Abordar la amenaza del islamismo radical es uno de los principales desafíos para la agenda interna de los Estados europeos

Respuesta europea frente al extremismo islamista de los Hermanos Musulmanes

PHOTO/AFP - Las banderas de los Hermanos Musulmanes durante una manifestación en Jordania

A pesar de que los últimos meses la máxima preocupación paro los países ha sido conseguir controlar, y en el mejor de los casos, vencer la pandemia de la COVID-19, las grandes preocupaciones que dominaban el debate político en Europa siguen estando ahí.

El terrorismo, y sobre todo el islamista radical, forma parte de los retos que los Estados se plantean. País tras país se están moviendo para abordad los desafíos particulares que estos grupos radicales suponen para la seguridad. Las preocupaciones más urgentes rodean a los Hermanos Musulmanes.

A mediados de julio, el Gobierno francés relanzó su agenda sobre el estado de la nación en torno a la lucha contra el islamismo. Ha prometido una legislación para apuntar a la actividad dirigida contra el Estado francés por parte de miembros y simpatizantes de esta organización. El Senado francés presentó 44 propuestas para combatir la amenaza de los Hermanos Musulmanes. Este comité pidió que se prohibiera la organización en territorio francés e instó a los senadores a obligar a las asociaciones de carácter religiosos a ser transparentes en sus recursos.

El Gobierno austríaco también ha lanzado una serie de medidas, como la creación de un observatorio que se ha encargado de monitorear las actividades islamistas dentro de la esfera pública. La puesta en marcha del Centro de Documentación del Islam Político tiene como objetivo conocer los movimientos en mezquitas y redes sociales de los Hermanos Musulmanes y otras organizaciones con la misma línea ideológica.

El papel es analizar las tendencias de los extremistas, especialmente de la Hermandad y documentar los crímenes de la organización.

Alemania también ha discutido un proyecto de resolución que prevé una fuerte supervisión hacia los miembros de la organización terrorista en el país. Según el proyecto de resolución presentado por Alternativa para Alemania, principal partido de la oposición y proclive a política de la derecha radical, “la Hermandad es el cerebro detrás de la red islamista que se está difundiendo por Alemania”.

Estas posturas para luchar contra la organización también han llegado al Parlamento Europeo, donde un par de diputados, miembros el Partido Popular Europeo, hicieron una propuesta en abril para hacer frente a las corrientes extremistas.

La propuesta espera el establecimiento del Centro Europeo para el Islam y la Democracia para dotar de apoyo a los musulmanes que apoyan los valores europeos y están lejos de las corrientes fundamentalistas y extremistas.

La Comisión Europea no aprobó esta propuesta y lo justificó diciendo que “las tareas y objetivos del centro ya están recogidas en la legislación y actividades actuales del bloque, con el Programa de Derechos, Igualdad y Ciudadanía y el programa Derechos”.

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