Mutismo francés ante la cooperación militar entre Argelia y Rusia
Argelia y Rusia son socios estratégicos. Hubo entendimiento y sintonía entre las partes desde la Guerra Fría, y, a pesar de los vaivenes propiciados por los distintos escenarios globales, las relaciones bilaterales siempre se mantuvieron estables. El nexo inicial de cooperación política y energética ha dado paso en la actualidad al nexo de colaboración militar. Argel es hoy el tercer cliente armamentístico de Moscú. De hecho, en los últimos tres años ha importado de Rusia más del 80% de sus equipos, y también es un participante habitual en los ejercicios militares del Kremlin.
Argelia formó parte a principios de septiembre de Vostok 2022, unas ambiciosas maniobras militares puestas en marcha en nueve campos de entrenamiento rusos ubicados en distrito este del país euroasiático, así como en zonas marítimas y costeras de los mares de Ojotsk y Japón. El Ejército argelino proporcionó al menos un centenar de tropas terrestres al total de 50.000 efectivos desplegados sobre el terreno, según las cifras aportadas por el Ministerio de Defensa del país magrebí.
Dirigido por el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Guerásimov, el ejercicio militar contó con la participación de trece países, entre los que se encontraban los miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) y otros Estados asociados. Las fuerzas rusas y argelinas estuvieron acompañadas por las tropas de China e India, las más destacadas. En el despliegue militar pudieron verse 140 aviones, 60 buques de guerra y todo tipo de armamento táctico.
Vladímir Putin acaparó todas las miradas un día antes del final de Vostok 2022. El presidente ruso apareció en el campo de entrenamiento de Sergeyevsky en compañía de Guerásimov y su cuestionado ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, para supervisar los ejercicios sobre el terreno a través de unos prismáticos. Pretendía mandar un mensaje de fuerza al resto del mundo. Rusia sigue teniendo aliados a pesar del boicot occidental, y Argelia es uno de ellos.
El Ministerio de Defensa argelino explicó en una nota que, para el país norteafricano, se trata de “una oportunidad para intercambiar y compartir experiencias con Ejércitos extranjeros”. Argelia saca rédito de esta asociación con una Rusia en horas bajas. Por una parte, fortalece la cooperación con su principal proveedor armamentístico. Por otra, se aproxima al eje de China y equilibra la balanza por el lado oriental a los apoyos diplomáticos recabados por Marruecos, su rival por la hegemonía en el Magreb.
Esto no parece suponer un problema para el Elíseo. El exjefe de la DGSE, el servicio de inteligencia exterior de Francia, Alain Juillet, denunció en una reciente entrevista el mutismo francés y occidental con respecto de la participación de Argelia en el ejercicio militar Vostok 2022. “Nadie en Francia ha hablado del hecho de que Argelia participe en esto”, subrayó el que fuera profesor en la Escuela Nacional de Administración (ENA), fábrica de funcionarios del Estado en la que estudió el presidente francés, Emmanuel Macron.
La participación del Ejército argelino en Vostok 2022 revela que “muy cerca de nosotros, al otro lado del Mediterráneo, hay un país que en última instancia trabaja con los rusos y que evidentemente no está de acuerdo con lo que ocurre en Europa”, trasladó Julliet, de 80 años, en la extensa entrevista concedida a la revista Valeurs actuelles, próxima a las posiciones de la extrema derecha francesa, en la que repasó el escenario geopolítico actual.
Julliet, que ha llegado incluso a colaborar con RT France, la terminal mediática del Kremlin en su país, hasta retirarse en enero de este año, cargó contra el doble rasero del Gobierno francés, cuya primera ministra, Élisabeth Borne, visitó Argelia hace escasas semanas acompañada de gran parte de su gabinete para estrechar relaciones. Semanas antes, era Macron quien realizaba una sonada visita de Estado al país para limar asperezas con la cúpula argelina. El Elíseo prioriza en este caso sus intereses nacionales.
Vostok 2022 no ha sido ni mucho menos un episodio aislado de cooperación militar, sino una muestra más de la profunda asociación estratégica entre Argel y Moscú en este ámbito. El país magrebí acogerá este mes de noviembre unas nuevas maniobras conjuntas con el Ejército ruso en la base militar de Hamaguir, en la provincia de Béchar, próxima a la frontera con Marruecos.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Argelia, en el ejercicio participarán 80 efectivos rusos y otros 80 argelinos durante cuatro días. Los soldados serán formados en la búsqueda, detección y eliminación de grupos terroristas en terreno desértico. El objetivo es combatir a los grupos que operan en el Sahel, según Argelia, patio trasero desestabilizador del Magreb.
