Muriel Feiner: puerta grande para una madrileña de Nueva York
No se sabe bien si la culpa la tuvo Hemingway- como de tantas otras cosas –o si ella sola se metió en el lío. Lo cierto es que una joven estudiante neoyorquina se fue a Las Ventas un día de aquel tiempo de cambios y aventuras como fue el año 66 y quedó prendada, por este orden, según ella, de “la tauromaquia, de Madrid y de quien sería su esposo, un torero español”. Así empezó la aventura española de la periodista y fotógrafa Muriel Feiner que culmina por ahora con la publicación de un libro que aúna su memoria personal y la de su ciudad de elección, con buenos toques de flamenco y vida taurina.
Si alguien ha recorrido más plazas que Hemingway persiguiendo a Dominguín, esa es Muriel cámara en ristre, testigo de las mejores faenas, tardes de gloria o de tragedia, rompiendo lanzas por un arte ahora en peligro. Fue una pionera. Cuando apareció por las plazas en los sesenta no consiguió entrar en ninguna peña taurina… ¡por ser mujer!
Con la valentía propia de los del gremio y su singular sonrisa, tiró para adelante y fundó el Club Internacional Taurino de Madrid, que nos ha dado más tardes de gloria de lo que ella misma llegó a imaginar. Hoy es una de las más reconocidas en la caravana taurina que recorre España.
Va la escritora norteamericana afincada en la capital por su décimo libro, por lo general relacionados con la tauromaquia; pero este último tiene como gran protagonista su Madrid de adopción y en particular su querido Barrio de las Letras, donde pervive lo más arraigado de la tradición en gastronomía, en flamenqueo, en teatros y cafés, tiendas centenarias y casonas con memoria literaria.
En casi cuatrocientas páginas, nos relata Muriel historias vivas del Madrid más clásico, con sabrosas anécdotas de Pedro Chicote o Casa Ciriaco, de los artistas de Hollywood que se perdieron por los madriles o de los toreros y aficionados que rondaban el Hotel Victoria. Quien quiera sentir el Madrid más hondo, sentir vivos a los personajes que los poblaron y le dieron sabor, tendrá su recompensa al leer estas páginas, ligeras como un capotazo, serias como la mejor faena y que rematan con una verdadera salida por la puerta grande de la memoria y la literatura de las ciudades.
Periodista de raza, implicada en la junta del Club Internacional de Prensa, Muriel Feiner es reportera de primera fila, con la cámara en ristre al pie del burladero. Ha hecho de todo en este oficio y ahora se consagra al libro que construye con la curiosidad y la minuciosidad del eterno visitante en una ciudad que ha hecho suya.
Este gran Madrid que nos recupera Muriel, con historias y descripciones del callejero histórico, es el más autentico y el que da identidad propia a una ciudad siempre con las puertas abiertas. ¡Muriel, torera!
“Mi barrio de las letras. Con un guiño a la tauromaquia y el flamenco”. Editorial Temple. Madrid. 2022
