Marruecos despliega importantes recursos para la vigilancia de sus fronteras marítimas y terrestres
La situación en el norte de África no deja lugar a la calma. Marruecos, como líder regional, prefiere anticiparse a los movimientos de sus vecinos y, ante la tensa situación existente con varios países aledaños – especialmente Argelia desde la ruptura de las relaciones diplomáticas a finales de agosto del año pasado – prefiere proteger sus fronteras aumentando los esfuerzos por mantener la seguridad en el Reino. Ahora, movilizan recursos materiales y humanos para vigilar los 3.330 kilómetros de frontera terrestre y los 3.500 de marítima.
Abdellatif Loudiyi, delegado encargado de la Administración de Defensa Nacional (ADN), afirma que “la vigilancia de fronteras, así como el fortalecimiento de las capacidades operativas para hacer frente a las amenazas se encuentran entre las principales preocupaciones de las Fuerzas Armadas del Reino (FAR)”. Loudiyi dijo durante el debate del presupuesto de su departamento por parte de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes que “la misión del ejército marroquí, así como de la gendarmería real, es movilizar importantes recursos materiales y humanos para controlar y vigilar las fronteras”.
Este incremento en los esfuerzos de vigilancia al que se refiere el delegado se basa en un sistema de puntos fijos y de apoyo, unidades de intervención, un sistema de vigilancia electrónica – compuesto por una red de radares fijos y móviles –, así como medios audiovisuales y drones. A todo este despliegue hay que añadir la participación de las Royal Air Forces, que desplegarán una serie de radares fijos que alertarán de cualquier incursión en el espacio aéreo marroquí.
Por último, en lo que respecta a las fronteras marítimas, la Royal Navy realiza, en palabras de Abdellatif Loudiyi “una vigilancia permanente para luchar contra las actividades ilegales en aguas territoriales mediante radares de vigilancia marítima y la movilización de unidades de intervención a lo largo de la costa marroquí”.
La Gendarmería Real marroquí también juega un papel clave a todos los niveles en lo que a la vigilancia y protección de las fronteras se refiere. Loudiyi ha anunciado la movilización de 50.000 militares para estas tareas, así como la inversión de un importante montante económico destinado a la reparación y mantenimiento del sistema electrónico de vigilancia de las fronteras.
Este nuevo movimiento por parte de Marruecos sigue la línea marcada por el establecimiento en febrero de este año de una zona militar en la frontera con Argelia o de un mando en Alhucemas hace apenas unas semanas. El objetivo de este último es dotar de “la mayor flexibilidad y libertad de acción necesaria para adaptarse a las 'condiciones de emergencia' de la región que se extiende desde el este de Alhucemas hasta el norte de Moulay Bousselham”. Además, Hassane Erreda, general de brigada de las FAR, será el encargado de dirigir la instalación en Alhucemas, donde ya se ha establecido en el cuartel general del primer batallón de infantería.
