El equipo de Regragui luchó hasta el último minuto en un partido donde rindió al máximo nivel

Marruecos cae con honores ante el ciclón de Francia

photo_camera PHOTO/@equipedefrance - El lateral izquierdo de Francia, Theo Hernández, bate al arquero marroquí Yassine Bono con una maniobra acrobática

Marruecos jugará por el tercer puesto contra Croacia. El partido del próximo sábado a las 16:00 será el primero de su próxima etapa a nivel mundial. El combinado de Walid Regragui ha caído con todos los honores ante la actual campeona del mundo y digna selección de repetir campeonato.

La Francia de Deschamps, la de Mbappé, la de Griezmann… un torbellino de fútbol vertical y de pases al espacio que parecía que se iba a llevar por delante a Marruecos.

Los Leones del Atlas rugieron a los gallos franceses que nunca olvidarán la victoria que les hará jugar su segunda final consecutiva, ahora ante Argentina. Tuvieron que ganárselo en el campo.

Cada balón dividido, cada carrera, cada contragolpe marroquí no tenía nada que envidiar a las mejores selecciones del mundo que se han dado cita en Qatar.

En la previa, Regragui mostraba su lado más desconocido atacando a aquellos que tachan a Marruecos de no jugar a nada y de haber convertido el mundial en un concurso de penaltis. Ridiculizó a la España de Luis Enrique diciendo que iba a pedir a la FIFA que le dieran un punto al equipo que ganase la posesión.

Marruecos maniató a España después de haber arrasado a Bélgica. Trabajó duro para hacer bueno el gol ante Portugal y se empleó a fondo para contrarrestar a Francia. Parecía que no iban a saber jugar con el marcador en contra, pero el guion que tenía preparada esta semifinal fue mucho más emocionante que el Argentina-Croacia.

Achraf y Ziyech se vistieron de líderes. Boufal pidió el balón y manejó el juego. Saiss entregó a su país 22 intensos minutos de su maltrecho cuerpo.

Aun así, Theo Hernández al principio y Muani casi al final dejaron sin opciones a Marruecos que luchó hasta provocar ocasiones de gol en el 93 volcados sobre la portería de Hugo Lloris. 

En la grada del Al Bayt había más de 40.000 aficionados de Marruecos de los casi 70.000 que se dieron cita para la segunda semifinal del Mundial. La federación había regalado 15.000 entradas y fletado vuelos para que un partido histórico se convirtiera en algo más para el país.

Marruecos ha hecho historia en la Copa del Mundo. Ha manejado todos los estilos de juego posibles y ha convertido la semifinal en casi una final. Regragui ha demostrado que eligió a jugadores para tener el balón cuando el rival lo requería, pero también para defender y salir a la contra. La cintura que otros entrenadores no tuvieron deja a la primera selección de África en llegar a semifinales como un ejemplo de fútbol.

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