Marruecos e Israel celebran un año de acercamiento diplomático
Marruecos, Israel y Estados Unidos encabezan una nueva etapa diplomática en el Magreb. La triple alianza cumple ya un año desde la firma que se produjo en Rabat, dando pie a un acuerdo tripartito protagonizado por representantes marroquíes, estadounidenses e israelíes.
Este hito histórico, influenciado por los Acuerdos de Abraham, ha propiciado la creación de puentes entre un país árabe, perteneciente a la zona del Magreb, y el país hebreo. Con la firma del acuerdo, respaldada por el rey Mohamed VI, se iniciaba el restablecimiento de unas relaciones diplomáticas que se habían visto afectadas después de haber protagonizado dos décadas de desencuentros.
El expresidente Donald Trump anunció este nuevo acercamiento con el entonces primer ministro Benjamín Netanyahu a través de una red social que se convirtió en su primer medio de difusión: Twitter. Asimismo, el restablecimiento de estas relaciones, un acercamiento que propiciaría la cooperación en materia de seguridad, comercial y militar, se produciría a cambio de que Estados Unidos cumpliera su parte y reconociese la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental.
Tanto el reconocimiento por parte de Washington como el restablecimiento de las relaciones entre Marruecos e Israel dieron comienzo a una nueva situación geopolítica que influía significativamente en la configuración de un nuevo escenario en la región. Las consecuencias de este nuevo orden no se han hecho esperar y tan sólo en un año hemos podido ser testigos de una serie de encuentros diplomáticos y de cooperación que han sido de especial relevancia.
En este aspecto, Rabat ha protagonizado una intensa agenda de cooperación con Tel Aviv con especial relevancia en el ámbito de seguridad e inteligencia. Incluso después de la segunda intifada, momento en el cual Marruecos e Israel no mantenían relaciones al uso, ambos seguían cooperando en estas dos materias, cruciales para mantener la estabilidad en la región.
Este año de amistad entre Israel y Marruecos ha estado propiciado, además, por los fuertes lazos sociales y culturales que unen a los dos países. La comunidad sefardí en Marruecos sigue contando con un importante peso en la influencia cultural y social del país. Asimismo, su presencia ha influido en un aumento del turismo israelí al país motivados por el deseo de conocer los puntos de unión de su cultura con Marruecos.
En la nueva etapa política, con Joe Biden como presidente de los Estados Unidos, Naftali Bennet como nuevo ministro de Israel y Aziz Ajanouch como primer ministro del reino alauí, las relaciones entre Marruecos e Israel no han hecho más que acrecentarse. Hace tan solo un mes el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, viajaba a Rabat para firmar un acuerdo militar histórico.
En este pacto Marruecos recibía el sistema defensivo israelí conocido como el “Iron Dome” y otros sistemas de defensa de alta tecnología, lo que se traduce en una mayor influencia de Israel en Marruecos y en el fortalecimiento de la seguridad y la defensa marroquí.
Este viaje fue el primero que realizó un ministro israelí a Marruecos, un ejercicio cargado de simbolismo por todo lo que conllevaba su traslado. En esta línea, el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, señaló que este acuerdo “permitiría las exportaciones israelíes a Marruecos” en campos que iban más allá del armamentístico tal y como es el sector de la ciberseguridad. Es en este ámbito donde Israel mantiene un importante poder llegando a tener una “capital de ciberseguridad” en mitad del desierto, la ciudad de Beer Sheva.
Por otra parte, se espera que para el 2022 la ministra de Economía israelí, Orna Barbivai, viaje a Marruecos según informó David Grovin quien subrayo que su visita debía “constituir una etapa importante que estará marcada por la firma de un acuerdo económico de gran envergadura”.
Con la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Yair Lapid, inauguraba la reapertura de la oficina de representación de Israel en el reino, que había sido clausurada en la Segunda Intifada en el año 2000.
Asimismo, en su visita a Marruecos Lapid señaló que ambos países “elevarían su nivel de representación diplomática al rango de embajadas”. De esta forma Israel extendería su “círculo de aliados árabes” en la región, lo que se traduciría en una importante normalización de las relaciones diplomáticas entre diferentes países árabes e Israel.
A pesar de que Marruecos sigue de cerca la cuestión palestina, el reino ha extendido su mano a Israel entendiendo la trascendencia que implica la diplomacia para conseguir mantener la paz en una región que trata de instaurarla más allá de las diferencias.
