Además de compartir una ideología y una visión política exterior, el ámbito donde es más relevante la cooperación es el militar

Qatar y Turquía refuerzan su alianza en tiempo de crisis

PHOTO/SERVICIO DE PRESNSA DE LA PRESIDENCIA DE TURQUIA via AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, saluda al ministro de Relaciones Exteriores de Qatar, Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, el martes 12 de septiembre de 2017

En un escenario regional marcado por una fuerte convulsión, Oriente Medio y sus vecinos geográficos avanzan en la polarización. El último episodio que ha confirmado esta tendencia ha sido el acercamiento que se ha producido entre Qatar y Turquía. En el primer caso, es sabido su tensa relación con los países del golfo Pérsico -fundamentalmente Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU)- y, por ende, con la órbita occidental; mientras que, en el segundo caso, los últimos acontecimientos vertebrados por la ofensiva contra las posiciones kurdosirias han dinamitado su relación con Estados Unidos y la órbita comunitaria europea.

Entonces, frente al bloque occidental, se ha erigido una alianza -tradicional, pero fortalecida- formada por Qatar y Turquía. Durante el Comité Estratégico Superior Qatarí-Turco, celebrado en Doha esta semana -en su quinta edición-, el viceprimer ministro y ministro de Relaciones Exteriores qatarí, Mohamed bin Abdulrahman Al Thani ha reafirmado su “deseo y determinación sinceros de conseguir pasar de las relaciones bilaterales a una asociación estratégica integral”, que permita abrir “nuevas áreas de cooperación”. Por su parte, su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, ha destacado el papel desempeñado por el Comité, que sirve como “un paraguas importante para todos los aspectos de la cooperación bilateral entre los dos países”.

La pregunta que se plantea, entonces, es cómo se va a materializar la aspiración proclamada durante el encuentro. Pero, para responder a este interrogante, es necesario dotar al análisis de las relaciones entre ambos Estados del contexto pertinente. En el ámbito económico, cabe destacar que, en las cuatro ediciones previas del Comité -la primera tuvo lugar en el año 2015-, Qatar y Turquía han firmado 45 acuerdos y memorandos de entendimiento. Esto ha venido acompañado por un incremento de las inversiones, tanto de Turquía en Qatar como viceversa. Por un lado, los últimos datos arrojan 11.600 millones de dólares en fondos turcos destinados a proyectos ubicados en Qatar, entre los que sobresale la Copa Mundial de la FIFA 2022. Por otro lado, las inversiones qataríes en el país euroasiático superaron, ya en 2017, los 20.000 millones de dólares, lo que le permitió al emirato configurarse como el segundo mayor socio inversor de Turquía. En 2018, Qatar volvió a anunciar un nuevo paquete de inversiones, valorado en 19.000 millones de dólares, de los cuales, 650 millones estaban destinados al sector primario -agricultura y ganadería-. Por su parte, cabe destacar, también, que el volumen del comercio logró, en el año 2018, la significativa cifra de 2.400 millones de dólares, lo que implicó una duplicación con respecto al año anterior.

Asimismo, la bonanza de las relaciones económicas traspasó al plano político. Cuando el grupo de países liderado por Arabia Saudí, y entre los que se encontraban Emiratos Árabes Unidos (EAU), Bahréin, Egipto, impuso el bloqueo a Qatar en el año 2017, Turquía tardó tan solo 48 horas en responder a las demandas de su socio, enviando aviones cargados con bienes de primera necesidad, como leche, yogur y aves de corral, a Doha. En esta línea, y según las estadísticas de la Asociación de Exportadores del Egeo de Turquía, las exportaciones turcas con destino Qatar experimentaron un incremento del 90% tan solo en los cuatro meses posteriores al anuncio del bloqueo.

Intrínsecamente relacionado con esto, conviene profundizar en el ámbito político. El país liderado por Recep Tayyip Erdogan siempre se ha posicionado del lado qatarí en el conflicto con el resto de naciones árabes, que estalló con la ruptura de las relaciones diplomáticas hace más de dos años. Este movimiento resultó inesperado desde el principio, pues como explica el analista Nader Habibi en The Globe Post, “los vínculos comerciales y de inversión de Turquía con Arabia Saudí y EAU eran mucho más grandes que sus lazos con Qatar”, por lo que el mandatario turco acabó anteponiendo su conexión diplomática e ideológica con Qatar a sus relaciones económicas con los países del Golfo.

Entonces, ¿qué fue lo que le hizo decantarse? El analista de France 24 Tom Wheeldon explica que “Doha es el aliado más leal de Ankara en la región y en el mundo”. De acuerdo con el experto, las relaciones se fortificaron tras el golpe de Estado de 2016 que sacudió Turquía, pues el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, se convirtió en el primer líder en apoyar públicamente a Erdogan. Desde entonces, ambos países han ido reafirmando su visión conjunta en cuestiones ideológicas clave, como su apoyo a los Hermanos Musulmanes, considerados como una amenaza por parte de las monarquías del Golfo, incluyendo a Egipto.

También en el plano político, cabe destacar el reciente apoyo que ha manifestado Qatar a la ofensiva turca contra las posiciones kurdas en el noreste de Siria. La Operación, denominada ‘Paz de Primavera’ fue justificada por el emirato porque se produjo “en respuesta de una amenaza inminente”, que provenía de dichos grupos. El ministro de Exteriores qatarí Al Thani declaró, en esta línea, que los kurdos “deberían usar el proceso político adecuado si están buscando su propio territorio”.

Ankara, que agradeció el gesto de Doha -pues Qatar ha sido uno de los pocos países que han manifestado su apoyo a la ofensiva- ha tratado de favorecer los intereses del emirato en respuesta. Ejemplo de ello podría haber sido la publicación, en la agencia de noticias turca estatal Anadolu, de una noticia que perjudica la imagen de sus rivales en la región: “Twitter cierra ejércitos de troles de Arabia Saudí y EAU”, era el titular del artículo. De acuerdo con el comunicado oficial de la red social recogido por Anadolu, eliminaron un total de “267 cuentas […] que estaban interconectadas en sus objetivos y tácticas: una operación de información multifacética dirigida principalmente a Qatar y otros países como Irán”.

Cooperación militar

Aunque como se ha comprobado la cooperación entre los dos Estados goza de una salud envidiable en todos los planos, uno en concreto está tomando la delantera: el militar. Ya con el bloqueo impuesto en 2017, el Parlamento turco aprobó, tan solo dos días después del comienzo del boicot en el mes de junio, una ley extraordinaria que permitía el despliegue de tropas en Qatar. El nuevo texto se encuadraba en un marco legal más amplio, que contemplaba un acuerdo para fomentar la cooperación en el entrenamiento militar, todo ello con el objetivo de “aumentar las capacidades de defensa de Qatar, apoyar los esfuerzos de lucha contra el terrorismo y mantener la seguridad y la estabilidad en la región”, como expuso Al Jazeera en aquel momento. Así, el 18 de junio, llegaba el primer convoy militar turco a Doha, formado por cinco vehículos, que se unía al destacado despliegue nacional que operaba en el país desde el año 2015.

En diciembre de 2017, con estos efectivos, se creaba el Comando de la Fuerza Conjunta Combinada Qatar-Turquía en la base denominada Tariq bin Ziyad, con capacidad para 3.000 soldados. Desde entonces, ambos países han ido reforzando los programas conjuntos de cooperación militar. Ejemplo de ello fue la apertura de un centro turco de simulación de helicópteros en territorio qatarí, que permitía el entrenamiento de pilotos. La inversión total desembolsada alcanzó los 39 millones de dólares.

Esta colaboración acogió un nuevo impulso el pasado 14 de agosto, cuando el experto del Hurriyet Hande Firat anunció que “se había construido una nueva base cerca de Tariq bin Ziyad”. “El número de soldados aumentará. No puedo dar cifras considerando los intereses y la seguridad de Turquía, pero puedo decir que alcanzará una cifra drástica”, revelaba el analista desde las instalaciones. Según ha informado el medio alemán Spiegel, es probable que el número de soldados turcos se eleve por encima de los 5.000.

Firat también adelantaba que estaba prevista una “ceremonia de gran inauguración” en otoño, en la que iban a participar el emir de Qatar y el presidente turco. El evento todavía no se ha celebrado.

Es importante concluir que, además de reforzar los vínculos con el emirato, Turquía persigue una ambición más profunda con la expansión de su red de cooperación militar en Oriente Medio. De acuerdo con Michael Tanchum, analista de la Universidad Hebrea de Jerusalem, “Turquía ha abierto varias instalaciones militares en el extranjero alrededor del mar Rojo, el mar Mediterráneo y el golfo Pérsico que amplían la proyección de poder regional del país”.
 

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