del yihadismo.

Las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia de Marruecos están alerta para hacer frente a este desafío. Prueba de ello ha sido la reciente operación antiterrorista llevada a cabo por la Oficina Central de Investigación Judicial (BCIJ) que se saldó con tres detenidos en Souk El Arbaa -una localidad en la provincia de Khenifra- Tetuán, y Larache.

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De acuerdo con las autoridades, los sospechosos -de entre 19 y 29 años- habrían jurado lealtad al Daesh y planeaban una serie de ataques terroristas antes de dejar el país para unirse a los grupos yihadistas del Sahel, con quienes mantenían contacto según las pruebas.

Estas detenciones se producen en un “contexto marcado por el aumento de la amenaza terrorista y el deseo de las organizaciones terroristas globales y sus filiales regionales de aumentar sus operaciones subversivas”, subrayó BCIJ en un comunicado recogido por Morocco World News.

Abdel Wahed Awlad Mellud, profesor universitario especializado en seguridad en África, señala a Al-Ain que la célula desmantelada es el resultado del “colosal trabajo realizado por la BCIJ”. Entre las labores de este organismo, el experto destaca el “rastreo, el monitoreo y el desmantelamiento de las células terroristas en la región”. El profesor también pone de manifiesto “las similitudes en los mecanismos y herramientas utilizadas por los terroristas”, subrayando la posesión de “armas blancas y artefactos explosivos”.

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Un claro desafío para el Magreb

Desde hace años, Rabat se ha centrado en proteger sus fronteras de la expansión terrorista procedente del Sahel. Con el fin de luchar contra el yihadismo y frenar su avance hacia el norte, Marruecos ha reforzado su asociación en materia de seguridad con los países de la región.

Los grupos terroristas se aprovechan de la inestabilidad y la debilidad de los estados del Sahel, aunque amenazan con expandirse más allá de la zona. Esta situación, de acuerdo con Mellud representa un “claro desafío para el Magreb”, ya que tanto el Sahel como el Sáhara “se han convertido en un refugio de seguridad para las ramas del Daesh”.

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Dentro de este panorama, además de la presencia de grupos yihadistas, cabe destacar la entrada en la región del grupo Wagner, vinculado a Rusia. Esta organización paramilitar está aprovechando la inestabilidad, el fuerte sentimiento antifrancés y el vacío dejado por las fuerzas europeas para consolidarse en la región.

Los mercenarios de Wagner, a pesar de sus promesas relacionadas con la lucha contra el terrorismo, están involucrados en masacres contra civiles en varias zonas Mali, uno de los países donde operan. Por ello, la llegada de Wagner tan solo incrementará la inestabilidad y el caos creciente en la región.

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