Mohamed VI aboga por una “alianza mundial por la paz” de cara a proteger a Jerusalén
El rey de Marruecos, Mohamed VI, hizo un llamamiento para una “alianza mundial” de todas las partes implicadas con la paz y la tolerancia y coexistencia pacífica de cara a proteger a Jerusalén. En calidad de presidente del Comité Al-Quds (nombre de Jerusalén para el mundo árabe) el monarca alauí abogó por esta iniciativa para proteger la ciudad de Jerusalén y conservar su patrimonio cultural como riqueza común para toda la humanidad. El soberano puso el énfasis en la necesidad de aunar esfuerzos árabes e islámicos de cara a una mayor implicación en la protección y apoyo a la ciudad.
Mohamed VI se dirigió a los participantes en la Conferencia de Alto Nivel sobre la Protección y el Apoyo a Al-Quds, que tuvo lugar el domingo en El Cairo, Egipto, y lanzó este mensaje que ahonda en el llamado lanzado en Rabat, capital marroquí, en 2009 con motivo de la Conferencia Internacional sobre Al-Quds, con el objetivo de animar nuevamente a realizar una alianza global que aúne todas las fuerzas implicadas con la tolerancia y la convivencia pacífica a fin de salvar Jerusalén, la llamada Ciudad de la Paz, y conservar su “patrimonio civilizatorio y humano común”, como informó la agencia oficial de noticias de Marruecos MAP.
El mensaje real fue leído durante la cumbre por Aziz Akhannouch, jefe del Gobierno de Marruecos. Un mensaje con simbolismo por la importancia que tiene la ciudad de Jerusalén o Al-Quds para todos los árabes y musulmanes. Mohamed VI aludió a que la acción de defender esta ciudad “no debe ser un acto circunstancial u ocasional, sino que ha de abarcar las actuaciones diplomáticas influyentes y las acciones concretas llevadas a cabo sobre el terreno dentro de la Ciudad Santa”.
El monarca recordó en su mensaje que, desde hace más de 25 años, la Agencia Bayt Mal al-Qods al-Sharif, considerada como el organismo ejecutivo del Comité Al-Quds, dependiente de la Organización para la Cooperación Islámica y bajo los designios de Mohamed VI, tiene por objetivo apoyar la Ciudad Santa y preservar su carácter civilizatorio.
La Agencia Bayt Mal al-Quds al-Sharif lleva a cabo proyectos sociales y de desarrollo para todos los sectores de los habitantes de la ciudad de Jerusalén, como señaló el propio monarca, quien destacó también que “la Agencia ha podido realizar más de 200 proyectos, por un coste estimado en 65 millones de dólares, con financiación totalmente marroquí, procedente de su presupuesto, recogido en la categoría de donaciones estatales, así como aproximadamente el 70%, de la categoría de donaciones institucionales y de individuos”, como recogió la agencia MAP.
El presidente del Comité Al-Quds reafirmó nuevamente el compromiso constante del Reino de Marruecos con la causa palestina en general y con la cuestión de Al-Quds en particular. “Concedemos a la Ciudad Santa la máxima importancia. Colocamos dicha cuestión en el mismo lugar que ocupa nuestra primera causa nacional, siendo igualmente una de las constantes de nuestra política exterior, como lo hemos afirmado en varias ocasiones”, señaló Mohamed VI.
Marruecos sigue considerando que la causa palestina es “esencialmente una cuestión política y constituye la clave de la solución duradera y global que busca instaurar la paz y la estabilidad en la región de Oriente Medio", declaró Mohamed VI, quien abogó por una solución justa de la problemática de Palestina respetando la legalidad internacional y trabajando en la línea la solución de dos Estados, uno el israelí y otro el palestino en la zona.
El soberano marroquí subrayó que el objetivo último es avanzar hacia un desbloqueo de la situación política, que podría abrir perspectivas optimistas de paz, seguridad y prosperidad en la región. “Para ello, es importante respetar los principios de la vida en común y de la diferencia, tanto cultural, como religiosa o doctrinal, que constituye un patrimonio y una riqueza cultural y social compartida, que une más que separa”, señaló el rey de Marruecos, recordando que con este espíritu se elaboró el “Llamamiento de Al-Quds”, firmado con el papa Francisco en Rabat el 30 de marzo de 2019.
En esta línea cabe recordar la figura de Mohamed VI como Amir Al Mouminine, el príncipe o emir de los creyentes. Se trata de un título islámico tradicionalmente asociado al de califa, que indica que su portador es la máxima autoridad religiosa entre los musulmanes. Una figura que en el caso ahora del rey de Marruecos también busca promover la convivencia pacífica y respetuosa entre diversas religiones a pesar de las diferencias que puedan existir entre las comunidades. Algo que entronca con el mensaje lanzado por el monarca alauí sobre la necesidad de defender la paz y buscar una alianza común para la coexistencia pacífica en la ciudad de Jerusalén en este caso. Un enclave considerado por Mohamed VI como una “tierra de encuentro de civilizaciones, símbolo de convivencia pacífica para los adeptos de las tres religiones monoteístas y encrucijada de los valores del respeto mutuo y el diálogo”. Cabe recordar que Jerusalén tiene una importancia muy relevante ya que es la ciudad sagrada de tres religiones monoteístas: la judía, la cristiana y la musulmana, inscrita además en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO como reconocimiento a su diversidad y coexistencia cultural y religiosa.
Mohamed VI también rechazó todo extremismo y disensiones y rupturas que llevan al bloqueo del proceso de paz, a la escalada de tensión y a la ruptura de toda negociación israelo-palestina.
HM the King Addresses Message to Participants of High-Level Conference on Protection, Support of Al Qudshttps://t.co/8uE9Jo0604 pic.twitter.com/xnQOW2Jh2d
— MAP Agency (@agency_map) February 12, 2023
Este último mensaje del rey alauí va encaminado a luchar por la cohabitación pacífica entre diversas confesiones y comunidades y a pacificar la región de Oriente Medio ante las tensiones existentes, como las provocadas por los choques entre israelíes y palestinos por su estatus en la región. Precisamente, Marruecos puede ejercer un importante papel de nexo en este sentido por su condición de poseedor de buenas relaciones diplomáticas entre ambas partes. Por un lado, con su apoyo reafirmado a la causa palestina a lo largo de años en la línea del hermanamiento árabe y, por otro lado, después de haber establecido vínculos diplomáticos con el Estado israelí en diciembre de 2020 bajo la intermediación de Estados Unidos, cuando el Gobierno norteamericano por aquel entonces de Donald Trump logró que el país norteafricano estableciese relaciones con Israel a cambio de la iniciativa estadounidense de reconocer la propuesta marroquí de amplia autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía del Reino de Marruecos respetando las resoluciones de la ONU como la más adecuada para solventar el conflicto saharaui enquistado desde hace más de cuatro décadas, siguiendo así la estela de los famosos Acuerdos de Abraham por los que diversos países árabes como Emiratos Árabes Unidos o Bahréin establecieron lazos diplomáticos con Israel bajo el auspicio estadounidense.
