Quiénes son algunos de los oligarcas rusos sancionados por la Unión Europea

La Unión Europa, junto con Estados Unidos y otros socios internacionales, ha impuesto duras sanciones a varias personas, empresas y bancos rusos como respuesta a la invasión de Ucrania. Bruselas ha anunciado medidas contra un total de 680 individuos y 53 entidades. Esto incluye la congelación de activos y la prohibición de viajar, entrar o transitar por el territorio comunitario.

Asimismo, la UE ha excluido a varios bancos rusos del sistema internacional Swift, un mecanismo que facilita las transacciones internacionales. Siguiendo en el plano económico, también están vetadas las transacciones con el Banco Central Ruso. Debido a las sanciones, el banco Sberbank ya ha anunciado su salida del comercio europeo. "Los bancos filiales del grupo se enfrentan a una salida anormal de fondos y a una amenaza para la seguridad de los empleados y las sucursales", declaró Serbank a través de un comunicado difundido por la agencia TASS.

Tal y como destacó el alto representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE, Josep Borrell, estas sanciones se dirigen “a todos los que tienen un papel económico significativo en el apoyo al régimen de Putin y se benefician financieramente del sistema”. “Estas sanciones expondrán la riqueza de la élite de Putin. Quienes permitan la invasión de Ucrania pagarán un precio por su acción”, advirtió.

Igualmente, la UE ha anunciado que negará el permiso para aterrizar, despegar o sobrevolar la eurozona a cualquier aeronave operada por compañías aéreas rusas, así como a aviones no registrados en Rusia pero que estén controlados de otro modo por una persona física o jurídica rusa. Manteniendo las sanciones contra Gobierno ruso, Bruselas también ha prohibido la emisión a los medios de comunicación Russia Today y Sputnik, vinculados al Kremlin.

Entre las personas sancionadas por Europa se encuentran varias figuras políticas y militares, como el propio presidente ruso, Vladimir Putin; el ministro de Defensa, Sergei Shoigu; el jefe de la diplomacia, Sergei Lavrov; el comandante en jefe de las fuerzas terrestres rusas, Oleg Salyukov; o el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. Aunque dentro de la lista también hay un gran número de oligarcas y miembros de la élite rusa próximos al régimen de Moscú.

Alisher Usmanov, a quien Bruselas describe como un “oligarca pro-Kremlin con vínculos particularmente estrechos con el presidente Putin”, es uno de los magnates sancionados. El multimillonario, de origen uzbeko, dirige el holding ruso USM, que opera con los sectores de la minería, la metalurgia y las telecomunicaciones, aunque también mantiene vínculos con el patrocinio del equipo británico Everton.

De acuerdo con la UE, Usmanov “es uno de los oligarcas favoritos de Putin”. “Se le considera uno de los empresarios-funcionarios de Rusia, a quienes se les confió el servicio de los flujos financieros, pero sus posiciones dependen de la voluntad del presidente”, explica Bruselas.

Usmanov ha respondido a las sanciones europeas, tachándolas de “injustas y difamatorias”. “Usaré todos los medios legales para proteger mi honor y reputación”, declaró a través de un comunicado.

Otro de los sancionados es Mijaíl Fridman, quien mantiene fuertes vínculos con España por su relación comercial con la cadena de supermercados Dia. Fridman ha estrechado lazos con la administración de Putin, y es conocido como uno de los principales financieros de Rusia y facilitador del círculo más próximo al líder ruso, según la UE. “Ha adquirido bienes estatales por medio de contactos en el Gobierno”, añadió Bruselas.

Fridman, cuya fortuna asciende a 15.700 millones de euros según Forbes, es el fundador y uno de los principales accionistas de Alfa Group, del que forma parte el gran banco ruso Alfa Bank. No obstante, tras la imposición de sanciones, el magnate ruso ha anunciado su salida del consejo de Letterone, el fondo de inversión que controla la cadena de supermercados.

También, al igual que otros empresarios rusos, ha criticado la operación militar rusa en Ucrania, calificándola como “una tragedia”. “La guerra debería parar ya, no es la solución”, aseguró Fridman.

Respecto a las sanciones, el multimillonario las ha considerado “falsedades malintencionadas y deliberadas”, a través de un comunicado conjunto con Petr Aven, uno de sus socios. Aven, al igual que Fridman, también figura en la lista negra de la UE.

Aven, otro accionista importante del Alfa Group, ha sido descrito como “uno de los oligarcas más cercanos a Putin”. “Es uno de los aproximadamente cincuenta ricos rusos que se reúnen regularmente con el presidente ruso en el Kremlin. No opera con independencia de las exigencias del presidente”, afirma Bruselas. Aven ha seguido el camino de su socio y también ha dejado el consejo de Letterone.

Las materias primas energéticas, como el gas y el petróleo, tienen un gran peso en la economía rusa. Por este motivo, algunos magnates del sector también han sido sancionados, como Igor Sechin, director ejecutivo de Rosneft, empresa petrolera estatal y uno de los mayores productores mundiales de crudo. Además de esto, Sechin “es uno de los asesores más cercanos y de mayor confianza de Putin, además de su amigo”, de acuerdo con la UE.

“Ha estado en contacto diario con el presidente de Rusia. Se considera que es uno de los miembros más poderosos de la élite política rusa. Sus vínculos con Vladímir Putin son prolongados y profundos”, destaca Bruselas. Asimismo, Sechin habría recibido “beneficios económicos y encargos importantes a cambio de subordinación y lealtad”.

En este sentido, Nikolai Tokarev, el director de Transneft, importante empresa de petróleo y gas de Rusia, también se encuentra entre los sancionados. Tokarev también es colaborador de Putin, con quien sirvió en la KGB durante la década de 1980.

La petrolera rusa Lukoil se ha visto afectada por las sanciones. El patrimonio de su presidente, Vagit Alekperov, ha caído unos 13.000 millones de dólares este año, según Bloomberg. Lo mismo ha ocurrido con Gennady Timchenko, director de Volga Group, quien ha perdido aproximadamente 10.600 millones de dólares.

Timchenko, a quien la UE considera “uno de los confidentes de Putin”, es también accionista del Banco Rossiya, una institución financiera que ha abierto sucursales en Crimea y Sebastopol desde la anexión de la península por Moscú. Este hecho, de acuerdo con funcionarios europeos, consolida la integración de la región en la Federación de Rusia.

Alexéi Mordaschov es otro de los accionistas de Banco Rossiya a través de su empresa Severgroup. Mordaschov, al igual que hizo Fridman, ha condenado las acciones rusas en Ucrania tras la imposición de sanciones. “Es terrible que mueran ucranianos y rusos, que la gente sufra y que la economía se hunda”, lamentó el magnate, quien también pidió que cesase “el derramamiento de sangre”, según informa el periódico alemán Handelsblatt.

Mordaschov también se ha pronunciado sobre las sanciones europeas. El empresario asegura que no tiene “absolutamente nada que ver con la aparición de las actuales tensiones geopolíticas” y no entiende “por qué la UE le ha sancionado”.

Igualmente, Oleg Deripaska, presidente del gigante del aluminio RUSAL, se ha pronunciado sobre la invasión rusa de Ucrania. A través de su canal de telegram, el multimillonario pidió que las conversaciones de paz comenzasen “lo antes posible”.

Dentro de la lista de sancionados hay otros hombres de negocios, como Serguei Roldugin o Alexander Ponomarenko, presidente de la Administración del Aeropuerto Internacional Moscú-Sheremétievo, aunque también aparecen periodistas, como Tigran Keosayan, acusado de difundir propaganda antiucraniana en los medios de comunicación rusos.

Olga Skabeyeva y Yevgeniy Popov, trabajadores de la cadena Rossiya-1, han sido acusados de lo mismo. Vladimir Solovyov, periodista de este medio, también ha recibido críticas por parte de la UE por su propaganda contra Ucrania.

En este mismo punto se encuentran Modest Kolerov, redactor jefe de un portal utilizado “para difundir discursos propagandísticos agresivos y sesgados contra Ucrania”; Roman Babayan, quién acuso a Ucrania de “régimen fascista”; Yevgeni Prilepin, asesor de los separatistas del Donbás; o Arkady Mamontov, director de una película propagandística en apoyo a la anexión rusa de Crimea.

Dentro del sector de la comunicación, varios periodistas del canal Russia Today también han sido sancionados, así como la editora jefa de RT Internacional, Margarita Simonyan. La UE la ha descrito como una “figura central en la propaganda del gobierno”. La decisión de prohibir esta cadena, en palabras de Borrell, ha sido “un paso crucial para acabar con la manipulación”. “Cortamos el cuello de la serpiente”, recalcó el diplomático.

La invasión rusa de Ucrania ha golpeado duramente la economía nacional. El rublo ha descendido casi un 30% frente al dólar y el euro mientras la Bolsa de Moscú permanece cerrada por orden del Banco Central debido a la “situación actual”. No obstante, las autoridades tratan de calmar a la población. De acuerdo con el portavoz del Kremlin, Peskov, “Rusia tiene el suficiente potencial para compensar los daños”. “Hay planes de reacción. Fueron preparados, y ahora se aplican a medida que se presentan los problemas”, añadió.

El Banco de Rusia también afirma que cuenta con las “herramientas necesarias” para hacer frente a estos desafíos. Sin embargo, en muchas ciudades rusas se han visto largas colas en los cajeros automáticos.

Por otro lado, desde Europa declaran una “guerra económica y financiera total” contra Moscú. El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, indicó en una radio nacional que las sanciones provocarían “el colapso de la economía rusa”. El actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, Dmitri Medvedev, respondió al político galo, señalando que, a lo largo de la historia, “las guerras económicas se han convertido a menudo en guerras reales”.