El experto en geopolítica de Atalayar se pasó por los micrófonos de ‘De Cara al Mundo’ en Onda Madrid para analizar la situación entre Marruecos y Argelia

Pedro Canales: “Si no hay cambios en Argelia permanecerá la tensión contra Marruecos”

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La gente empieza a alarmarse, algunos incluso temen que pueda haber una guerra entre Argelia y Marruecos, ¿es posible o se trata de un caso muy extremo?

La verdad que me gustaría decir que no existe esa posibilidad, desgraciadamente debería decir que sí con ciertos matices. Un choque militar parcial, limitado y controlado sí, pero una guerra larga, generalizada y total no lo creo, entre otras cosas, porque ninguno de los dos ni quiere ni puede derrotar al adversario. Aunque sí que pueden enzarzarse en un pequeño enfrentamiento militar. 

Que Argelia refuerce aún más la capacidad del Frente Polisario y el Polisario sea quien lleve a cabo más ataques...

Sí, pero también ahí hay que matizar. Francamente, por la experiencia que tengo en este tema, conozco bien Argelia, el Polisario y Marruecos, pero los argelinos no se fían del Polisario. Lo controlan, lo alimentan, lo arman y está en su territorio, pero no le dan la garantía que podrían dar a un movimiento totalmente independiente y preferirían ser ellos quienes llevasen la batuta. Me refiero a un enfrentamiento entre argelinos y marroquíes, que puede darse en alguno de los sectores de la línea de demarcación de la frontera, que no están bien trazadas, hay fronteras que se superponen unos pueblos a otros, ahí podía ver de alguna manera un pequeño enfrentamiento que justificase este tono exaltado que estamos viviendo.

España intenta mediar, ¿crees que es posible que España pueda jugar un papel de mediación entre Argelia y Marruecos?

España puede ofrecer un marco para que tanto Argelia como Marruecos puedan negociar si quieren, pero jugar un papel mediador no.  Otros países que tienen mucho más peso y trascendencia sobre Argelia y Marruecos, me refiero en particular a Rusia y a Estados Unidos, no han conseguido que esa mediación se lleve adelante. España puede ofrecer su buena voluntad para prestarles la sala en la cual pueden reunirse, de ahí a mediar, es tener una idea un poco exagerada del papel de España.

¿Quién está tomando estas decisiones tan agresivas con Marruecos? Porque rompieron relaciones en agosto, se han levantado de la mesa de Ginebra, han cerrado el gasoducto... ¿Quién está tomando las decisiones en Argel ahora?

Es la cúpula militar. Entre otras cosas ha habido un cambio en la Constitución que permite por primera vez en Argelia que el Ejército pueda llevar a cabo operaciones militares fuera de las fronteras del país. Desde la independencia de Argelia en 1962 esto no se había producido oficialmente, aunque las hubo, pero no de manera oficial. Esta vez sí que lo permite la Constitución, además ha habido un cambio importante en el Alto Consejo de Seguridad que ha modificado su estatuto interno y ahora es un órgano ejecutivo y en ese órgano quien manda son los militares. En Argelia los presidentes siempre han sido los que albergan todos los poderes: el militar, el legislativo, el ejecutivo, el judicial y el poder financiero, dominaban todos los poderes, y por primera vez esto ha cambiado. 

Escribías hace un par de días en Atalayar que el cierre del gasoducto Magreb-Europa, que pasa por Marruecos, es un grave error. ¿Por qué lo consideras así?

Lo considero un error porque el objetivo principal, confesado por parte de Argelia, era ahogar la economía marroquí, dar un golpe si no mortal muy severo a la economía marroquí y al aparato industrial de Marruecos que necesitaba del gas para alimentar de energía todo su aparato industrial. Eso no se ha conseguido ni se puede conseguir, primero, porque el gas es una parte muy pequeña de la producción de energía en Marruecos y, segundo, porque lo que ha hecho es estimular los contratos que ya estaban firmados y que están en actividad con compañías internacionales, en particular británicas. Marruecos puede compensar esa pérdida del gas y la pérdida financiera de 50 a 100 millones de euros, que podía significar el tránsito del gasoducto por Marruecos, lo compensan ampliamente los aliados de Marruecos en los países del Golfo.

Al final es España quien sale más perjudicada del cierre del gasoducto. Por último, sé que es muy difícil hacer previsiones, pero después de la prórroga de la MINURSO, después de que haya un nuevo enviado especial de Naciones Unidas, después de que la tendencia sea que Marruecos vaya ganando adhesiones a su posición de amplia autonomía del Sáhara bajo su soberanía, ¿podemos decir que esto puede tener una resolución a corto plazo o la tensión actual va a permanecer mucho tiempo?

Creo que va a permanecer mientras no haya cambios en Argelia. Los cambios no necesariamente significan el derrocar el Estado actual, sino que el lobby marroquí en Argelia, entendamos bien lo de lobby, me refiero a todos los altos mandos militares, políticos, institucionales, los cuadros del aparato del Estado que nunca han querido llegar a un enfrentamiento con Marruecos, (entre otras cosas porque Marruecos ayudó en la guerra de liberación nacional argelina), la mayor parte de ellos ha muerto por la edad. Todas estas personas que conocen la realidad histórica entre los dos países no quieren llegar a ese enfrentamiento, pero han perdido mucho peso. Solamente espero que haya una vuelta a la cordura y a la contención y a una visión de Estado más profunda. Y que el Ejército o la dirección política argelina se dé cuenta de que hace falta un cambio importante. 

A ver también lo que le interesa a Rusia, que, seguro que está por detrás, moviendo muchos hilos.

Sí, pero no mucho, porque Rusia también tiene intereses en Marruecos bastante importantes. De hecho, ha conseguido con Marruecos cosas que no había conseguido con Argelia como son las instalaciones petroquímicas que va a hacer cerca de Nador. Con todo el lío de la pesca en aguas saharianas, Rusia ha conseguido volver a negociar y firmar la renovación del acuerdo que pesquero que tiene con Marruecos. Es decir, Rusia juega a dos bandas y es posible que no se moje demasiado en esta pequeña guerra.

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