Putin ataca contra población civil en mitad de las negociaciones con Ucrania
Los planes de Vladímir Putin no marchan según lo esperado. Ese es el pensamiento que debe de rondar estos días por la cabeza del presidente ruso, que ve cómo los medios movilizados para la invasión no han sido suficientes para reducir a un pueblo, el ucraniano, dispuesto a plantar cara hasta el final. Una resistencia que lidera el presidente Volodímir Zelenski, cuya carrera como actor protagonista en comedias románticas no dejaba entrever sus dotes de hombre de Estado.
Los servicios de inteligencia, analistas independientes e incluso el jefe de la República de Chechenia, Ramzán Kadýrov, coinciden: la estrategia diseñada por el Kremlin no ha funcionado. Pero solo este último, hombre de confianza de Putin que gobierna la región con mano de hierro, ha exigido al líder ruso que despliegue una táctica más agresiva. Una hoja de ruta que Moscú ya ha puesto en marcha en Jarkóv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, con 1,5 millones de habitantes.
Decenas de personas han muerto este lunes durante el bombardeo “masivo” del Ejército ruso sobre Jarkóv, según ha confirmado el asesor del ministro del Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko. La brutal ofensiva aérea, dirigida contra zonas residenciales, ha causado numerosas bajas civiles no contabilizadas y ha reducido a escombros numerosas zonas de una ciudad próxima a la frontera con Rusia y que mantiene estrechos vínculos culturales y económicos con su vecino del este, dejando imágenes desgarradoras. El ataque se ha producido tan solo un día después de que las fuerzas ucranianas recuperasen la ciudad, tomada horas antes por soldados rusos.
Asciende a 352 el número de fallecidos desde el inicio de la invasión, según el Ministerio de Sanidad ucraniano. Los datos actualizados este lunes reflejan también la existencia de 2.040 heridos, que podrían aumentar de forma exponencial en las próximas horas. Mientras que el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos contabiliza 102 muertos y 300 heridos. En una escalada de las hostilidades que se ha cobrado la huida de medio millón de personas, desplazados en su mayoría hacia Polonia.
Al tiempo que los misiles rusos caían en Jarkóv, las delegaciones de Ucrania y Rusia mantenían su primera toma de contacto en la ciudad bielorrusa de Gomel, próxima a la frontera ucraniana, para encontrar una salida dialogada y poner fin a la invasión puesta en marcha por Moscú. Un diálogo cuyo éxito se antojaba una quimera y que se ha saldado con escasos avances después de casi seis horas de reunión, que se reeditará en los próximos días en un contexto hostil para la diplomacia.
El presidente ucraniano, quien horas antes lanzaba un llamamiento a la Unión Europea para que su país se adhiriera inmediatamente al bloque comunitario “en el marco de un nuevo procedimiento especial”, ha solicitado formalmente su integración en un acto donde ha estado acompañado por el presidente de la Rada y su primer ministro, Denis Shmihal. Así, Zelenski ha estampado su rúbrica en una carta remitida a Bruselas en un paso histórico que cumple con la voluntad europeísta expresada de forma mayoritaria en Ucrania. En un contexto, además, de máxima urgencia.
Durante su vibrante alocución del lunes dirigida al pueblo ucraniano, una más desde el comienzo de la invasión, Zelenski había instado a la Unión Europea la concesión a su país de un ingreso inmediato como respuesta a la invasión de Moscú, que vendrían a sumarse al paquete de agresivas sanciones impuesto por Bruselas y Washington a la economía rusa. Acciones que han hundido al rublo en un 30% en tan solo un día.
Esta petición activa los procesos comunitarios para la valoración de la candidatura. Un proceso donde es recibido todo país ubicado en el continente que respete y promueva los valores fundamentales de la Unión Europea. Aunque la lentitud en los trámites burocráticos, así como las estrictas condiciones políticas, dificultan la aprobación en el corto o medio plazo. Una aprobación que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Layen, dijo secundar “con el tiempo”.
El Alto Representante de la Unión para la Política Exterior, Josep Borrell, ha puesto en valor la actuación de Volodímir Zelenski. “Los ucranianos están resistiendo y gracias a Dios Zelenski no es un líder que huya escondido en un coche”. El presidente ucraniano ha recibido, además, el elogio y la llamada de otro líder europeo que busca asumir el liderazgo de los Veintisiete tras la retirada de Angela Merkel, Emmanuel Macron. El presidente francés trasladó a su homólogo ucraniano que Putin se ha comprometido a no atacar a los civiles de Ucrania.
