Omán registró un superávit presupuestario de más de 2.900 millones de dólares en los primeros nueve meses del presente año en comparación con el déficit de más de 2.600 millones de dólares en el mismo periodo del año pasado. Numéricamente refleja que el crecimiento de la economía omaní fue del 43,4% lo que permitió al sultanato aumentar el gasto público en un 12,5% y un 60% en el gasto para el desarrollo de la nación. Además, por primera vez el país del Golfo está a punto de registrar su primer superávit fiscal anual en la última década, según publicó un informe de Fitch Solutions. Dicha entidad estima el crecimiento en un 6,5% de su PIB, el cual será mayor en el cómputo global de los últimos meses del año debido a los precios de la energía.
A finales de septiembre de este año, los ingresos por hidrocarburos aumentaron a más de 21.000 millones de dólares, un aumento del 51,9% en comparación con los 13.780 millones de dólares del año pasado. “Dicho aumento está respaldado por un precio promedio más alto del petróleo de 94 dólares por barril, así como un aumento en la producción de petróleo crudo a 1,05 millones de barriles por día desde 957.000 barriles hace un año”, expresó el Gobierno de Omán. Gran parte del superávit que está teniendo el país es debido a que en este periodo (enero-septiembre), los ingresos netos por venta de petróleo aumentaron un 37%. Todo ello pese a que la actividad económica mundial está experimentando una desaceleración, con la inflación más alta en varias décadas, expuso el informe de perspectivas económicas mundiales del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Haciendo valer la excelsa situación económica que goza el país, el Consejo Shura del país aprobó el domingo un proyecto de ley que introduce el impuesto sobre la renta para personas con altos ingresos en Omán. A la espera de la aprobación del Consejo de Ministros y la aprobación final del sultán Haitham bin Tariq al-Said, el impuesto se convertirá en ley. A medida que el impuesto para las personas más ricas se vuelve una realidad en Omán, los ciudadanos en ambos extremos de la escala salarial han expresado reacciones mixtas. Si se introduce un impuesto sobre la renta, el sultanato sería el primer país del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) en hacerlo. Los seis Estados del CCG acordaron introducir el IVA en 2016. Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos introdujeron el IVA en 2018 y Bahréin hizo lo mismo en 2019. A pesar de las dudas de algunos omaníes, los expertos económicos han dicho que ya era hora de que los funcionarios introdujeran un impuesto sobre la renta para generar ingresos para el Gobierno.

Predice que el crecimiento mundial se desacelerará del 6% el año pasado al 2,7% en 2023. El FMI también prevé que la inflación mundial aumente del 4,7% en 2021 al 8,8% en 2022, pero que disminuya al 4,1% en 2024. Proyectó que el Producto Interno Bruto real de Omán crecerá del 3% en 2021 al 4,1% para el año 2023.
La relajación de las restricciones sociales y de movimiento inducidas por el coronavirus, y los desarrollos positivos en el mercado de hidrocarburos impulsaron fuertes recuperaciones en 2021 y 2022 en el bloque económico de seis miembros, según un informe de Gulf Economic Update. Se estima que el aumento en los precios del petróleo y el gas, exacerbado por la guerra en Ucrania, proporcionará una ganancia inesperada para el CCG, dijo.
En un comunicado separado, el Ministerio de Energía y Minas dijo que las exportaciones de petróleo aumentaron un 15% interanual a 242,8 millones de barriles en el tercer trimestre, mientras que la producción y el condensado aumentaron un 10% interanual a 289,8 millones de barriles en el tercer trimestre. Cifras recientes muestran que más del 90% de las exportaciones de petróleo de Omán se dirigen a China e India.

El desarrollo económico del sultanato no es casual pues se prevé que el conjunto de países del Golfo crecerá un 6,9% en 2022 antes de moderarse a un 3,7% en 2023, impulsados por industrias de hidrocarburos y no hidrocarburos más fuertes, según el Banco Mundial.