Mientras, el régimen iraní ofrece más carburante a Venezuela

Nicolás Maduro anuncia su próxima visita a Irán

photo_camera PHOTO/JHONN ZERPA/Venezuelan Presidency/AFP - El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro

Después de que arribasen a Venezuela cinco buques cargueros con gasolina procedentes de la República Islámica de Irán, que han servido para abastecer energéticamente al país latinoamericano, el presidente Nicolás Maduro ha señalado que se desplazará próximamente a Teherán para rubricar un gran acuerdo bilateral, desafiando así el embargo que ejerce Estados Unidos sobre ambos Estados; un bloqueo que afecta seriamente a las finanzas de las dos naciones.

"Pronto viajaré a Irán, a abrazarlos”, expresó efusivamente Nicolás Maduro. “Iremos a la Comisión Mixta de Alto Nivel a firmar acuerdos de cooperación energética, de cooperación financiera y de cooperación militar. Estados Unidos nos quiere asfixiar; como asfixió a este joven afroamericano, George Floyd, nos quiere asfixiar aquí, en la yugular", aseveró el mandatario bolivariano en una videoconferencia realizada a nivel nacional, recordando que este viaje se producirá cuando las condiciones sanitarias respecto a la pandemia de la enfermedad COVID-19 lo permitan. 

El suministro se enmarca en un acuerdo de cooperación que Venezuela logró con Irán para hacer frente a la escasez y desabastecimiento de carburantes. Maduro expresó su agradecimiento a Teherán por el apoyo que proporciona al pueblo venezolano. "Gracias a Irán, aplausos a la República Islámica de Irán desde todos los hogares, al líder supremo el ayatolá Jamenei, al presidente Hasán Rohaní; pronto iré a Irán a abrazarlos, apenas lo permitan las condiciones sanitarias de Irán y Venezuela", reseñó el dirigente bolivariano.

Nicolás Maduro remarcó que tiene la obligación de visitar personalmente Irán, para agradecer a su Gobierno el envío de cinco buques con gasolina para proveer a la nación latinoamericana. "Gracias a la República islámica de Irán, a nuestros hermanos iraníes que mandaron cinco barcos y nos abastecieron; arrancamos este plan que se va a sostener en el tiempo, ustedes lo van a ver", manifestó. El Gobierno venezolano señaló que los últimos barcos enviados con carburante fueron pagados con dólares por lo cual debían comenzar a cobrarlo al precio internacional. Los cinco barcos iraníes ‘Fortune’, ‘Forest’, ‘Petunia’, ‘Faxon’ y ‘Clavel’ transportaron 1,5 millones de barriles de combustible con un valor estimado de 45,5 millones de dólares. 

Petrolero de bandera iraní Fortune atracado en la refinería de El Palito tras su llegada a Puerto Cabello, en el estado norteño de Carabobo, Venezuela, el 25 de mayo de 2020

En el país caribeño se han venido reproduciendo las habituales colas interminables para repostar y un aumento histórico del precio de la gasolina, en un país que paradójicamente es rico en recursos petrolíferos. El precio ha subido hasta 0,50 céntimos de dólares el litro, con la posibilidad de repostar un máximo de 30 litros. La novedad ahora radica en que se puede pagar en dólares. El Ejecutivo ofrece una subvención para los particulares, pero a condición de estar suscritos al Carnet de la Patria, un sistema de identificación que permite un control político de la población. Por medio de nuevos aparatos se registra el pago, el documento de identidad y los litros repostados.

Gasolinera cerrada de la compañía estatal de petróleo PDVSA en San Cristóbal, Venezuela, el 17 de mayo de 2019

El 1 de junio, por primera vez en los últimos 20 años, las estaciones de servicio comenzaron a aceptar pagos en dólares a una tasa de 0,50 dólares por litro sin subsidios y a 0,025 céntimos de dólar para quienes están afiliados con el Carnet de la Patria y requieren subvención. Esto supone un auténtico hito en Venezuela, donde habitualmente el precio del litro de la gasolina estaba prácticamente regalado para todos los ciudadanos.

La gente empuja un coche que se quedó sin gasolina a una estación de servicio de la compañía petrolera estatal PDVSA en Caracas, Venezuela, el lunes 25 de mayo de 2020

Esta alianza se produce después de que el Gobierno estadounidense de Donald Trump decidiese imponer un bloqueo económico sobre Venezuela para forzar la salida del poder de Nicolás Maduro y los chavistas. Un bloqueo que se centra sobre todo en el negocio del crudo de Venezuela, el país del mundo con más reservas de crudo pesado, aunque en estos tiempos no puede refinarlo y transformarlo en gasolina porque necesita de aditivos que en el pasado le compraba a compañías de Estados Unidos, por ejemplo. 

Un trabajador de la empresa petrolera estatal venezolana PDVSA ondea una bandera iraní mientras el petrolero Fortune atraca en la refinería de El Palito en Puerto Cabello, en el estado norteño de Carabobo, Venezuela, el 25 de mayo de 2020
Servicio de más barcos procedentes de Irán

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Mousavi, aseguró que su país está dispuesto a enviar más barcos con gasolina a Venezuela si la nación dirigida por Nicolás Maduro así lo solicita. "En caso de que Venezuela nos envíe una nueva solicitud, será atendida", expresó el diplomático, según detalló la agencia de noticias iraní Tasnim.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Mousavi, en una conferencia de prensa en Teherán, Irán

Dichas declaraciones del Gobierno persa fueron hechas pese a las amenazas de Estados Unidos de aplicar severas sanciones a las compañías que colaboren con el país de Oriente Medio en el envío de combustible a Venezuela. 

En su momento, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, afirmó que una posible intervención norteamericana contra petroleros iraníes enviados a Venezuela sería objeto de represalias. "Cualquier acción ‘pirata’ de la Marina de EEUU contra los envíos de combustible iraní a Venezuela provocaría una respuesta dura", manifestó el mandatario iraní, según la agencia de noticias iraní Nour. El dirigente añadió que Teherán no quiere conflictos, pero que no permanecerá inactivo frente a las amenazas a su soberanía nacional e integridad territorial.

El presidente de Irán, Hasán Rohaní

El régimen de los ayatolás padece un embargo decretado por Estados Unidos a raíz del abandono del Ejecutivo de Donald Trump en 2018 del pacto nuclear rubricado con Irán (junto con otras potencias como Rusia, Reino Unido, Francia, Alemania, China y la Unión Europea) en 2015 (JCPOA, por sus siglas en inglés) por el que se limitaba el programa atómico persa, sobre todo en materia armamentística; la Administración Trump adujo para salirse del acuerdo que las autoridades iraníes incumplían varios términos de lo acordado. Las sanciones más significativas fueron las relacionadas con el petróleo, principal fuente de financiación iraní, lo que golpeó seriamente a la economía del país de Oriente Medio (afectado también duramente por la actual crisis sanitaria del coronavirus). 

Ante este panorama el presidente Hasán Rohaní reaccionó amenazando con seguir tratando con su ‘oro negro’ y con bloquear el estrecho de Ormuz, principal zona de paso del comercio petrolero mundial. Junto con el anuncio presidencial, se sucedieron incidentes relacionados con cargueros en aguas del Golfo y ataques a infraestructuras petrolíferas y aeroportuarias en Arabia Saudí (principal rival regional de Irán y representante de la rama suní del islam, contrapuesta a la chií patrocinada por el Estado iraní); unas acciones de las que se culpabilizó a Teherán y a agentes pro-iraníes, como las milicias hutíes, que están activas en la guerra de Yemen y que tratan de socavar el Gobierno yemení establecido. 

Un escenario que puso en peligro el JCPOA; salvado, de momento, por la actuación de la Unión Europea; entidad que, incluso , activó el mecanismo INSTEX para proveer de material médico a Irán de cara a la pandemia de la COVID-19 sorteando el embargo instaurado por EEUU gracias a la disposición de las transacciones pertinentes sin utilizar dólares. 

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