El parón de las operaciones en la llamada “Oil Crescent” estarían haciendo perder al Gobierno de Trípoli hasta 60 millones de dólares al día

Parálisis en la cuenca petrolífera de Libia en apoyo a Fathi Bashagha

AFP/ABDULLAH DOMA - Tanque en el puerto petrolero de al-Sidra, a unos 25 kilómetros al este de la ciudad norteña de Ras Lanuf

Una semana después de que la empresa nacional libia del petróleo (NOC) declarara la causa de fuerza mayor para justificar el incumplimiento de sus contratos de suministro de crudo, muchos yacimientos y operaciones de la llamada Oil Crescent, la cuenca petrolífera del este de Libia, siguen en pleno parón. 

De acuerdo con el comunicado de la NOC, las operaciones en la Oil Crescent se han visto afectadas por interrupciones causadas por grupos de individuos armados que habrían tomado las plantas o amenazado y coaccionado a los trabajadores para abandonar sus puestos en los yacimientos de petróleo. De acuerdo con la información que ha publicado France24 y el medio especializado Al-Arab, estos grupos pertenecerían a las autoridades tribales de la región. 

AFP/AFP

La razón detrás de la parálisis provocada por las tribus libias de la cuenca petrolífera sería no más que su apoyo al nuevo Gobierno de Fathi Bashagha, nombrado por el parlamento en Tobruk, respaldado por el mariscal de campo Haftar y enfrentado al Gobierno de Trípoli liderado por Dbeibé. De acuerdo con Al-Arab, las condiciones de los “jeques” tribales del desierto libio incluyen el traspaso de poder del primer ministro Dbeibé a favor de Fathi Bashagha. Los locales piden también un reparto más equitativo de los ingresos generados por la actividad petrolífera. 

El ministro de Petróleo de Gobierno de Trípoli, Mohamed Aoun, ha afirmado que los parones en la Oil Crescent estarían causando a Libia, un país ya empobrecido por la crisis política que sufre desde 2011, unas perdidas de 60 millones de dólares al día. Una suma procedente de los 500.000 de barriles brent que provienen de los pozos de El-Sharara, el más grande del país. 

petroleo libia

Fathi Bashagha ha hecho público un comunicado a través el cual ha intentado mediar en esta situación y calmar los ánimos. Tras una reunión con representantes de la región de la Oil Crescent, Bashagha ha pedido que se reanuden las operaciones de los yacimientos petrolíferos y la cadena de suministro a los clientes de Libia.

“Exigimos claramente la necesidad de reanudar la exportación de petróleo de acuerdo con mecanismos legales disciplinados que garanticen la integridad y la transparencia de la gestión de los ingresos del petróleo de manera justa para todos los libios”, escribió en la red social Twitter el primer ministro nombrado por la Cámara de los Representantes. 
 

Por parte del Gobierno de Trípoli, respaldado por la ONU, el ministro de Petróleo, Mohamed Aoun, ha mantenido una reunión con su gabinete para encontrar una solución al problema. Se habría formado un comité especial para manejar los cierres, y el primer ministro Dbeibé habría enviado fuerzas de seguridad a los yacimientos para evitar que se entorpezca el trabajo. También habría encargado a la fiscalía general del Estado encausar a los culpables de los bloqueos. Pese a un comunicado del Gobierno de Trípoli en tono optimista, no parece haber garantías de que el bloqueo cese en los próximos días. 

Pese a la amenaza de Dbeibé de tomar medidas por la fuerza, de acuerdo con el medio Al-Arab, las zonas en cuestión, demasiado al este, estarían fuera del control efectivo de las fuerzas militares que le son fieles. 

mohamed oun

Por parte de la misión especial de Naciones Unidas, liderada por Stephanie Turco Williams, también se ha pedido la reanudación de las operaciones en la región del Oil Crescent. De acuerdo con un comunicado de Williams, la situación económica y el petróleo de Libia no deberían ser politizados ni usados como arma de chantaje. El petróleo es históricamente el principal ingreso de Libia. 

El contexto actual del mercado de la energía, marcado por la guerra en Ucrania, y las demandas de Estados Unidos y Europa por aumentar la producción diaria del Brent por parte de la OPEP es un escenario inestable para ver al 16º productor mundial de petróleo en incapacidad de cumplir sus contratos de suministro. La situación podría verse de forma tanto negativa para Dbeibé, por su incapacidad para arreglar la situación, como para Bashagha o Haftar, que podrían ser percibidos como chantajistas, con el crudo como instrumento. Esta crisis podría afectar a los apoyos de las dos partes en los próximos meses, en medio de las negociaciones y planes por dar lugar a unas elecciones democráticas en Libia. 
 

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