La base construida en los últimos tiempos espera un importante progreso en el próximo año

Oriente Medio en 2023: el objetivo de aumentar la cooperación

photo_camera AFP/FAYEZ NURELDINE - Mohamed bin Salman

Económicos, militares o estratégicos. Son algunos de los motivos clave que han impulsado a los países de Oriente Medio a tejer alianzas en los últimos años. Las importantes diferencias entre muchos de ellos se han ido paliando – no en todos los casos, como se puede apreciar entre la deteriorada relación entre Marruecos y Argelia – para dar lugar a acercamientos que, tiempo atrás, habrían sido impensables en la región. Esto ha llevado a un nuevo contexto geopolítico en el que la cooperación entre países vecinos se ha incrementado, impulsado también por una situación de inestabilidad global.

La Organización del Tratado Central, denominado inicialmente “Pacto de Bagdad”, es uno de los mencionados por el escritor y pensador egipcio Abdel Moneim Saeed en un artículo para el Future Research and Advanced Studies. Este tratado, dice, explica en buena parte las alianzas militares, aunque no las económicas que, según cree, han visto su motivación en amenazas por parte de otras potencias. Y es que, precisamente, tras las mal llamada “Primavera Árabe”, los lazos entre numerosos países del Golfo han aumentado a raíz de movimientos militares como los perpetrados por milicias pro-iraníes contra Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.

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Esta época de inestabilidad dividió la región entre lo que Saeed denomina “Alianza del Cuarteto”, compuesta por EAU, Arabia Saudí, Egipto y Baréin. Los que considera “países en reforma”, tuvieron enfrente al otro eje regional en el que se posicionaban algunos países cercanos a los Hermanos Musulmanes. No obstante, los movimientos que se han visto en la política exterior están directamente relacionados con lo que esos mismos países hacen dentro de sus fronteras, teniendo claro ejemplos en la actualidad, como son los casos totalmente opuestos de Riad y Teherán.

Mientras los saudíes atraviesan una época de expansión y crecimiento económico y social, en Irán, la dictadura Ayatolá vive sus días más complicados debido a las protestas extendidas por todo el país tras la muerte de Mahsa Amini. Son dos polos opuestos en lo que a su situación de estabilidad interna se refiere, pero siguen unidos por el enfrentamiento que tiene lugar desde hace más de ocho años en territorio yemení, donde las milicias revolucionarias apoyadas por Teherán perpetúan una de las mayores crisis humanitarias de la historia reciente que no ve cercana ninguna solución viable.

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El camino para el próximo año es seguir los pasos representados en acuerdos fundamentales como la Declaración de Al-Ula que puso fin al bloqueo de Qatar con Arabia Saudí, EAU, Baréin y Egipto, o los históricos Acuerdos de Abraham que normalizaron las relaciones de Baréin y Emiratos con Israel. Tras ello, acciones de este mismo año como el acuerdo de Egipto e Israel para suministrar gas licuado a la Unión Europea tras la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania, es otro ejemplo de lo que Abdel Moneim Saeed espera se traduzca en un acercamiento aún mayor para el 2023.

La esperanza de cara al año que viene es que los vínculos entre los países de Oriente Medio se sigan afianzando ya que el camino por recorrer aún es grande. Uno de los objetivos es conseguir la ansiada normalización de las relaciones entre Riad y Tel Aviv, motivo que llevó a Joe Biden a viajar en julio a la región para impulsar ese acercamiento. Sin embargo, lo que supondría un avance clave en las relaciones del Golfo, aún deberá esperar, al menos hasta un 2023 con unas expectativas altas de cooperación.

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