Messi emula a Maradona
Llegó el momento. Lionel Messi, el por muchos considerado el mejor jugador de la historia, logró el título que le faltaba para mirar de tú a tú a las grandes estrellas históricas, como su referente más claro, Diego Armando Maradona: el Mundial.
En su quinta participación, Lionel Messi logró el entorchado de campeón del mundo, junto con el reconocimiento de mejor jugador del torneo y de la final después de haber logrado siete goles (dos de ellos en la final y cuatro de penalti en el total del torneo) y tres asistencias de gol durante la competición. Como máximo goleador de la Copa del Mundo de Qatar solo le sobrepasó el francés Kylian Mbappé, que anotó ocho tantos, tres ellos en la finalísima.
El astro argentino se equipara de esta forma a los más grandes con el gran título que le faltaba con Argentina después de la consecución de la última Copa América. Messi se coloca con una Copa del Mundo en su haber y un subcampeonato, como Maradona.
Todo ello después de una final histórica que ofrecieron Argentina y Francia en Qatar, 3-3 al final del tiempo reglamentario y de la prórroga, con las dos estrellas desatadas, Messi y Mbappé, y una tanda de penaltis de infarto en la que los dos diez de ambas selecciones no fallaron, pero en la que el resto de jugadores argentinos mostraron una solidez y firmeza de la que adolecieron otros lanzadores franceses como Kingsley Coman y Aurelien Tchouameni, ante la figura agigantada de Emiliano Martínez en la portería argentina.
Argentina logró su tercer Mundial, muy esperado desde el último logrado en 1986 con Diego Armando Maradona como estandarte y estrella absoluta, y superaba de esta forma a Francia, que se queda con dos estrellas. Era una de las cosas que se dilucidaba en la final disputada en Doha, el cetro de mejor jugador del mundo y posible ganador del próximo Balón de Oro, que se disputaban Messi y Mbappé, y el título de campeón mundial que deshacía el empate entre Francia y Argentina en la clasificación histórica.
Al final, todo salió de cara para Argentina, que dominó los primeros 75 minutos del partido ante una Francia desconcertada. Ángel Di María y Lionel Messi eran una auténtica pesadilla para la defensa gala y Enzo Fernández, Rodrigo De Paul y Alexis MacAllister se imponían en el centro del campo ante Aurelien Tchouameni y Adrien Rabiot.
Los gestos de los jugadores franceses indicaban todo, se recriminaban entre ellos a la hora de presionar y no eran capaces de hacerse con el balón ni de hacer daño a la contra a una siempre ordenada Argentina. El combinado sudamericano controlaba la posesión y encontraba espacios con toque y verticalidad para hacer daño a la selección europea y así llegaron los dos primeros goles. En el primero, Di María encaró por banda y se fue con la verticalidad que le caracteriza para ser derribado en el área por Ousmane Dembele, en un penalti inocente que cometió el extremo francés, no acostumbrado a defender en esas posiciones. La pena máxima la convirtió Messi en el minuto 23. Posteriormente, llegó el segundo gol en el minuto 36. Di María, que seguía siendo una pesadilla para la escuadra francesa, culminó una excelente contra llevada por Messi, Julián Álvarez y MacAllister, que destrozó a la defensa gala.
Francia seguía sin comparecer en la final y el seleccionador Didier Deschamps tuvo que mover ficha, ya que el planteamiento del argentino Lionel Scaloni les estaba superando.
El seleccionador francés hizo dos cambios, sentando antes del descanso a Olivier Giroud y Dembele, para dar entrada a Kolo Muani y Marcus Thuram, lo que evidenciaba que las cosas no funcionaban.
Y así se llegó al descanso. En la segunda parte, más de lo mismo, dominio de Argentina y una Francia inoperante, con Mbappé desconectado. Todo hasta que llegó el despertar del diez francés a falta de cuarto de hora para el final.
Una combinación en el área acabó con un penalti innecesario de Nicolás Otamendi a Muani, que transformó Mbappé en el minuto 79. Y casi dos minutos después llegó un auténtico golazo de la estrella francesa, que con una volea rasa batió por bajo a Emiliano Martínez logrando el empate prácticamente de la nada.
Francia apretó hasta el minuto 90 y a punto estuvo de llevarse el partido por empuje con buenas acciones de Mbappé y Coman, que había entrado también en el tramo final.
Ya en la prórroga, Argentina se rehízo y tuvo mucha presencia en el área en la primera parte del tiempo añadido. Lautaro Martínez, que había sustituido a Julián Álvarez, tuvo dos ocasiones muy claras que desbarató el meta Hugo Lloris.
Pero fue Messi quien volvió a acertar en el minuto 107 tras una gran combinación en el área que acabó con el remate a placer del astro argentino. Ahí no acabó la cosa, todavía quedaba la última reacción de Mbappé, que anotó en el 117 su tercer gol en el partido, este de penalti tras la mano que cometió en el área Gonzalo Montiel.
Hubo tiempo para una última acción estelar del delantero francés, que se marchó de hasta cuatro jugadores en el área para soltar un potente disparo que sacó Paulo Dybala cuando se podría haber convertido en el cuarto gol de Francia y de Mbappé y en el éxtasis galo.
Finalmente, 3-3 y a la tanda de penaltis. Las estrellas, los referentes, Mbappé y Messi abrieron el turno de lanzamientos y no fallaron. Para Argentina luego marcaron Dybala, Leandro Paredes y Montiel, y para Francia Muani, pero fallaron Tchouameni, que lo lanzó fuera, y Coman, al que le detuvo Martínez el disparo.
Messi se coronó rey del fútbol mundial en Qatar ante Kylian Mbappé. Precisamente, ante el emir de Qatar, Tamim bin Hamad al-Thani, dueño del París Saint Germain, donde juegan ambas estrellas en un proyecto deportivo que busca de una vez por todas coronarse también en Europa.
