Han pasado ya siglos de afianzamiento de relaciones entre ambos países desde el apoyo marroquí a la declaración de independencia norteamericana hasta el reconocimiento estadounidense de la marroquinidad del Sáhara Occidental

Marruecos y Estados Unidos: larga y sólida vinculación diplomática

PHOTO/AP - Banderas de Marruecos y Estados Unidos

El reino alauí y el gigante estadounidense siempre han tenido un gran vínculo político. 

Una pregunta de cultura general que se puede realizar respecto a Estados Unidos sería: ¿qué país fue el primero en el mundo en reconocer a EE. UU. cuando se produjo la declaración de independencia americana? Muchos podrían pensar en países con mucho peso diplomático allá por julio de 1776 cuando se produjo este magno hecho, incluso potencias europeas de aquella etapa, pero la respuesta realmente es: Marruecos. Bajo el reinado de Mohamed III se produjo el reconocimiento de Estados Unidos como nación por parte del país norteafricano tras el establecimiento oficial de la independencia estadounidense respecto del Imperio Británico.

Sí, el reino alauí fue el primero a nivel internacional en reconocer la independencia de Estados Unidos, lo que se tradujo años después, en 1787, en un tratado de amistad, que sigue vigente hoy en día. Otro hecho destacable ligado a estos acontecimientos fue el de que la primera delegación diplomática norteamericana se instauró en Tánger, ciudad marroquí que se constituyó como la urbe del Reino que acogía las delegaciones diplomáticas extranjeras, incluida la estadounidense. 

Haciendo un poco más de historia, en el siguiente siglo XVIII llegó la Guerra Civil norteamericana, otro acontecimiento de gran relieve, y ahí Marruecos, teniendo en cuenta los vínculos estrechos con Estados Unidos, se posicionó a favor del norte en contra de los confederados del sur, a los que prohibían incluso atracar sus barcos en puertos marroquíes. 

PHOTO/PIXABAY – Declaración de Independencia de Estados Unidos

Las relaciones también siguieron sucediéndose en la era colonial de principios del siglo XX, cuando muchas potencias europeas miraron a África para hacerse con diversas áreas y para poder aprovecharse de una mayor expansión territorial y del suministro de diversas materias primas procedentes de territorios del continente africano. En la famosa Conferencia de Algeciras (1906), Estados Unidos abogó por el compromiso de proteger la independencia de Marruecos, en plena pugna colonial entre grandes naciones del momento como Reino Unido, Alemania o Francia, una lucha que podía incluso desembocar en un conflicto armado en el mismo corazón de Europa entre potencias de la época, lo cual no era un detalle menor. A pesar de todo lo cual, Estados Unidos terminó tomando partido dando soporte al reino alauí. 

Segunda Guerra Mundial

Ya durante la Segunda Guerra Mundial, Marruecos, bajo protectorado de la metrópoli francesa, se alineó en un principio con las potencias del Eje, al igual que el Gobierno colaboracionista de Vichy en el propio territorio galo. Los aliados, sin embargo, ocuparon el país en 1942. En la denominada Operación Torch se produjo el desembarco y avance hacia Túnez de las tropas angloestadounidenses en la SGM durante la campaña en el norte de África, que dio comienzo a finales de ese año 1942.

Los aliados, con Estados Unidos a la cabeza, planearon una invasión del noroeste de África, a través de Marruecos y la Argelia francesa, zonas en manos del Gobierno francés de Vichy colaboracionista con las potencias del Eje. Inicialmente se había propuesto desembarcar entre la frontera de Argelia y el Túnez francés, pero esto se descartó al considerarse un riesgo grande. 

La Francia de Vichy contaba con alrededor de 60.000 soldados en Marruecos, así como artillería costera, tanques, aviones y una decena de buques de guerra y submarinos en Casablanca. 

Al amanecer del 8 de noviembre de 1942, 600 buques desembarcaron a 70.000 soldados angloestadounidenses simultáneamente en Safí, Casablanca, Orán y Argel, comenzando así la operación de toma del territorio. La Operación Torch significó finalmente la ofensiva que terminó desembocando en la derrota nazi en África y facilitó el posterior desembarco estadounidense en Europa que constituyó la antesala de la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial y la derrota de la Alemania de Hitler. 

Cabe destacar que el presidente norteamericano de la época, Franklin D. Roosevelt, escribió entonces al rey Mohamed V de Marruecos para agradecerle el “admirable espíritu de cooperación que lo anima a usted y su gente en sus relaciones con las fuerzas de mi país”.

PHOTO/FILE – Winston Churchill y Franklin D. Roosevelt

Sería precisamente una ciudad marroquí, Casablanca, la que acogería la importante conferencia en la que el mandatario estadounidense, el británico Winston Churchill y el francés Charles de Gaulle hablaron sobre el curso de la guerra contra Hitler. La Conferencia de Casablanca definió el camino para seguir en la fase final de la contienda bélica y se exigió por primera vez la "rendición incondicional" de las Fuerzas del Eje lideradas por la Alemania de Adolf Hitler. Roosevelt aprovechó la ocasión para manifestar a Marruecos el apoyo de la Casa Blanca a la causa de su independencia, ya que se constituía como protectorado francés todavía. 

El protectorado francés de Marruecos estaba, gracias a la 'Operación Torch', controlado posteriormente por EE. UU., que conservó parte de la administración anterior, mientras varios generales de la Francia de Vichy se pasaron al bando aliado y esto llevó a la Alemania de Adolf Hitler a completar la invasión total del territorio francés, subyugando definitivamente al régimen colaboracionista de Philippe Pétain, quien se había plegado a los intereses del Tercer Reich alemán. 

Sáhara Occidental

El final de la Segunda Guerra Mundial marcó el inicio de la Guerra Fría, que enfrentó a dos bloques antagónicos, el capitalista occidental y el comunista oriental, liderados respectivamente por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), los dos grandes vencedores de la SGM. Durante la época de la Guerra Fría, Marruecos mantuvo una postura de país no alineado, pero siempre mostrando una mayor simpatía por el bloque occidental capitalista, más afín a los postulados ideológicos marroquíes y en consonancia también con el histórico antagonismo que le ha enfrentado a su vecino y rival en el Magreb, Argelia, que se mostraba claramente dentro de la órbita comunista con un sistema de partido único que era el que detentaba el poder en territorio argelino, en este caso el Frente de Liberación Nacional.

Una Argelia que mostró durante décadas su apoyo al Frente Polisario, milicia armada que lleva años luchando por la independencia del Sáhara Occidental una vez que se produjo el proceso de descolonización y la salida de la última metrópoli de la zona, España, en 1976. Desde que terminó el protectorado español del territorio se sucedió una lucha por el territorio entre el bando de Argelia y el Frente Polisario que siempre han abogado por la celebración de un referéndum de independencia para el pueblo saharaui y el de Marruecos que defiende una autonomía para la región bajo soberanía marroquí. 

PHOTO/FILE - Paso fronterizo entre Argelia y Marruecos

Precisamente, la cuestión del Sáhara Occidental es la que volvió a poner en escena el vínculo estrecho entre Estados Unidos y Marruecos. El gigante norteamericano volvió a entrar en la escena diplomática próxima al Reino y reconoció la marroquinidad del Sáhara dentro del proceso de los Acuerdos de Abraham por los que en septiembre de 2020 diversos países árabes como Emiratos Árabes Unidos o Bahréin establecieron lazos diplomáticos con Israel bajo el auspicio del pasado Gobierno norteamericano de Donald Trump. Lo cual supuso un paso decisivo para reforzar la pacificación de Oriente Medio y la cooperación entre los países ante el terrorismo y amenazas regionales como la actitud beligerante y de injerencia en asuntos de terceros países de la República Islámica de Irán. 

PHOTO/AFP - David T. Fischer, embajador de Estados Unidos en el Reino de Marruecos, ante un mapa de Marruecos autorizado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en el que se reconoce el territorio del Sáhara Occidental como parte del reino marroquí   PHOTO/AFP - Las banderas de Estados Unidos y Marruecos junto a un mapa de Marruecos autorizado por el Departamento de Estado norteamericano   REUTERS/TOM BRENNE - De izquierda a derecha, el ministro de Relaciones Exteriores de Bahréin, Abdullatif Al-Zayani, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Abdullah bin Zayed, exhiben sus copias de los acuerdos firmados mientras el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, los observa mientras participan en la ceremonia de firma de los Acuerdos de Abraham en Washington

Siguiendo la estela de estos pactos, Marruecos también entabló relaciones diplomáticas con el Estado israelí como condición para corresponder a la decisión de Estados Unidos de apoyar la marroquinidad del Sáhara, tras el contacto de alto nivel que mantuvieron Donald Trump, el presidente de Estados Unidos por aquella época, y el rey Mohamed VI. Una postura que se ha confirmado con la actitud del Gobierno actual norteamericano de Joe Biden, que enfatiza el apoyo al Reino en la cuestión del Sáhara. 

AFP/PALACIO REAL MARROQUÍ - Combinación de imágenes de Donald Trump y rey Mohamed VI de Marruecos

Esta decisión norteamericana fue seguida por diferentes países de relieve que apoyaron la propuesta marroquí de amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía del reino alauí como la más seria y realista teniendo en cuenta también los postulados de la ONU. Entre estos países se cuenta a Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Reino Unido e incluso España. Algunos de estos y otros muchos anunciaron hace meses la apertura de consulados en territorios claves del entorno del Sáhara como Dajla y El Aaiún, lo que representó un auténtico espaldarazo para la política exterior marroquí. 

Precisamente, el Gobierno español presidido por Pedro Sánchez tomó recientemente la decisión de considerar la iniciativa marroquí como la “más seria, creíble y realista” para acabar con más de cuatro décadas de conflicto saharaui. España cerraba así un capítulo de desencuentros diplomáticos con Marruecos que se abrió con la acogida de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en territorio español en abril de 2021 para ser tratado de una importante afección respiratoria en un hospital de Logroño. Marruecos pidió explicaciones ante esta situación al considerar que no fue debidamente informado por España, considerado hasta el momento país aliado. Tras este hecho se sucedieron otros episodios que tensaron las relaciones como la entrada de miles de inmigrantes irregulares en España a través de la frontera con Ceuta y la retirada de la embajadora marroquí de Madrid. 

PHOTO/AFP - Las banderas de Estados Unidos y Marruecos junto a un mapa de Marruecos autorizado por el Departamento de Estado norteamericano

El Ejecutivo español trató de reconducir la situación mediante el nombramiento del nuevo ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, más próximo a la esfera marroquí y del Magreb en sustitución de Arancha González Laya, que quedó marcada por el caso Ghali. También el rey español, Felipe VI, tuvo varios detalles y discursos de acercamiento a Marruecos. Pero la solución del encontronazo diplomático llegó finalmente por el apoyo final de España a la propuesta de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, siguiendo el camino que inició Estados Unidos y que otorgó un gran soporte diplomático al Reino de Marruecos, frente al bando rival representado por el Frente Polisario y Argelia, que abogan por la celebración de un referéndum de independencia para la población saharaui, que cuenta con mucho menos apoyos en el plano internacional. 

AFP/FADEL SENNA - Puesto fronterizo entre Marruecos y Mauritania en Guerguerat, situado en el Sáhara Occidental
Aspecto militar

Otra de las cuestiones relevantes en la relación entre Marruecos y Estados Unidos es la militar. EE. UU. considera al Reino un actor importante de cara a mantener la seguridad en el Magreb, el Sáhara y en el Sahel, áreas azotadas por el terrorismo yihadista y por la actividad de bandas criminales que amenazan la seguridad regional e internacional. 

Este aspecto clave del reino alauí hizo que Estados Unidos buscase también reforzar la cooperación con Marruecos en materia militar y de inteligencia. Un ejemplo de esto fue la celebración de una nueva edición de los ejercicios militares African Lion este año 2022, en los que participaron fuerzas militares marroquíes y estadounidenses.

PHOTO/FILE – Ejercicios militares African Lion

Las maniobras castrenses se llevaron a cabo entre el 20 y el 30 de junio de 2022 en las regiones de Kenitra, al norte de Marruecos, y en Agadir, TanTan, Taroudant y Mahbès, ya más hacia el sur del territorio marroquí, como programó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Reales marroquíes (FAR).

En torno a 7.500 soldados de Marruecos, Estados Unidos y diversos países socios tomaron parte en estas maniobras militares que tuvieron además otros escenarios como Túnez, Senegal o Ghana. 

El Comando Central de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para África (AFRICOM) explicó que los ejercicios African Lion 2022 consistían en maniobras conjuntas de varios destacamentos militares en diferentes sectores como el terrestre, el aéreo o el marítimo, junto a otras operaciones de descontaminación ante riesgos nucleares, radiológicos, biológicos y químicos. Unos entrenamientos que sirven para prevenir y llevar a cabo formación ante posibles ataques enemigos químicos, nucleares o bacteriológicos. Estos ejercicios también tuvieron en cuenta la formación de mandos para operaciones contra organizaciones extremistas violentas.

PHOTO/FILE – Ejército de Marruecos

Estos ejercicios militares son los de mayor envergadura de todo el continente africano, con actividades en diversos puntos estratégicos y cerca del valiosísimo enclave del Sáhara Occidental, de gran relevancia para Marruecos y que ha significado el punto más importante del último gran acuerdo diplomático entre el reino alauí y Estados Unidos, dos países con una larguísima trayectoria política común. 

Coordinador de América: José Antonio Sierra. 

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