El ministro de Industria y Comercio, Ryad Mezzour, ha indicado algunas de las respuestas que Rabat planea llevar a cabo para adaptarse al impuesto sobre el carbono de la Unión Europea

Marruecos anuncia sus medidas para adaptarse al impuesto sobre el carbono de la UE

PHOTO/ARCHIVO - Ryad Mezzour, ministro de Industria de Marruecos

En una intervención ante la gira “Las Inversiones Regionales”, organizadas por el Banco Popular de Marruecos, Ryad Mezzour trazó las líneas generales del Gobierno marroquí para evitar que sus exportadores se vean fuertemente afectados por este nuevo impuesto, acordado por el Consejo de la Unión Europea el pasado 15 de marzo, pero cuyos detalles concretos todavía no han sido adoptados. 

“Lo esperamos con impaciencia, pues vamos por fin a comprender cómo funcionará este mecanismo de manera precisa. Hay seis opciones sobre la mesa y dentro de las seis opciones el impuesto puede ir desde una hasta cien veces sobre las barreras decididas”, afirmó el ministro. 

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El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC) es una medida medioambiental planeada por la UE que tiene como objetivo evitar la fuga de carbono hacia países terceros. Para ello, Bruselas busca gravar las importaciones de productos intensivos en carbono, previniendo que los esfuerzos medioambientales internos de la Unión se vean contrarrestados por el comercio con terceros países con políticas climáticas menos ambiciosas.

Además, esta medida también busca extender la transición verde al exterior. “[El MAFC] alentará a otros países a perseguir una mayor sostenibilidad y a reducir sus emisiones”, afirmó entonces Bruno Le Maire, ministro de Economía, Hacienda y Recuperación de Francia. 

Según la propuesta del Consejo, a partir del 1 de enero de 2023, los exportadores de países terceros deberán declarar las emisiones integradas en sus mercancías, aunque no tendrán que pagar este impuesto durante un periodo transitorio, hasta el fin de 2025. 

A partir de 2026, entrará en vigor el sistema definitivo, que, en principio, irá dirigido hacia 5 productos intensivos en carbono: el cemento, la electricidad, los fertilizantes, el hierro y el acero. No obstante, todavía quedan muchos detalles en el aire, como la cuantía de la tasa impositiva, que tendrán que ser concretados con la Comisión y el Parlamento Europeos.

La UE es el principal socio comercial marroquí. En 2019, hasta un 64% de las exportaciones de Rabat fueron a parar al bloque, por lo que cualquier gravamen europeo sobre este comercio puede tener un fuerte impacto económico en el país árabe.

Pero Mezzour confía en que el impacto será limitado. “En general, Marruecos está bien preparado. El Reino es uno de los pocos países que están en la trayectoria del Acuerdo de París”, aseguró el ministro. 

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La clave sería de permitir a las industrias exportadoras marroquíes acceder a las energías renovables, de cara a reducir su huella de carbono. “El acceso a la electricidad de alto voltaje está funcionando bien. El acceso a la media tensión ha tomado tiempo, pero estamos en las etapas finales de validar los procesos y permitir que la industria, en general y en todo el territorio, acceda a ella”, afirmó Mezzour.

Con respecto al precio objetivo de esta electricidad, Mezzour estableció el objetivo en 50 céntimos de dirham el kilovatio-hora (unos 5 céntimos de euro). “Estaremos en los 50 cts/kWh con una certificación del 90% de fuentes renovables reconocidas en el exterior”, prometió el ministro.

Asimismo, Rabat apuntaría a otras medidas para complementar estos esfuerzos. “Avanzamos en el marco de la economía circular con proyectos sobre metales, residuos domiciliarios, industriales, también textiles... para tener fibra reciclada y una economía circular que responda a las necesidades, en primer lugar, de los clientes, que son cada vez más exigentes con respecto a estos temas”, anunció Mezzour.

Y, de cara a preparar la industria para las nuevas exigencias europeas, el político marroquí también reveló que Rabat está concretando un mercado de carbono propio. “Estamos trabajando en la certificación de la huella de carbono de nuestros productos y nuestras empresas, lo que dará lugar a un mercado nacional de carbono que nos permitirá estar en línea con los requisitos de nuestros principales clientes en Europa”, agregó el ministro.

“El 1 de enero de 2023 todo estará en su sitio”, aseguró el político marroquí, enfatizando que el país se irá adaptando en función de los detalles concretos del impuesto que determine Bruselas. “Iremos ajustando según el mecanismo que se elija para que, el 1 de enero de 2026, no tengamos que sufrir demasiado con este impuesto. Y si en 2026 aún quedan ajustes por hacer, tenemos otros medios para asegurar la compensación, en particular a través de nuestros grandes programas de forestación que permitirán a nuestros industriales pasar el filtro del mecanismo sin ningún problema”, concluyó Mezzour.
 

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