Se abre un nuevo frente para el presidente turco en la provincia de Aydin que cuestiona su liderazgo a falta de un año para las elecciones

Renuncian en masa 872 miembros del partido de Erdoğan, el islamista AKP

PHOTO/ Servicio de Prensa Presidencial vía AP - El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, habla con los medios de comunicación antes de salir para Bakú, Azerbaiyán, en el aeropuerto, en Ankara, Turquía, el martes 25 de febrero de 2020

A Recep Tayyip Erdoğan se le acumulan los problemas. El presidente turco ha visto esta semana cómo 872 afiliados del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en la provincia de Aydin renunciaban en masa por la falta de diálogo interno y las continuas presiones a los miembros del partido, según trasladaron los medios turcos. Una hemorragia interna que cuestiona su liderazgo y pone de relieve la creciente división en el seno de la formación islamista a falta de un año para las elecciones presidenciales.

El propio Erdogan se encontraba en la provincia occidental bañada por el Mediterráneo, una de las 81 que integran el país, el día que trascendió el abandono masivo de integrantes del AKP. Una cifra que podría aumentar en los próximos días. Y es que el presidente asistió a la inauguración de una fábrica de papel para después visitar la presa de Gökbel y “otras instalaciones recién construidas en Aydin”, según recoge la agenda presidencial.

Entre los dimisionarios se encuentra la jefa del distrito de Germencik, Emel Öz Akmazlar, que denunció la mala gestión regional del partido y la intromisión desde la cúpula del AKP contra varios miembros de la formación islamista local. Unas presiones que también afectaron a las mujeres y que habrían sido ejercidas por su socio de Gobierno, el extremista Partido de Acción Nacionalista (MHP).

Parlamento Turquía

El alud de dimisiones se produce en una región, Aydin, donde el AKP no consiguió un buen resultado en las elecciones generales de 2018. Por delante quedó el Partido Republicano del Pueblo (CHP), que concentró sus apoyos a lo largo de la costa mediterránea. Aunque la formación kemalista acabaría quedando en segundo lugar con una diferencia superior a los 10 millones de votos, en 2023 tendrá una nueva oportunidad con dos candidatos fuertes: los alcaldes de Estambul, Ekrem İmamoğlu, y Ankara, Mansur Yavaş.

Erdoğan deberá gestionar, además de la crisis económica, un escenario de fractura interna en el seno de su propio partido. Los analistas consideran que el AKP viene fracturándose en los últimos meses y atomizándose en varias tendencias, sobre todo en los núcleos regionales. En este sentido, las decisiones del presidente han generado el rechazo de las bases, que ven cómo su líder no consigue remontar la galopante inflación y la devaluación de la lira.

Las encuestas sitúan a Erdoğan más lejos que nunca de una hipotética reelección. Según la última encuesta publicada por MetroPOLL, el actual presidente obtendría un 36,6% de los votos, mientras que İmamoğlu amasaría el 48,7% y Yavaş haría lo propio con el 55,5%, siendo la figura política líder en intención de voto. Unos números que, a falta de determinar contendientes, son preocupantes para la formación islamista, que se podría ver fuera del poder 16 años después.

Davotuglu

Este escenario explicaría los contactos mantenidos por el arquitecto del expansionismo turco, Ahmet Davutoğlu, y varios diputados del AKP. Según el diario londinense Al Arab, al menos 40 integrantes del partido de Gobierno se han reunido en los últimos meses con el que fuera socio principal de Erdoğan para sondear un posible trasvase hacia el Partido del Futuro (GP), la formación fundada por Davutoğlu en 2019 cuando abandonó el partido de Erdoğan por sus fuertes discrepancias con la línea del partido.

Desde el estallido de la crisis, el que fuera primer ministro y titular de la cartera de Exteriores criticó “la política de terquedad aplicada por los ignorantes en los asuntos de la economía”, adoptada por Erdoğan, que ha decidido bajar los tipos de interés contraviniendo la opinión mayoritaria de los expertos. Davutoğlu acusó al presidente de encubrir la crisis económica “explotando” los sentimientos religiosos de la sociedad turca. Señalamientos que parecen haber convencido a sus antiguos compañeros del AKP.

El padre de la doctrina exterior que ha seguido Ankara en la última década podría utilizar a su favor la creciente división interna para formar una alianza en contra del presidente de cara a 2023. Una hoja de ruta para la que necesitaría ganar adeptos del espacio islamista moderado que, paso a paso, Erdoğan ha ido abandonando en el camino.

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