Marruecos inicia la construcción de una planta de regasificación
Como respuesta al cierre del gasoducto Magreb-Europa (GME), Marruecos ha tratado de buscar otras alternativas que permitan al reino exportar el gas licuado, algo de lo que se han visto privados tras la decisión de Argel de cerrar la infraestructura.
Así, Marruecos habría iniciado la licitación para iniciar una serie de estudios que contemplen la posibilidad de disponer de una terminal capaz de recibir gas natural licuado a través del mar. Este proyecto se erigiría en el puerto de Mohammédia, situado en la costa oeste marroquí entre Casablanca y Rabat.
Según informa el diario Akhbarona el proyecto constaría de una unidad flotante que se emplearía para almacenar y regasificar el gas licuado. Además, de acuerdo con la Agencia Nacional de Puertos de Marruecos (ANP), este plan contaría con un presupuesto que habría ascendido a los 4 millones de dirhams.
“El plan maestro portuario nacional (PDPN) para 2030 ha dado al puerto de Mohammedia la vocación de ser un puerto energético”, han señalado. “En este contexto y con el fin de apoyar la estrategia nacional de suministro de gas natural a Marruecos y garantizar productividad portuaria más eficiente”.
En este contexto el gobierno de Ajanouch ha previsto que las inversiones de Marruecos en la producción de gas natural alcance un presupuesto total de 265 millones de dirhams. Además, hace tan solo tres meses el Ministerio de Finanzas indicó a través de un informe que se estaría “trabajando para crear una empresa para gestionar y desarrollar la infraestructura nacional del gas”.
Tras la decisión por parte de Argelia de cerrar el GME, la oficina Nacional de Hidrocarburos de Marruecos junto con la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable declararon que el cese tendría “un impacto insignificante” sobre el sistema eléctrico nacional.
En este momento los organismos estatales del reino afirmaron que, en previsión de lo acontecido, “se han hecho las gestiones necesarias para garantizar la continuidad del suministro eléctrico del país”. Ahora, meses después, parece que las gestiones están haciéndose realidad en forma de infraestructuras nuevas, lo que daría a Marruecos una mayor independencia en este sector.
A través del gas argelino el país magrebí surtía a dos centrales situadas en las ciudades de Tahhadart y en Ain Beni Mathar, lo que se traducía en una producción del 12% de su suministro eléctrico.
El cierre del gasoducto fue una de las primeras consecuencias más claras de la crisis diplomática protagonizada entre Marruecos y Argelia. En un primer momento la fractura se produjo de manera unilateral por parte de Argel tras declarar una “serie de desavenencias” con su país vecino.
Posteriormente Argel decidió ejecutar una serie de medidas que perjudicaban directamente al reino alauí. El cierre del gasoducto fue un ejemplo de ello, seguido del cierre del espacio aéreo a aviones de procedencia marroquí, así como su apoyo al Frente Polisario. Estas medidas han derivado en que Rabat, tras haber estado tratando de tener la mano a su vecino sin éxito, haya decidido romper definitivamente sus relaciones con Argel.
